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Joris-Karl Huysmans. La Catedral (La Cathédrale, 1898). Madrid, Escelicer, 1961. Traducción de José García Mercadal. 436 págs.Anotaciones y aclaraciones complementarias de © Enrique Castaños, Doctor en Historia del Arte (Málaga, 21 de enero de 2014). En francés: http://www.huysmans.org/cath/cath1.htm En inglés (traducción de Clara Bell, 2005): http://www.gutenberg.org/files/15067/15067-h/15067-h.htm **********************
Amo, Yahveh, la belleza de tu Casa, el lugar de asiento de tu gloria. No juntes mi alma con los pecadores… (Salmo 26 [25] Plegaria del inocente) [Traducción de la Biblia de Jerusalén]
Dedicatoria: Al Padre, al amigo difunto, Gabrieli Ferret, presbítero, santo, su apesadumbrado hijo y amigo, Joris-Karl Huysmans.
Capítulo I. Desde el principio, aparece el personaje de Durtal. La Saleta: La Virgen de la Salette (Notre Dame de La Salette), nombre bajo el cual los fieles católicos designan a la Virgen aparecida a dos niños (Mélanie Mathieu, de 14 años, y Maximino Giraud, de 11 años) el 19 de septiembre de 1846 en el pueblo de La Salette-Fallavaux (Departamento de Isère, en la región Ródano-Alpes). También designa el santuario que fue edificado en el lugar de la aparición, a 1600 m de altitud. Personaje del cura (abbé) Gèvresin. El Delfinado (Dauphiné), antigua provincia del sureste de Francia con capital en Grenoble, que corresponde desde 1790 con los departamentos de Isère, Drôme y Hautes-Alpes. El río Drac (de unos 130 km de long), de profundas gargantas, discurre por esa provincia. La localidad de La Mure (Departamento de Isère) está a unos 40 km al sur de Grenoble. El término «halalí» (pág. 14) no lo incluye el diccionario de la RAE ni ningún otro. Lo emplea el escritor argentino Julio Cortázar en su libro Un tal Lucas (concretamente, en un cuento de ese libro titulado «Lucas, sus pudores»), y sería equivalente de algazara, un vocablo de procedencia árabe que significa griterío, vocerío, ruido. «Halalí de luz», pues, significaría «estruendo de luz». La edición francesa dice «hallali de lumière», y el Diccionario Larousse traduce «hallali» como «toque de acoso». Valbonnais (pág. 17), localidad del Departamento de Isère. Barréme de Angers (pág. 17): se refiere al escultor Henri-Hamilton Barrême (1795-1866), nacido en las Bermudas, de padre francés y de madre de la Louisiana. Llegó a Nantes en 1808, donde fue alumno de M. De Bay. En 1816 se instaló en Ancenis (Departamento Loire-Atlantique). Murió en Pornic (Departamento Loire-Atlantique). En 1852 realizó en bronce el grupo de Notre-Dame de La Salette, que es duramente criticado por Huysmans. Le Creusot (pág. 17): localidad fabril de Borgoña. Las apariciones de Lourdes (Departamento de Hautes-Pyrénées) tuvieron lugar en 1858. Joseph-Henri Lasserre de Monzie (1828-1900) est un journaliste et écrivain catholique français (pág. 20) que publicó en 1868 Notre-Dame de Lourdes, de enorme éxito editorial. En cuanto al libro de Émile Zola al que se refiere Huysmans (pág. 21), se titula Lourdes (1894), en el que trata con gran respeto las apariciones de la Virgen a Bernadette Soubirous (1844-1879). Naamán (pág. 24): jefe del ejército del rey de Aram, curado de la lepra (2 R, 5; Lc, 4, 27). Bienaventurada María Margarita (pág. 24): se refiere a Santa Margarita María de Alacoque (Marguerite-Marie Alacoque, 1647-1690), religiosa mística francesa (borgoñona) de la Orden de la Visitación de Santa María, quien tuvo sus primeras visiones de Cristo con 25 años. Capítulo II. Se nos informa que Durtal lleva tres meses viviendo en Chartres, después de haber salido de una estancia en La Trapa, que le condujo a París, donde vivió bajo un estado de «anemia espiritual». Referencias a La caída de la Casa Usher, de Edgar Allan Poe, y a Las Moradas de Santa Teresa de Jesús, para describir la situación espiritual de Durtal. Personaje de Céleste Bavoil, ama de llaves del sacerdote Gèvresin. Éste ha convencido a Durtal para que se instale junto a él en Chartres, a donde le ha requerido el nuevo obispo (que era cura en Tilloy-lès-Mofflaines, en el departamento de Paso-de-Calais), muy amigo suyo. Gévresin llega a Chartres como canónigo, junto a su ama de llaves. Los canónigos, según una ley de Hacienda de 22 de marzo de 1885, no perciben emolumentos del Gobierno de la III República. Los colegios de canónigos se remontan a la época de Pipino el Breve, cuando San Chrodegang (712-766), obispo de Metz, obligó a los clérigos de su iglesia a vivir reunidos y sometidos a una regla, según consta en una de las Capitulares de Carlomagno. Todavía el Concilio de Trento consideraba a los canónigos de una diócesis el Senatus Ecclesiae, pero en el tiempo en que se escribe La Catedral, su papel es casi nulo. Sólo cuando la sede episcopal queda vacante, recuperan algunas de sus antiguas funciones, pero de manera muy restringida. Alusión a San Lubín, obispo de Chartres a mediados del siglo VI y fundador de su capítulo. Aparece el personaje del cura Plomb, vicario de la catedral de Chartres, cuyos secretos artísticos y simbólicos conoce muy bien, además de ser un entusiasta de la mística. Capítulo III. La mención de Saint-Ladre de Autun (pág. 58) hace referencia a esta antigua plaza de Autun, en la que se celebraba una importante feria de ganado en la Edad Media, y que recibe su nombre por los actos milagrosos de San Lázaro para curar la lepra en Autun (ladre = leproso). Posteriormente cambió de denominación la plaza y se conoció como Campo de Marte. Mencionar Saint-Ladre en ese contexto es referirse, asimismo, a la célebre iglesia de San Lázaro de Autun, teniendo en cuenta que está aludiendo Huysmans a iglesias románicas con arcos ojivales. Para Huysmans, el origen de la ojiva puede encontrarse en los bosques, en la floresta que rodea, por ejemplo, las ruinas de la abadía de Jumièges (Normandía). Si el románico alegoriza el AT, el gótico alegoriza el NT. En el románico percibimos el temor a un Dios cuyos rigores no se aplacarán hasta la venida del Hijo. El gótico es menos temeroso, está más enamorado del Hijo y del Espíritu Santo, y, por supuesto, de la Virgen. Para Durtal, el estilo que representaría la Biblia completa, esto es, los dos Testamentos, sería el propio de la arquitectura de transición del románico al gótico. Ve el románico como un trampolín de ensueños hacia el gótico, una idea que también encontraremos en 1911 en Wilhelm Worringer. Personaje de la señora Mesurat, criada de Durtal. Concepto de Mensa Capitular o del Cabildo (pág. 67): agrupa todas las retribuciones que sostienen los beneficios colegiales adscritos a una determinada iglesia (véase la Tesis Doctoral de Juan Pérez Berná, La Capilla de Música de la Catedral de Orihuela: las composiciones en romance de Mathias Navarro, ca. 1666-1727, Universidad de Santiago de Compostela, 2007, pág. 36). Comparar en el Power Point el número y cronología de catedrales erigidas y destruidas en Chartres según Huysmans y Louis Gillet. Huysmans también menciona las veces en que los rayos y los incendios