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Proceso de individuación Pintura. Plácido Romero. Centro Cultural Provincial. Málaga. C/ Ollerías, s/n. Hasta el 16 de junio de 2006.
Desde hace algunos
años la obra de Plácido Romero (Málaga, 1961), un pintor que durante los ochenta
y primera mitad de los noventa
En un plano estrictamente psicológico y personal, muchas de las obras de Plácido Romero de los últimos seis años traducen ciertos miedos relacionados con la enfermedad. Entre las obras que tratan esta vertiente destacan Soma, Proceso invasivo y Desarrollo de melanoma, donde observamos la cabeza del paciente como si fuese translúcida, sometida a un extraño proceso orgánico interior con apariencia tumoral. El precedente de todo esto es Gran enfermo, un cuadro en el que, según la descripción del propio artista, «una ventana se abre a un amable campo cartesiano». En el fondo de todo ello late un hondo interés por el inconsciente de Freud, por conocer aquello que nos pertenece y permanece oculto durante mucho tiempo, hasta que en un momento determinado sale a la luz y nos libera. A Plácido Romero le preocupa la construcción de su propio yo, el desarrollo de la autoconciencia, ese «proceso de individuación» del que también hablaba Jung y que, como dice él mismo, «no es otra cosa que tomar conciencia de las cualidades de la sombra individual», una sombra que quiere ser arquetípica, fruto de su madurez intelectual y espiritual: el autoconocimiento, el equilibrio entre el yo y el mundo, la fluidez comunicativa con el entorno.
© Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 9 de junio de 2006
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