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La fascinación por la máquina Escultura, dibujo y tapiz. Fernand Léger. El cubista afable. Fundación Unicaja. Sala Italcable. Málaga. C/ Calvo, s/n. Hasta el 26 de octubre de 2008.
La particular
posición de Fernand Léger (Argentan, 1881 – Gif-sur-Yvette, Seine-et-Oise, 1955)
en el arte francés del periodo de la vanguardia histórica, está determinado
principalmente por su fascinación por el mundo de la máquina. En este aspecto,
su actitud sólo es comparable a la de Le Corbusier, un creador que admiraba y
con el que mantuvo estrecho contacto. Después de unos inicios
En la segunda posguerra, se produce un cambio notable en Léger, su conversión ideológica al comunismo, algo que, a diferencia de lo que le ocurrió a Picasso, lastró su arte y le impidió seguir avanzando, atrapado en parte en la estética de catecismo del Realismo Socialista. No obstante, su genio artístico y la solidez de los planteamientos teóricos y prácticos de la preguerra, le permitió hacer una obra de gran dignidad, en la que destacan los contornos gruesos de las figuras y el esquemático modelado. Los cuadros de este último periodo fueron los que sirvieron para realizar estos espléndidos cinco tapices que ahora se exhiben en Málaga. Su autora, Yvette Cauquil-Prince, alumna de Léger, muestra un extraordinario conocimiento de la técnica del tapiz, que, como ha explicado Elena Parma Armani, se basa en el entrecruzamiento de dos series de hilos, una que se llama urdimbre, cuyos hilos se mantienen paralelos y tirantes, y otra llamada trama. En el tapiz, la trama recubre por completo la urdimbre, y no va de orilla a orilla, sino que puede interrumpirse y retomar cuando sea necesario emplear varios colores en una misma línea. Músicos, acróbatas y gente de circo, trabajadores de la construcción, personajes tranquilamente recostados en el campo, son los temas de la pintura de Léger de esos años trasladados al tapiz. Su visión ingenua, esperanzada del futuro, aflora por estas imágenes, en las que parece conciliarse por completo el mundo artificial de la máquina y el de la naturaleza. © Enrique Castaños Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 17 de octubre de 2008
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