alcanzaron la torre norte: 1506, 1539, 1573, 1589, 1701, 1740, 1825 y el 4 de junio de 1836. En la pág 70 se menciona al erudito Sébastien Rouillard, autor de Parthénie ou Histoire de la très-auguste et très-dévote église de Chartres... (París, 1609). En esa misma página se menciona el primer oratorio dedicado a la Virgen en Francia, precisamente en Chartres, una gruta (después convertida en cripta) construida por los druidas antes del nacimiento de María, dedicado a la «Virgen que debía parir» (Virgini Parituae). Por su parte, Durtal se refiere a una visión de Ana Catalina Emmerich, en su Vida de Nuestro Señor [1], en la que señala una gruta y un pozo, junto al Monte Carmelo en Palestina, al lado de los cuales el profeta Elías vería una Virgen, un lugar de peregrinación para los judíos. El paralelismo con Chartres es evidente: la gruta (primero gruta de los druidas; después cripta) y el pozo, esto es, el Pozo de los Santos Fuertes de Chartres, llamado así por los mártires arrojados allí por un gobernador romano, incluyendo a su propia hija (Modesta). Ese gobernador sería presumiblemente quien ordenase la demolición de la primera basílica. Recordemos que entre las estatuas de Chartres hay una muy ponderada dedicada a Santa Modesta (ver las ilustraciones 8 y 9 del célebre estudio de Émile Mâle, El arte religioso del siglo XIII en Francia, Madrid, Encuentro, 2001). Hay también una Santa Modesta de Tréveris (Trier), abadesa y virgen, nacida en esa ciudad de Austrasia y † ca. 680. En la pág. 71 se nombra a San Lorenzo, arzobispo de Dublín: Lorenzo O’Toole, llamado en gaélico Lorcán Ua Tuathail y en inglés Laurence O’Toole (1128-14 de nov de 1180), fue canonizado el 11 de diciembre de 1225 por el Papa Honorio III. En la pág. 72 se nombra a la Bienaventurada Catalina de Cardona: miembro de la Casa nobiliar de Cardona, fue una beata carmelita, contemporánea de Santa Teresa, que nació en Barcelona en 1519 y murió el 11 de mayo de 1577 en una cueva en las estribaciones de los montes de La Roda (Albacete), a las márgenes del río Júcar, donde llegó a alimentarse rumiando como los animales (este detalle lo menciona Huysmans). En 1572, decidió y consiguió levantar un Convento de Carmelitas Descalzos (que se llamó convento de Ntra. Señora del Socorro), que construyó el padre Ambrosio Mariano, arquitecto, cuya iglesia unió por medio de una galería subterránea con la cueva de la famosa penitente. Este convento se trasladó en 1603 a La Jara. Venía a Fuensanta a oír misa, como se dice en el Libro de las Fundaciones de Santa Teresa de Jesús (capítulo 28, titulado «La fundación de Villanueva de la Jara», en el que Santa Teresa proporciona numerosas noticias sobre Catalina de Cardona) [2]. Página 77: Jean-Jacques Olier (1608-1657). Místico y sacerdote francés, fundador de la Compañía de Sacerdotes de Saint-Sulpice. En la pág. 77 critica Durtal la pérdida de alma de algunas iglesias y catedrales, como la de Notre Dame de París, en buena medida debido a la obscena y desvergonzada presencia de turistas faltos de respeto hacia un lugar sagrado. En la conversación se desliza la controvertida opinión sobre los orígenes del gótico, pero todos coinciden, apoyándose en el historiador Lecoy de la Marche, que son franceses, de la región de la Île-de-France. Otra cuestión es si el follaje y las ramas de los árboles pudieron servir de inspiración a las ojivas góticas. Termina el capítulo con una verdadera lección de antichovinismo por parte de Durtal, de la que bien podrían aprender numerosos franceses. Incluso se excede, como cuando minusvalora la importancia de la escultura francesa medieval. Capítulo IV. Durtal asiste a misa y comulga en la cripta de la catedral, donde tiene una profunda experiencia religiosa junto a Nuestra Señora de Bajo Tierra. Asimismo, le conmueve en lo más hondo la pureza y recogimiento del monaguillo que asiste al sacerdote. La descripción de esa vivencia es una obra maestra de estilo literario y de penetración psicológica por parte de Huysmans. El capítulo finaliza con una conversación entre Durtal y Gèvresin, en torno al poder curativo de la oración y la infinita capacidad intercesora de la Virgen. Capítulo V. Llueve copiosamente, pero el cura Plomb no falta a su cita con Durtal para enseñarle la catedral. Bolandistas (pág. 100): colaboradores de la obra Acta Sanctorum, acometida por Jean Bolland (Johannes Bollandus o Juan Bolando), sacerdote jesuita flamenco (Julémont, en el principado de Lieja, 1596 – Amberes, 1665), fundador de la Sociedad de los bolandistas, en cuyo seno se gestó aquella monumental obra, precursora de la hagiografía moderna. Mención de César de Bus (Cavaillon, Provenza, 1544 – Avignon, 1607), sacerdote y beato francés, fundador de la Congregación de los Padres de la Doctrina Cristiana. Está enterrado en la iglesia de Santa María in Monticelli, en Roma. Pág. 105: mención del sacerdote (abbé) Cyril Ychard, renovador en 1853 de la Oeuvre des Clercs de Notre-Dame de Chartres (Obra de los Clérigos de Nuestra Señora de Chartres). Fue canónigo, vicario general honorario y superior del pequeño Seminario de Chartres. Pág. 108: Sínodo celebrado en Arras (Francia, actual Departamento Pas-de-Calais) en 1025; en él se dispuso que «lo que los iletrados no pueden comprender por la escritura, debe enseñárseles por la pintura». Ese sínodo fue presidido por el obispo de Arras, Gérard de Cambrai (Gérard de Florennes), para combatir una herejía. Pág. 109: Guillaume Durand (ca. 1230 – 1296), obispo de Mende (región de Languedoc-Roussillon) desde 1285. Pág. 111: Prudence de Troyes († 861), nacido probablemente en el norte de España, fue obispo de Troyes (en la Champagne). Afirmaba que los cuatro muros de una basílica cristiana simbolizaban a los cuatro evangelistas. Otros autores ven en ellos a las cuatro virtudes cardinales: Justicia, Fortaleza, Prudencia y Templanza. En cuanto a la simbología de las ventanas, Plomb dice que son el emblema de nuestros sentidos, debiendo estar cerradas a las vanidades del mundo y abiertas a los dones del cielo. Sus vidrios permiten el paso a los rayos del verdadero sol que es Dios. Los contrafuertes simbolizan la fuerza moral que nos sostiene frente a la tentación. Recelo del historiador Jules Michelet ante el simbolismo supuesto de las cifras y medidas de las catedrales (pág. 114). Plomb dedica ahora un largo párrafo a sintetizar la simbología religiosa de los números: 1. La unidad de Dios. 2. La doble naturaleza de Cristo; los dos Testamentos; la doble enseñanza del amor de Dios y del prójimo, según San Gregorio Magno. 3. La Santísima Trinidad y las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Caridad). 4. Las virtudes cardinales (Justicia, Fortaleza, Templanza y Prudencia) y los cuatro evangelistas. 5. Las cinco llagas de Cristo y los cinco sentidos, cuyos pecados Jesucristo expió por nosotros. 6. Los seis días de la Creación. 