|
Crónica de una supervivencia Pintura. Abraham Lacalle. La carretera. Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 25 de octubre de 2009.
El vocabulario y la
sintaxis de los cuadros de Abraham Lacalle (Almería, 1962) presentes en esta
muestra, realizados en los últimos dos o tres años, comienza a gestarse hace
casi un decenio, cuando el artista almeriense empieza a percibir las
dificultades de la pintura en relación a su propio mantenimiento. Como el propio
Lacalle dice en el breve texto que acompaña la exposición, estas obras tienen la
vocación de ser en cierto modo la historia de una supervivencia, la de la
pintura en lo que a él mismo le afecta. Para ello toma como
En cambio, la otra novela posee un fondo nihilista y desesperanzador, pues este viaje, aunque indudablemente iniciático, como los emprendidos por los personajes de Louis Stevenson, finaliza, sin embargo, en la nada. Quizás este fondo amargo de pesimismo, en el que palpita el espectro de Thomas Hobbes, es más realista. Quién sabe, a lo mejor la pintura está definitivamente instalada en un callejón sin salida. Contemplando, sin embargo, esta obra última de Lacalle no tenemos esa impresión. Lienzos y papeles vibrantes de color, un auténtico festín cromático, en el que, más que la huida de la pintura, más que «la recurrente desaparición de la imagen pintada», como afirma el propio pintor, cuyo propósito no es otro que hablarnos de la supervivencia de la pintura, asistimos a una celebración opulenta y sensual, a una fiesta de los sentidos, con esquemáticas referencias al mundo de la naturaleza (frutos, árboles) de un elevado sentido plástico.
© Enrique Castaños Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 23 de octubre de 2009
|