Magistral
obra gráfica de Picasso
Grabados
sueltos de algunas de las series más representativas del pintor.

Grabado.
Pablo Picasso.

Fundación
Pablo Ruiz Picasso. Málaga. Plaza de la Merced, 15. Hasta 16 de julio de 1998.

Tras diez años de
funcionamiento ejemplar —durante
los que ha organizado un importante número de exposiciones sobre destacados
artistas contemporáneos en diversas salas de la ciudad (Josep Renau, Penagos,
Gutiérrez Solana, Chillida, Pablo Serrano, Barbadillo, Brinkmann y Lindell, por
citar sólo aquellos que más pronto acuden a la memoria), además de otras
dedicadas a aspectos parciales, pero de indudable interés, de la producción
picassiana (un magnífico conjunto de linóleos de la colección Zervos, la
serie completa de la Suite Vollard,
algunas cerámicas), así como también numerosas e ininterrumpidas actividades
en torno al genio malagueño, principalmente conferencias de alto contenido académico
y charlas didácticas orientadas a los escolares, de igual modo complementadas
con la creación y constante acrecentamiento de un valioso archivo documental y
fondo bibliográfico sobre la vida y la obra del universal artista,
desgraciadamente desconocido, qué duda cabe que por estrictas razones de
indiferencia cultural, por una inmensa mayoría de ciudadanos, ajenos todavía a
la colosal aportación de su paisano al revolucionario cambio estético del
primer tercio de siglo—, la Fundación Picasso de Málaga, organismo autónomo
municipal constituido en 1988 y dirigido desde entonces por el pintor Eugenio
Chicano, ve cumplido estos días el que podía considerarse más urgente de sus
anhelos, previsto ya en el proyecto original: la rehabilitación de la totalidad
del inmueble donde se ubica la casa natal del inventor del cubismo, cinco
plantas, cada una de ellas con una superficie aproximada de 200 m²,
de las que la primera y la segunda, dotadas con el más moderno y exigente
equipamiento, se han destinado a albergar exposiciones temporales.
Las
finalmente conseguidas para celebrar la efemérides de esta segunda inauguración
de la Fundación, han sido dos pequeñas aunque enjundiosas muestras: de un
lado, treinta grabados, en su mayoría aguafuertes, aunque también hay piezas
realizadas con punta seca y aguatinta, pertenecientes a tres series distintas,
unidas por el tema común del taller del artista y propiedad del Museo Reina Sofía
de Madrid: la Suite Vollard (integrada
por 100 grabados ejecutados entre 1930-37), prodigiosa síntesis, quizá la más
extraordinaria serie gráfica de la centuria, del clasicismo surgido a raíz del
viaje a Italia en 1917; la Serie 347 (realizada en 1968 y llamada así por el número de
grabados que la forman), con el tema del pintor y la modelo como asunto
principal, y la Serie 156 (157 obras
realizadas entre 1970-71), con el tema femenino como protagonista absoluto. De
otro, 23 cerámicas y terracotas elaboradas entre 1949 y 1968, pertenecientes a
la colección privada del empresario mallorquín Pedro Serra. Ambas exposiciones
se enriquecen con la exhibición de los 41 grabados al aguafuerte y aguatinta
con que Picasso ilustró el libro Vingt Poèmes
de Góngora, impreso en París en 1948 y del que la Fundación conserva un
ejemplar de los 275 de que consta la edición, generosamente donado en 1992 por
Christine Picasso.

©Enrique
Castaños Alés
Publicado
originalmente en el diario Sur de Málaga el 11 de julio de 1998