7. Número sagrado de la Ley mosaica; los siete dones del Espíritu Santo (sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios); los siete Sacramentos (Bautismo, Eucaristía, Penitencia, Matrimonio, Extremaunción, Sacerdocio, Confirmación); las siete Palabras de Cristo en la Cruz. 8. Símbolo de la regeneración (San Ambrosio); símbolo de la Resurrección (San Agustín). 9. La hora nona (las tres de la tarde), en que expiró Cristo. 10. Conocimiento de Dios, según San Agustín: 3 (Trinidad) + 7 (el séptimo día, en que Dios descansó después de crear en seis el mundo). 11. Según San Agustín, imagen de la transgresión de la Ley. 12. Los doce apóstoles y las doce tribus de Israel. Pág. 116: Augustin-Joseph Crosnier, o Monseigneur Crosnier, sacerdote y erudito francés (1804-1880). Pág. 116: Jean-Sébastien-Adolphe Devoucoux (Abbé Devoucoux o Monseigneur Devoucoux), 1804-1870, sacerdote, arqueólogo e historiador francés, estudioso de San Lázaro de Autun. Pág. 117: Honoré d’Autun (Honorius Augustodunensis), monje y teólogo cristiano del siglo XII. Plomb le explica a Durtal las ideas de Honorio de Autun sobre el incensario: su forma representa el cuerpo de Cristo; el incienso su divinidad. Si el vaso del incienso es de oro, significa la excelencia de la divinidad de Cristo; si es de plata, la santidad de su humildad; si es de cobre, la fragilidad de su carne; si es de hierro, la resurrección de la carne que venció a la muerte. Pág. 118: Pedro de Esquilino (Petrus de Natalibus, Pietro de' Natali o Pietro Nadal, ca. 1330 – 1406), humanista italiano y obispo de Equilio, junto a la laguna véneta. Capítulo VI. Amplio resumen de los obstáculos y fracasos de la religiosa francesa Jeanne Chézard de Matel (1596-1670), fundadora de la Orden del Verbo Encarnado, que había sido ya citada en el cap. II. El sacerdote francés Théodore Combalot, nacido en agosto de 1797, y que llevó a cabo una amplia labor de apostolado entre 1820-1870, intentó reanimar la Orden, sin resultado[3]. Pág. 123: Santa María Magdalena de Pazzi (Florencia, 1566-1607), monja carmelita. Pág. 124: el sacerdote (abbé) P. Gustave Penaud publicó en 1883 una biografía de Jeanne Chézard de Matel. Pág. 125: amplia noticia biográfica sobre la carmelita flamenca Marguerite Van Valckenissen, en religión Marie-Marguerite des Anges (María Margarita de los Ángeles), nacida en 1605 en Amberes y muerta en el convento de Oirschot cumplidos los 52 años. Padeció enormes sufrimientos, mantuvo en secreto los estigmas en pies y manos, fundó el convento carmelita de Oirschot (en los Países Bajos, en la provincia actual de Brabante Norte), donde fue priora durante catorce años, y, después de morir, su cuerpo se licuó en aceite. En momentos de graves dificultades, le prestó ayuda el cisterciense Bernard de Percin de Montgaillard (né en décembre 1562 y fallecido en 1628), cuando estaba de monje en L’abbaye Notre-Dame d'Orval (situada en la localidad belga de Villers-devant-Orval, en la actual región valona). Con anterioridad, el 10 de noviembre de 1897, Huysmans publicó un amplio artículo sobre esta mujer extraordinaria en el periódico Echo de París: (http://www.huysmans.org/carmelite.htm). Pág. 132: nombra al Solitario de Marlaigne como uno de los que aportan noticias acerca de Marie-Marguerite des Anges. En la toponimia de Bélgica, Marlaigne es el bosque de Marlaigne (Fôret de Marlagne o Désert de Marlagne), conocido desde la época romana y lugar de meditación para religiosos y eremitas. En 1619 se fundó allí el convento de San José, que contó con la bendición de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia (hija de Felipe II de España). Luis XIV visitó su claustro en 1692. El pequeño bosque está situado entre las localidades de Sart-Saint-Laurent, Bois-de-Villers y Buzet, las tres en la provincia de Namur (Région wallonne o Región Valona de Bélgica). Pág. 136: Revuelta de los Maillotins (Révolte des Maillotins), sublevación popular que se produjo en Francia, en 1382, bajo Carlos VI, por la presión fiscal. Pág. 137: Robert de Coucy o Courcy, nacido en Reims y fallecido en esa misma ciudad en 1311. In 1263 he was appointed successor to Hugues Libergier as director of the work of building the church of Saint-Nicaise in Reims. Pág. 137: crítica de Durtal a la pérdida de la espiritualidad en el arte del Renacimiento (con él muere el alma mística, la teología monumental, el arte religioso, todo lo que ha sido verdaderamente grande en Francia). Pág. 138: William Bouguereau, pintor francés (1825 – 1905). Pág. 138: Émile Signol, pintor francés (1804 – 1892). Pág. 143: interpretación de Ricardo de San Víctor (Escocia, ca. 1110 – París, 1173) sobre el santuario (las vírgenes), el coro (las almas castas) y la nave de una iglesia (los esposos). Pág. 144: mención del Especilegio de Solesmes (Spicilège de Solesmes o Spicilegium Solesmense), obra magna de Jean-Baptiste Pitra, en 4 volúmenes publicados en París entre 1852-58. Se trata de una monumental recopilación de documentos relativos a la historia eclesiástica. Continuó con otras dos publicaciones más de ocho y dos volúmenes, respectivamente[4]. Pág. 144: continúa Plomb explicando la simbología de los elementos de la iglesia: columnas: dogmas, obispos y Doctores; capiteles: las Escrituras; pavimento: fundamento de la Fe y de la Humildad; púlpito y coro alto: la cátedra evangélica, la montaña sobre la que predicó Jesús; las siete lámparas encendidas ante el Santísimo Sacramento: los siete dones del Espíritu Santo; escalones del altar: los grados de la Perfección; los dos coros alternados: los Ángeles y los Justos. Capítulo VII. Pág. 177: simbología de las gemas y personajes asociados. Amatista (humildad, simpleza): Zabulón – San Matías. Calcedonia (caridad) José, el hijo de Jacob – Santiago el Mayor. Jaspe (fe y eternidad): Gad y San Pedro. Sardónice (fe y martirio): Rubén – San Bartolomé. Zafiro (esperanza y contemplación): Nephtalí – San Andrés. Berilo (sana doctrina, ciencia): Benjamín – Santo Tomás. Pág. 177: Arétas. Puede referirse a Aretas I, primer rey conocido de los nabateos, mencionado en el Segundo Libro de los Macabeos (5, 8). Su nombre aparece en una inscripción del 168 a. C. hallada en Halutza (Halasa, Chellous, Χελλοὺς en griego, al-Khalasa o Elusa, hoy en Israel). Pág. 177: Félicie Marie Émilie de Ayzac, conocida como Félicie d’Ayzac, (París, 1801 – Bon-Encontre, Aquitania, 1881), fue una historiadora y poeta francesa. Pág. 178: Marbode, llamado también Marbode de Rennes, en la Bretaña francesa (ca. 1040 – ca. 1123), fue obispo de Rennes de 1096 a 1123. Págs. 177 – 183: dedicadas a la compleja simbología de las gemas y de las piedras preciosas. Se traen a colación las opiniones de Conrado de Hamburgo, fraile alemán del siglo XIV; de Brunon de Asti, viejo abad de Monte Cassino (San Bruno di Segni o San Brunone d’Asti o San Brunone Solaro, 1045 – 1123, teólogo y abad de Montecassino); de Corneille de la Pierre (de finales del siglo XVI) y su comentario del Éxodo; de San Ambrosio de Milán, San Jerónimo y Santa Matilde (Santa Mechtilde = Mechthild von Hackeborn, 1241 – 1299, monja cisterciense alemana); de la religiosa concepcionista española María Jesús de Ágreda; de San Euquerio[5], el