El cromatismo saturado de Raúl Pérez

Fotografía. Raúl Pérez. Artestratos.

Galería Casaborne. Antequera (Málaga). Callejón La Gloria, 1. Hasta el 15 de febrero de 2007.

Inmerso en una estética proveniente del pop, Raúl Pérez es un fotógrafo cuya obra se caracteriza ante todo por el protagonismo concedido al color, una gama cromática saturada, inundada de luz, de colores limpios, nítidos y de intensas connotaciones visuales, que Fotografía de Raúl Pérez. 2006.en cierto modo recuerdan los de Carlos Pérez Siquier, aunque en su caso hay quizás una mayor contención. Tanto en sus paisajes naturales y urbanos, en sus fotografías de desnudos femeninos o en sus productos con un mayor acento antropológico, que son en definitiva sus principales temas, Raúl Pérez muestra una particular originalidad en los encuadres, disponiendo el objetivo de modo que capture, a través de una vista de perfil, lo esencial del objeto, dejando que un sutil misterio e indefinición se apodere al mismo tiempo del mismo. En una de sus más logradas obras, la modelo femenina desnuda junto a la pared de una desvencijada y medio ruinosa estancia, ella misma embarazada, contrasta con la aspereza y vetustez de lo que le rodea, estableciéndose una calculada y acertada contraposición entre la tersa y suave piel de la muchacha con la textura del fondo, entre la tonalidad rosácea de la mórbida carne juvenil y el cromatismo multicolor del suelo o la penumbra de un rincón. Otras veces el cuerpo femenino desnudo se descompone, al modo de lo que a finales de los sesenta empezó haciendo Jan Dibbets y después cultivó especialmente el pintor David Hockney en sus fotografías de retratos. Pero la descomposición operada por Raúl Pérez es una suerte de superposición de imágenes, a modo de diferentes estratos corporales que permitieran al espectador recomponer esa imagen rota y fragmentada.

Las fotografías de exteriores, como cuando congela un trozo de naturaleza desértica o extremadamente árida, son auténticas composiciones abstractas, únicamente preocupadas por la síntesis geométrica de la forma. La mirada pop, en cambio, asoma cuando ve un edificio a través del espejo retrovisor de un automóvil, animando la forma sólo con amarillo y azul. Más relacionadas con la historia, con la arquitectura y con iconografía artística en general, son sus vistas urbanas, como esa perspectiva de los tejados de las casas de París desde el Centro Pompidou, una visión neorromántica, dominada por el cielo nublado, que también recuerda cierta estética de series de dibujos animados de los noventa. Espléndida, por otro lado, la imagen sólo ocupada por el pavimento pedregoso en círculos concéntricos de, probablemente, la misma París, cuyo único paseante solitario evoca a Cartier-Bresson.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 19 de enero de 2007