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Kounellis y el arte «povera» Escultura, objetos y grabado. Jannis Kounellis. Gacma. Málaga. C/ Fidias, 48-50. Hasta el 26 de marzo de 2007.
La significación de
Jannis Kounellis (El Pireo, Grecia, 1936) en el desarrollo del arte «povera» no
es necesario que sea ponderada a estas alturas de la evolución de los lenguajes
de la neovanguardia. Su pionera contribución ha resultado decisiva en la
configuración del vocabulario y la sintaxis de uno de los lenguajes más
conspicuos de la posvanguardia. Un lenguaje que tiene unos inequívocos orígenes
Lo mismo ocurre con el término povera, que significa que lo que estos artistas proponen, en primer lugar, es rescatar y reivindicar materiales sencillos, «pobres», no tecnológicos, que no han sufrido un proceso de manufacturación industrial. Hay, por tanto, un rechazo de la sofisticación del objeto manufacturado en esta tendencia que, en última instancia, deriva del llamado «arte del objeto», desde Kurt Schwitters al assemblage y el neodadaísmo, y que a su vez desembocará en el arte conceptual, pues fueron precisamente destacados exponentes del povera algunos de los iniciadores del land art, y, a partir de él, del conceptual. La pieza central de Kounellis expuesta en esta ocasión, de más de dos metros, potente y llena de energía, hecha con metal y lona, nos proporciona las claves de la tendencia: rechazo de la representación del mundo real; marcada distancia con el arte matérico, pues en vez, como hacía éste, de integrar artísticamente los materiales en la obra, se incide ahora sobre su capacidad transformadora y energética. Kounellis dio un gran golpe de efecto con la introducción de doce caballos, en 1969, en la Galería L’Attico de Roma, convirtiéndola en un establo. Él ha sido, de hecho, uno de los creadores más fructíferos en el uso de animales vivos y personas en sus instalaciones. Salvo aquella gran pieza, los trabajos presentados en Málaga son básicamente cajas adosadas a la pared con objetos y materiales, producidas en forma seriada, como múltiples. Entre ellos vemos un hacha pintada con los colores de la bandera italiana, alambre de espinos, un cuchillo, plomo, sacos y tijeras, en este último caso en lo que se asemeja ya al concepto de «acumulación» de Arman. © Enrique Castaños Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 23 de marzo de 2007
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