Papa Inocencio III, San Bruno (San Bruno de Colonia, ca. 1030 – 1101, el fundador de los cartujos), San Ruperto (Saint Rupert de Salzbourg, ca. 660 – 710, obispo de Salzburgo) y Santa Hildegarda de Bingen. Capítulo VIII. Pág. 191: L’ordre de la Visitation Sainte-Marie es una Orden religiosa fundada en 1618 por San Francisco de Sales y Sainte Jeanne de Chantal en Annecy (región Ródano-Alpes, SE de Francia). Pág. 191: Dames du Sacré-Cœur (ahora llamada Société du Sacré-Cœur de Jésus), es una congregación de inspiración espiritual ignaciana fundada en 1800 por Madeleine-Sophie Barat para la educación de las jóvenes. Pág. 191: la Orden de la Inmaculada Concepción fue fundada en España por la noble portuguesa Santa Beatriz de Silva, siendo aprobada por el Papa Inocencio VIII en abril de 1489. Contó con el apoyo de Isabel la Católica, con quien estaba emparentada. Pág. 191: Filles de la Charité ou Sœurs de Saint Vincent de Paul, Orden religiosa fundada en 1633 en Francia por San Vicente de Paúl, quien encomienda la formación de las monjas a Louise de Marillac, canonizada en 1934. Pág. 191: Les frères des écoles chrétiennes constituyen un instituto religioso fundado en Reims en 1684 por Jean-Baptiste de La Salle, con el fin de educar a jóvenes de clase humilde. Pág. 192: picpuciano (perteneciente a la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María – SSCC picpus). Pág. 192: Trapenses de la Corte Peytral. El texto en francés, dice: «trappistines de la cour Peytral», es decir que parece referirse a un lugar del callejero de Chartres (cour = patio), esto es: las Trapenses del patio Peytral; también puede entenderse cour como sede de un edificio administrativo. Peytral puede referirse a Paul Peytral (1842-1919), un político francés, miembro del Partido Radical, que fue diputado, senador y Ministro varias veces. Pág. 195: Châteaudun, localidad francesa del departamento de Eure-et-Loire, en la región Centro de Francia, a unos 30 km al sur de Chartres. Pág. 195: Nogent-le-Retrou, localidad francesa del departamento de Eure-et-Loire, en la región Centro de Francia, a unos 40 km al oeste de Chartres. Pág. 198 y ss: Durtal da muestras de una crisis espiritual y religiosa. Se empieza a aburrir en Chartres, pero lo que de verdad está ocurriéndole es que siente una viva necesidad de volver a la vida del claustro como oblato benedictino. Consulta para ello al sacerdote Gèvresin, que le recomienda que se haga oblato. En cuanto al aburrimiento de Durtal, Gèvresin piensa que se halla en él mismo, en su propia persona, y no alrededor suyo. Pág. 204: oblato benedictino: persona que, sin ser monje profeso ni fraile, decide consagrar su vida al servicio de Dios. En el monasterio de Montecassino, el oblato emitía votos de obediencia al abad, se daba a sí mismo y sus bienes al monasterio, y vestía un sobrio traje seglar. La Oblación es una promesa ofrecida a Dios y aceptada por la Iglesia, para entregarse a Dios, ligado a un Monasterio Benedictino específico. No es una profesión religiosa, ni tampoco un voto público ni privado. Los Oblatos Benedictinos tienen jurídicamente, frente a la Orden de San Benito, la misma relación que tienen los Terciarios con las Órdenes Mendicantes. Cuando en el Derecho Canónico ordinario se habla del terciario, el sentido vale lo mismo que para los Oblatos Benedictinos seculares. A la oblación precede un tiempo de prueba y preparación. Normalmente, dura un año, pero puede ser acortado o prolongado según los criterios del abad del monasterio al cual pertenecen. Sobre la admisión para el Oblatado decide el Padre Abad, previo informe de su Representante ante los Oblatos. Criterios para esta admisión son: aspirar seriamente a una vida cristiana según la Regla de San Benito y tener la firme intención de comprometerse con un monasterio particular. Una vez admitido, se realiza el rito previsto para esta ocasión. Capítulo IX. Pág. 210: abbé Marcel Joseph Bulteau († 1882), autor de una monografía sobre la catedral de Chartres en varios volúmenes (2ª edición, corregida y aumentada, tomo I, París, 1881). Otro estudio suyo es: Description de la Cathédrale de Chartres, suivie d’une courte notice sur les églises de Saint-Pierre, de Saint-André et de Saint-Aignan de la même ville (París, Sagnier et Bray, 1850). Pág. 210: abbé Jules-Alexandre Clerval (1859 – 1918), prêtre du Diocèse de Chartres (ordonné en 1882), chanoine honoraire (à partir de 1890). Professeur à l’Institut catholique de Paris (à partir de 1909). Docteur ès-lettres (1895). Pág. 213: crítica de Durtal al positivismo del historiador del arte francés Adolphe Napoleón Didron (1806-1867), que no tiene en cuenta los valores y las distancias en la estatuaria de Chartres. Su racionalismo no comprende la mística del Medioevo. Pág. 214: Libro de los Salmos, segundo de los Libros Sapienciales del AT. Se le llama Psalterio (del griego Psalterion, que es el nombre del instrumento de cuerda que acompañaba los cantos de los salmos). Pág. 216: Abiathar, personaje del Evangelio del Pseudo Mateo (capítulos VII y VIII), un sumo sacerdote que, mediante un procedimiento inspirado por el Altísimo, determina que José debe ser elegido como esposo de María. Pág. 223: Santa Radegunda. Radegonde de Poitiers, princesa de Turingia (ca. 520 – 587) convertida en reina de los francos por su casamiento con Clotario I, hijo de Clodoveo. Fundó la abadía de la Sainte-Croix de Poitiers. En la descripción que hace Durtal, la traducción castellana de José García Mercadal dice: «… una eterna súplica canta en ella», mientras que el texto francés es «… un éternel Rorate chante en elle». Rorate es la primera palabra de la antífona (himno) que se canta el cuarto domingo de Adviento: Rorate caeli desuper…, que recupera las palabras de Isaías, 45, 8: «Destilad, cielos, como rocío de lo alto, / derramad, nubes, la victoria». Pág. 224: Santa Clotilde (ca. 474 / 475 – ca. 545), princesa burgundia (hija del rey burgundio Chilperico II), esposa del rey Clodoveo, al que instó a convertirse al catolicismo y abandonar la fe arriana. Pág. 230: Léopold Victor Delisle (24 de octubre de 1826 – 21 de julio de 1910), historiador y bibliófilo francés, de Normandía. Capítulo X. Pág. 245: Macer Floridus. Se refiere a un autor medieval que se esconde tras ese pseudónimo, probablemente francés, cuyo nombre podría ser Odo de Meung-sur-Loire (Odo Magdunensis), autor de un célebre herbario titulado De Viribus Herbarum, de la primera mitad del siglo XI. Pág. 247: Étienne Saubinet († 17 de agosto de 1869 a los 76 años), bibliófilo, erudito, naturalista y botánico de Reims, Director de la Société des Déchets (desechos) de Reims de 1839 a 1862, profundo conocedor de la vegetación lapidaria de la Catedral de Reims. Pág. 254: abbé Vigouroux. Fulcran Grégoire Vigouroux (Nantes, 1837 - Paris, 1915) est un prêtre de la Compagnie des prêtres de Saint-Sulpice qui enseigna l’Écriture Sainte au Séminaire de Saint-Sulpice (1860-1895) y después en el Instituto Católico de París (1890-1903). Il est ensuite appelé à Rome pour devenir le secrétaire de la Commission pontificale pour les affaires bibliques. Il est l’auteur d’un Manuel Biblique (1880), d’un Dictionnaire de la Bible (1891-1912) et concepteur d’une Bible polyglotte (1900-1909). Pág. 260: Charles Rohaut de Fleury, arquitecto (1801-1875). Entre otros estudios, escribió Les instruments de la passion (1870) y L’évangile, études iconographiques et archéologiques (2 vols. 1874). Pág. 260: Maximilianus Sandaeus o Maximilian van der Sandt, teólogo jesuita nacido en Amsterdam (1578 – 1656), Rector del Seminario de Würzburg, en Baviera. Capítulo XI. Pág. 277: sacerdote epimano (sacerdote épimane); épimane = loco rematado (ver el diccionario francés-español y español-francés de Melchior Emmanuel Núñez de Tabeada). Pág. 279: Reflexión de Durtal sobre la orientación de Jesús en la Cruz, de espaldas al mediodía y abrazando el norte. Aquí empieza una extensa descripción de los tres pórticos del transepto norte. Pág. 280: chanoine (canónigo) Vincent Davin, estudioso y exégeta francés del siglo XIX, autor de trabajos sobre Bossuet y obras del arte cristiano, fallecido antes de 1904. Pág. 282: «en la persona del hijo de la Sulamita». Debería decir: «la Sunamita», según el texto francés original («en la personne du fils de la Sunamite»). En efecto, Plomb se está refiriendo a un conocido pasaje de la vida del profeta Eliseo, cuando resucita al hijo de esa mujer de la ciudad de Sunem (Šunem, en el norte de Palestina, al este del Monte Carmelo y de la ciudad de Meguiddó o Megiddo); de ahí, «sunamita» (ver, 2R, 4, 8-37). De todos modos, a los oriundos de esa ciudad también se les puede aplicar el gentilicio de sulamitas (ver en el Diccionario de la Biblia de la editorial Herder el término «sulamita», pág. 1888). Pág. 282: Versión de los Setenta. Plomb se está refiriendo a la más antigua e importante traducción del AT en griego, la de los Setenta o alejandrina. El nombre procede de la leyenda transmitida por la epístola de Aristeas (que dice ser funcionario del rey Ptolomeo II Filadelfo, 285-247 a. C.), según la cual 72 judíos (6 por cada una de las doce tribus) habrían hecho la traducción en 72 días. Lo más seguro es que sólo el Pentateuco se tradujese bajo ese rey hacia el 250, mientras que los demás libros fueron traduciéndose posteriormente, estando concluida la tarea hacia el 150 a. C. Su gran importancia histórica consiste en que la Iglesia primitiva tomó de la sinagoga el AT en la versión de los Setenta. Desde el punto de vista de la crítica textual, su valor es muy grande, pues el texto aún no está contaminado por la tendencia a la uniformidad propia de los siglos I y II de la era cristiana (ver Diccionario de la Biblia, pág. 1997). Pág. 283: el cura Plomb afirma, basándose en la autoridad de San Agustín, que el AT es la historia anticipada del Hijo del Hombre, y del establecimiento de su Iglesia. Pág. 286: Simón Logotheta. Se trata de Simeón Logoteta (Syméon Métaphraste, llamado también Syméon Magistros o Syméon le Logothète), hombre de Estado e historiador bizantino del siglo X, autor de una importantísima Crónica sobre Bizancio que llegaba muy probablemente hasta la muerte del emperador Romano I Lecapeno en 948. Pág. 286: Suidas, lexicógrafo griego del siglo X. Pág. 286: Eón: en el gnosticismo, cada una de las inteligencias eternas o entidades divinas de uno u otro sexo, emanadas de la divinidad suprema. Pág. 286: Théodore le Changeur o Teodoro el Cambista, hereje del siglo III, discípulo de Théodore le Corroyeur, para quien Melquisedec no era un hombre sino una Virtud celestial, sobrepasando a Cristo, pues el sacerdocio de Jesús no era más que una copia del de Melquisedec. Los seguidores de esta herejía reciben el nombre de Melchisédéciens. A estos herejes se ha referido el abate Antoine Gachet d’Artigny en sus Nouveaux memoires d'histoire, de critique et de litterature (París, 1750, tomo III, pág. 79). Pág. 286: Dídimo el Ciego. Didymus o Dydime l’Aveugle (ca. 313 – 398), discípulo de Orígenes y teólogo de la Escuela de Alejandría. Pág. 294: Gedeón, uno de los jueces mayores, que luchó contra los madianitas y destruyó el altar de Baal. La prueba del vellón (lana) se narra en Jc 6, 36-40. Consistió en rogarle Gedeón a Yahveh que el vellón quedase una primera vez impregnado de rocío por la noche, y otra segunda vez que el rocío de la noche no lo humedeciese, dejándolo seco. Pág. 294: reloj de Achaz, Ajaz o Acaz (2R 20, 1-11). Alude al rey Ajaz, quien construyó zigurats y adoró ídolos. Una de sus innovaciones, quizás por iniciativa asiria, fue un reloj de sol. La Biblia de Jerusalén interpreta el pasaje de otro modo, pues en vez de referirse a un cuadrante solar, el comentario de la nota al pie dice que se trata de la escalera que sube al terrado construido por Ajaz (2R 20, 11). Pág. 294: la hija de Jefté o Yefté, uno de los jueces menores, que es inmolada por su padre, según una promesa hecha a Yahveh si vencía a los ammonitas (Jc 11, 29-40). Pág. 294: Jahel o Yael, que mató a Sísara, jefe del ejército cananeo (Jc 4, 17-22). Pág. 294: Josabeth o Yehoseba (Yehošebá), hermana de Ocozías y esposa del sacerdote Yoyadá (Yehoyadá), que ocultó en el templo a Joás (Yoás), proclamado rey de Judá con siete años (rey entre 836-797 a. C.). La familia de Yoás había sido asesinada por Atalyá (Atalía), madre de Ocozías (2R 11, 1-3). Pág. 294: Abigail, esposa del rey David, aunque no la madre del rey Salomón, como dice la novela (1S 25, 39-42). Pág. 295: «esa reina Belkis, Makèda o Candaule» (el texto francés, dice: «reine Balkis, Makéda ou Candaule»), denominaciones de la reina de Saba. Makéda, según la tradición etíope; Balqama, en Yemen; Balqis o Bilqis, en el islam; Nicaule la llama el historiador Flavio Josefo. El nombre Candaule parece un error, pues así se llamaba un rey semilegendario de Lidia, del siglo VIII a. C. Pág. 296: por error en la traducción se menciona el Eclesiastés, cuando el texto francés se refiere al Eclesiástico («l’Ecclésiastique»). El nombre de Jesús, hijo de Sirach, es el de Jesús Ben Sirá, según el texto griego autor del Eclesiástico (Si 50, 27) (Si = Sirácida, por Ben Sirá). Pág. 297: «esa figura, inteligente y severa, sería la del judío Baruch»; el texto francés dice: «cette figure, intelligente et sévère, serait celle du juge Baruch», es decir, que la traducción, en vez de escribir «juez», escribe erróneamente «judío» (ya que «juge» = juez). Parece referirse Plomb al profeta Baruc, secretario del profeta Jeremías, y autor de un pequeño libro del AT, colocado entre el libro de Las Lamentaciones y el de Ezequiel, pero que no reconoce la Biblia hebrea. Pág. 299: Marcel-Auguste Dieulafoy, autor de la monografía Le Roi David, de 1897. Pág. 299: Rabbá o Rabbat-Ben-Ammón, capital de los ammonitas, en el país de Ammón, al sur de Galaad y al este del río Jordán. Fue conquistada por David. Pág. 299: error al mencionar al profeta Nathan, que el traductor nombra como «profesor». Natán es un profeta de Israel de la época del rey David, que ejerció un gran influjo sobre él, reprendiéndolo por la seducción de Betsabé y la muerte de su esposo Urías; le prohibió la construcción del templo y aseguró la sucesión de Salomón. Capítulo XII. Pág. 310: Santa Perina. Se trata de Sainte-Périne o Sainte-Perrine, probablemente una santa de la Galia de época romana, quizás la forma popular de decir el nombre de Pétronille (Petronila). En Saint-Jean-au-Bois hubo una fundación religiosa desde época romana. Desde muy pronto los reyes de Francia tuvieron allí dominios, siendo uno de ellos el Palacio de Cuise. El Palacio que tenían allí los reyes ocupaba el territorio de Saint-Jean-au-Bois, la Brevière y Sainte-Perrine. Un escritor del siglo VI, Venantius Fortunatus, describe ese palacio de Cuise, frecuentado por Clotario I y por Chilperico y Fredegunda. Posteriormente, en el siglo XI, la jurisdicción pasa a los señores de Béthisy. En 1060, el rey Felipe I de Francia proporciona algunos canónigos. La Casa pasa a ser propiedad después de la reina Adelaida de Saboya, instalándose posteriormente en Cuise una comunidad de benedictinas bajo el patrocinio de Adelaida de Saboya, esposa de Luis VI el Gordo. A la muerte de Adelaida, su hijo, Luis VII, toma bajo su protección la fundación de su madre, haciendo una serie de donaciones. Luis VII y los señores de Pierrefonds protegen a la abadesa de la comunidad, Rosceline[6]. Pág. 315: Charles-Antoine Bridan (1730 – 1805), escultor francés, autor de los Épisodes de la vie de la Vierge, ocho bajorrelieves de mármol colocados en el coro de Chartres (1788). Capítulo XIII. Pag. 344: Durand de Mole. Debe decir Durand de Mende. Se trata del mismo autor mencionado en la pág. 109: Guillaume Durand (ca. 1230 – 1296), obispo de Mende (región de Languedoc-Roussillon) desde 1285. Pág. 344: Fortunat Amalaire: arzobispo de Trèves (Trier, Tréveris) al final del reinado de Carlomagno (ver el Dictionnaire historique des auteurs ecclésiastiques, Lyon, 1767, tomo I, pág. 54). Pág. 354: Jean de Beauce: Jehan Texier (?-1529), connu sous le nom de Jehan de Beauce est un architecte français chargé en 1506 de reconstruire le clocher (campanario) nord. Capítulo XIV. Dedicado al bestiario medieval. En estas páginas, hay alusiones eruditas a los significados simbólicos de diferentes animales reales o fabulosos, tales como el león, el buey, el águila, los dragones, el grifo, el basilisco, la comadreja, el fénix, el unicornio, la Wivre, la taranda (le tharande; en castellano existe el término «tarando», que es un reno), la manicora (le manicore; aparece mencionado en el Diccionario de símbolos de Juan-Eduardo Cirlot), el fraile de mar (le moine de mer), el león-barro (le léoncrotte; también llamado léoncrocutte o leucrocotte; en latín, leoncrocuta, leoncrocota, leucrocota, leucrociita, leutrochocha o leiicurctita; Plinio lo menciona en su Historia Natural)[7], el gallo, el pavo real, el pelícano, el gorrión, el ruiseñor, la alondra, el buitre, el milano, el cuervo, el mochuelo, el búho, la urraca, la abubilla, el lobo, el zorro, el jabalí, el leopardo, la hiena, el sapo, el ciervo, la cabra, el erizo, el caballo, el burro, el perro, el gato, la liebre, el caracol, el mono, el lagarto, la víbora y algunos más. Los significados proceden de autores eclesiásticos muy diversos. Pág. 372: Adamantius, médico y físico griego antiguo de origen judío, que vivió entre finales del siglo IV y principios del siglo V. Obligado a huir de Alejandría en 415, se refugió en Constantinopla, donde hubo de abrazar el cristianismo. Fue autor de un tratado de fisiognomía. Pág. 373: Pierre le Chantre (Petrus Cantor, † 22 septiembre de 1197) est un lettré y teólogo escolástico cristiano du XIIe siècle. Pág. 374: Jules Berger de Xivrey, né à Versailles le 16 juin 1801 et mort à Saint-Sauveur en Braye Seine-et-Marne le 29 juillet 1863, est un bibliothécaire et historien français, considéré comme l’un des érudits notables de son temps. Pág. 374: Novela de Alejandro, Romance de Alexandre o Roman d’Alexandre, se refiere a cualquiera de las múltiples colecciones de leyendas que tratan de las míticas hazañas de Alejandro Magno. La versión más antigua está escrita en griego en el siglo III (el Pseudo Calístenes). De las versiones francesas, la más conocida es el Roman d’Alexandre, de hacia 1170, atribuida por algunos a Alexandre de Bernay. En español, el Libro de Alexandre, del primer tercio del siglo XIII. Pág. 377: Thomas de Catimpré o de Catinpré (Cantipatranus), teólogo del siglo XIII nacido en Lovaina en 1201. Fue canónigo de la abadía de Catimpré, cerca de Cambrai, y, después, miembro de la Orden de Santo Domingo. Murió hacia 1280. Su obra más importante es la titulada Bonum universale de Apibus (cuya mejor edición es la publicada en la ciudad de Douai –Dowaai–, al norte de Francia, en 1627)[8]. Pág. 378: San Pacomio, Pacôme le Grand, Pacôme de Tabennèse o Tabennêsis (en latín, Pachomius Tabennisiensis; en copto, Pachom), nació en la Tebaida, ca. 292, y murió el 9 de mayo de 346. Fue uno de los fundadores de la vida cenobítica. Pág. 382: thymiaura, perfume compuesto de diversos ingredientes. Pág. 382: Venerabile Francesco Olimpio (Nápoles, 1559 – 1639), perteneciente a la Orden de los Teatinos. Pág. 383: Santa Rosa de Viterbo (1234-1252), virgen, perteneciente a la Orden Tercera de San Francisco. / San Cayetano: Cayetano de Thiene (Vicenza, 1480-Nápoles, 1547), cofundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos / Santa Catalina de Ricci (1522-1590), florentina, de la Tercera Orden de Santo Domingo de Guzmán. / Christine de Stumbèle (Kristina av Stommeln), cuya vida escribió su confesor, Pedro de Dacia (Pierre de Dacie, Petrus Daciensis o Peter from Denmark, es decir, Pedro de Dinamarca, nacido en la isla de Gotland, al SE de Escandinavia, perteneciente a Suecia, que vivió entre 1230/1235 y 1289 y era miembro de la Orden de los dominicos). Cristina nació hacia 1242, en Stumbèle o Stommeln, cerca de Colonia. El cura Gèvresin le hace a Durtal un breve resumen de la vida de esa santa mujer, constantemente perseguida por el Maligno[9]. Pág. 387: Quercetanus. Joseph Duchesne o Joseph du Chesne (Quercetan; en latín, Josephus Quercetanus) (c.1544-1609), físico, médico y alquimista francés. / Bartolomé de Glanville: Bartholomeus De Glanvilla o Barthélémi de Glanville (de Glanvil), monje franciscano fallecido hacia 1360. / Pierre de Bressuire. Bressuire es una localidad del centro-oeste de Francia, que alcanzó un amplio desarrollo en el siglo XV bajo los vizcondes Pierre II d’Amboise y Louis d’Amboise. Es posible que Huysmans se esté refiriendo a otro miembro de la Casa de Amboise, a Pierre III d’Amboise (c. 1450-1505), obispo de Poitiers y gran mecenas de las artes. / Hildeberto. Puede tratarse de Hildebert de Lavardin o Hildebert de Tours (1056 – 1133), clérigo y reformador francés, poeta y escritor brillante, que fue obispo de Le Mans entre 1097 y 1125 y arzobispo de Tours desde 1125 hasta su muerte. / Felipe de Thann: Philippe de Thaon o de Thaun, monje y poeta anglo-normando de comienzos del siglo XII, autor de un poema, Le Bestiaire, de 3194 versos. / Guillermo de Normandía: Guillaume Le Clerc de Normandie, poeta anglo-normando del siglo XIII, autor, hacia 1210, de un Bestiaire divin de 3290 versos en los que lleva a cabo una explicación alegórica y moral de cada animal. / Gautier de Metz, también llamado Gauthier, Gossuin o Gossouin de Metz, poeta y eclesiástico del siglo XIII nacido en Metz y autor del poema L’Image du monde. / Richard de Fournival (1201 – 1260), médico, alquimista, poeta, clérigo y erudito francés, autor de un Bestiaire d’Amour. Pág. 388: Federico Portal. Se trata del barón Pierre Paul Frédéric Portal (1804 – 1876), que escribió en 1837 la obra Des Couleurs Symboliques (Symbolic Colours). Pág. 389: Louis-Claude Fillion (1843-1927), profesor de Sagrada Escritura, de hebreo y exégeta francés, de vasta erudición. / Henri Lesêtre (1848-1914), sacerdote de Saint-Étienne-du-Mont, estudioso de La Biblia y autor de una vida de San Enrique, el emperador alemán, publicada en París en 1899. / El cura Gèvresin le dice a Durtal que nunca ha habido una fauna mitológica en los Libros Santos. El texto hebreo de La Biblia ha sido desfigurado por quienes lo tradujeron al griego y al latín. Entre los animales mal traducidos del texto hebreo, Gèvresin menciona la lamia (en realidad un autillo o un mochuelo, y no la criatura femenina mitológica[10]), el unicornio (que es el auroch[11] de los bajorrelieves asirios, es decir, un buey primitivo), el behemot (un rinoceronte o un hipopótamo; el Libro de Job, no obstante, lo menciona expresamente en 40, 15, en la traducción de la Biblia de Jerusalén, identificándolo en nota al pie con el hipopótamo) y el leviatán o léviathan (un desmesurado reptil, una boa gigantesca; también lo nombra el Libro de Job, 40, 25, que la Biblia de Jerusalén asocia al cocodrilo; también en Isaías, 27, 1, donde el propio texto bíblico, nada más mencionarlo en este pasaje, lo identifica con una “serpiente huidiza”; asimismo, Leviatán es mencionado por el Libro de los Salmos en dos ocasiones: Sal 74, 14, y Sal 104, 26). / El sacerdote Plomb dice que se podría redactar una lista de los pecados capitales compuesta por animales. / Págs. 392-393: el sacerdote Plomb enumera algunos santos y los animales con los que están asociados. Entre ellos, San Marcelo, centurión de la Legio VII, que nació y vivió en León (Hispania), siendo decapitado en Tánger el 29 de octubre de 298. / San Germán (Auxerre, c. 378 – Rávena, 448), obispo de Auxerre, fue enviado a las Islas Británicas para combatir a los pelagianos (que minimizaban la función de la gracia divina y exaltaban la primacía y la eficacia del esfuerzo personal). / San Auberto: Saint Aubert d’Avranches (660-c.725), nombrado obispo de Avranches (Baja Normandía) en 704. / Santa Francisca Romana (Roma, 1384-1440), fundadora de la Congregación de las Oblatas Benedictinas. / San Huberto, Huberto de Lieja o Saint Hubert de Liège (656/658-727), obispo de Tongres (en la región flamenca de Bélgica) y de Maastricht. / Saint Rieul, uno de los primeros evangelizadores de la Galia, murió a finales del siglo III, habiendo sido el primer obispo de Senlis. / Saint Landry de París (Landericus), † 661, obispo de París en 650. / San Vito de Lucania o Saint Vitus (conocido también como Guido o Guy, nombrado también en la pág. 418), fue martirizado en 303. / Santa Ida o Saint Ida of Herzfeld (c. 788 – c. 825), viuda de un duque sajón, se le atribuye la creación de la primera iglesia de Westfalia. / San Expedito o Saint Expédit, comandante romano en Armenia, fue decapitado en 303 en Melitene, en Capadocia. / Saint Waast o Saint Vaast d’Arras († en Arras en 540): procedente de una familia noble galorromana, llevó una vida eremítica, hasta que se ocupó de la formación cristiana del rey de los francos, Clodoveo, por indicación de la esposa de éste, Santa Clotilde. La conversión de Clodoveo ocurrió en 496. / San Norberto o Norbert of Xanten (Xanten, Renania, c. 1080 – Magdeburgo, 1134), fundador en 1120, en Prémontré, cerca de Laon, en Picardía, de la Orden de los Premonstratenses. / Saint Remacle (ca. 600 – ca. 669), fundador de la abadía benedictina de Stavelot en 651, en la provincia actual de Lieja, y primer abad de la abadía benedictina de Solignac, cerca de Limoges. / Saint Arnoul de Pamèlle: Arnoult de Soissons, Arnoult d’Audenarde, Arnulf de Pamèle o San Arnoldo de Soissons (Oudenbourg, en la región flamenca de Bélgica, 1040 – 1087). Soldado y monje benedictino en la abadía de Saint-Médard de Soissons. Fue obispo de Soissons (en la Picardie). / San Conrado Confalonieri de Piacenza (ca. 1290-1351), de la Orden Tercera de San Francisco / Pág. 393. San Félix de Nola (ca. 200 – ca. 250), obispo de Nola, en la actual provincia de Caserta, fue martirizado bajo el reinado del emperador Decio. / Santa Margarita de Cortona (Laviano, Umbría, 1247 – Cortona, Toscana, 1297), de la Orden Tercera de San Francisco. / San Gil o Saint Gilles l’Ermite (eremita), nacido en Atenas en 640 y fallecido en Saint-Gilles, en el Languedoc, en 720. Su vida está asociada a la erección del monasterio de Saint-Gilles-du-Gard. / San Lobo, Saint Leu o Saint Loup (también mencionado en la pág. 418), obispo de Troyes (Champagne-Ardenne), muerto en 478 o 479. Fue compañero de Saint Germain d’Auxerre o Saint Germain l’Auxerrois. Libró a Troyes de Atila. / San Adrián (de Nicomedia). L’histoire d’Adrianus (Saint Adrien) et de sa jeune épouse Natalie (Sainte Nathalie, Natacha) la cuenta Santiago de la Vorágine en La leyenda dorada. Murió martirizado en 306 por orden del emperador Galerio. / San Luciano de Antioquía (Samosata, ca. 235 – Antioquía, 312). Sacerdote y mártir. Fundador de la Escuela exegética de Antioquía, cuya doctrina abrió el camino al arrianismo. / San Cutberto: San Cuthbert de Lindisfarne (c. 634 – 20 marzo 687), monje y obispo anglosajón, uno de los más importantes santos de la Inglaterra medieval y santo patrón de Northumbria (uno de los reinos de la Heptarquía anglosajona), de donde era oriundo. Fue prior del monasterio-castillo de la isla de Lindisfarne, al NE de Inglaterra. / San Gontrán (c. 545 – Chalon-sur-Saône, 592). Fue rey de los francos merovingios. Rey de Borgoña entre el 561 y el 592, así como de otros territorios, tales como París y Orleáns, era hijo de Clotario I y favoreció la difusión del cristianismo en sus Estados / Santa Gertrudis la Grande (Eisleben, 1256 – monasterio de Helfta, cerca de Eisleben, en Sajonia, c. 1302), monja benedictina cisterciense y mística alemana / San Cornelio (Saint Corneille) († 253). Papa de 251 a 253. Murió en el exilio, en Civitavecchia, por orden del emperador Gaius Vibius Trebonianus Gallus (Treboniano Galo). / Santa Blandina: Saint Blandine de Lyon (Lugdunum), martirizada bajo Marco Aurelio en el mes de julio de 177. / San Sebaldo: Sebaldo o Sinibaldo de Nuremberg (Sebaldus von Nürnberg) fue un eremita legendario, misionero en Franconia. Algunos autores lo sitúan en el siglo VIII y otros en el XI. / Santa Aldegunda: Saint Aldegonde o Adelgonde (Aldegundis o Adelgundis) (ca. 639–684), fue la primera abadesa, en 661, de la abadía de monjas benedictinas de Maubeuge, en la región Nord-Pas-de-Calais. / Santa Escolástica (Nursia, ca. 480 – Piumarola, cerca de Montecassino, ca. 543 o 547). Hermana gemela de San Benito de Nursia, fundó un monasterio de mujeres cerca del de Montecassino. Capítulo XV. Pag. 401: Volucrarios, es decir, Bestiarios medievales dedicados a las aves. Pág. 404: referencia a San Bartolomé, mencionado en los Sinópticos y omitido por San Juan, que menciona en su lugar a Nathanaël o Natanael (Jn 1, 45-49; Jn 21, 2). Para San Bernardo de Claraval, piensa para sí Durtal, ese apóstol, Natanael o Bartolomé, podría ser el esposo de las bodas de Caná. Pág. 405: Durtal piensa que Judas Tadeo (o Lebeo) era hijo de Cleofás y de María. De esta María, opina que es prima hermana de la Virgen. En cuanto a la primera opinión, es la misma que la de Ana Catalina Emmerich, que nos dice también que Judas Tadeo era hermano de padre y de madre de Santiago el Menor y de Simón el Cananeo. Pero, en cuanto a la segunda opinión, hay una pequeña diferencia respecto a la visión de la monja alemana. Para ésta, esa María, esposa de Cleofás y madre de Judas Tadeo, era hermana de María Salomé, es decir, la esposa de Zebedeo y madre de Santiago el Mayor. En otro lugar, sugiere la religiosa agustina que esa María, esposa de Cleofás, era hija de la hermana mayor de la Virgen, María de Helí, y, por tanto, sobrina, y no prima hermana, de la Virgen María[12]. Pág. 412: Santa Catalina de Génova o Caterina Fieschi Adorno (Génova, 1447 – 1510), de familia noble, escribió un célebre Tratatto del Purgatorio. Pág. 415: Durtal resume el conjunto exterior de Chartres en tres palabras: Latría, esto es, culto de Nuestro Señor, en el Pórtico Real; Hiperdulia, es decir, culto de la Santísima Virgen, en el pórtico norte, y Dulía, esto es, culto de los santos, en el pórtico sur. Pág. 418: relación de algunos santos con determinadas enfermedades. Cuando habla del mal de San Aventín, que es el catarro (rhume, en francés), parece referirse a Saint Aventin de Chartres, que fue obispo de esta ciudad, retirándose a Châteaudun (departamento Eure-et-Loire) donde vivió como eremita, falleciendo en 520 (esta última información procede de © María José Fuster Brunet, en un texto publicado en internet en 2009). Otros autores sitúan la muerte hacia 528. / San Fiacre: Saint Fiacre (en irlandés Fiáchra, en latín Fiacrius, Fiacrus), monje de origen irlandés que fundó en el siglo VII un monasterio próximo a Meaux, en la Île-de-France. / Santa Reina: Reina era una joven pastora cristiana que vivía en Alise (Borgoña), nacida en 238 y martirizada por orden del procónsul romano Olibrius el 7 de septiembre de 253, por querer abusar de ella y negarse la joven. El nombre de Olibrius ha quedado en la lengua corriente para designar a un bravucón, a un fanfarrón cruel, o, como dice Molière: «Courage, mon garçon: tout heur nous accompagne; / Mettons flamberge au vent et bravoure en campagne, / Faisons l’Olibrius, l’occiseur d’innocents» (L'Étourdi ou les Contretemps, acte III scène 4. La etimología del latín provendría de occidio –ōnis f.: matanza, carnicería, exterminio). El culto de Santa Reina existe desde el siglo IV, como atestiguan numerosos objetos arqueológicos con el nombre de “Regina”. / Santa Apolonia de Alejandría, mártir ca. 249. Capítulo XVI. Durtal se marcha de Chartres, se despide de sus amigos y emprende, en compañía del sacerdote Plomb, un viaje hacia la abadía de Solesmes, donde piensa residir un tiempo y decidirse acerca de su vocación monacal.
Bibliografía complementaria.— *Claudine Lautier, Les vitraux de la Cathédrale de Chartres. http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/bulmo_0007-473x_2003_num_161_1_1180 *Marcel Cressot. La phrase et le vocabulaire de J.-K. Huysmans; contribution a l’histoire de la langue française pendant le dernier quart du XIXe siècle. *Félix Édouard Guérin-Méneville (sous la direction de). Dictionnaire d’histoire naturelle et des phénomènes de la nature. Tomo VII. París, 1838.
[1] En 1858-1860, los tres volúmenes de La vie de Notre-Seigneur et Sauveur Jésus-Christ (Das Leben unsers Herrn und Heilandes Jesu Christi) fueron publicados por el redentorista Karl Erhard Schmöger (1819-1883) según los manuscritos de Clément Brentano, profundamente modificados y enmendados. [2] El Libro de las Fundaciones está disponible en: http://mercaba.org/FICHAS/Santos/TdeJesus/fundaciones_00.htm [3] Sobre Combalot puede consultarse la biografía de Mgr Ricard, L’abbé Combalot. Missionnaire apostolique. L’Action Catholique de 1820 a 1870 (París, Gaume et Cie Éditeurs, 1892). Disponible en: https://archive.org/stream/labbcombalotmi00rica#page/n9/mode/2up [4] Jean-Baptiste Pitra nació en Champforgeuil, cerca de Autun el 12 de agosto de 1812 y murió en Roma el 9 de febrero de 1889. Jean-Baptiste Pitra estudió en el seminario en Autun, fue consagrado sacerdote en 1836 e ingresó en la orden benedictina en 1840, viviendo en la abadía de Solesmes. En 1843 fue enviado como prior a un nuevo monasterio en París, desde donde hizo viajes por toda Francia, Suiza, Holanda, Bélgica e Inglaterra en beneficio de su orden. Se entregó a la investigación histórica y en París ayudó al proyecto Patrología de Migne, ayudando en la publicación de los primeros cuatro volúmenes. En 1858 el papa Pío IX le envió a Rusia con la esperanza de efectuar una unión con la Iglesia griega, siendo ocasión para que prosiguiera sus investigaciones en archivos, monasterios y bibliotecas. En 1861 entró al servicio de la Propaganda; dos años más tarde fue cardenal sacerdote; en 1869 era bibliotecario del Vaticano, en 1879 cardenal obispo de Frascati y en 1884 se retiró al obispado de Porto. Fue un sincero defensor de la supremacía papal. Fue autor de Études sur la collection des actes des saints par les Bollandists (París, 1850) y Histoire de Saint Léger (1846). Su mayor obra es Spicilegium Solesmense (4 volúmenes, 1852-58), seguida por Analecta sacra spicilegio Solesmensi parata (8 volúmenes, 1876-91) y Analecta novissima (2 volúmenes, 1885-88). Es monumental y de inmenso valor, ya que es un tesoro de documentos que hasta entonces estaban sin publicar relativos a la historia eclesiástica. Hay que añadir también Juris ecclesiastici Græcorum historia et monumenta (Roma, 1864-68) y Triodion katanacticon (1879), fruto ambas de cuatro años de viajes y estudio especial después de 1858, cuando el Papa encaminó su atención a los cánones antiguos y modernos de las iglesias orientales. Igualmente hay que mencionar Hymnographie de l'église grecque (1867). [5] Puede tratarse: a) de Saint Eucher d'Orléans ou Eucherius, monje benedictino y obispo de Orleáns (ca. 695 – ca. 743). Murió en la abadía de Saint-Trond, en la actual provincia belga de Limbourg; b) Eucher de Lyon (370 – 449), procedente de una gran familia galorromana, que fue senador y después monje en Lérins, llegando a convertirse en obispo de Lyon entre 435 y 449. [6] Esta información procede del libro Compiègne et ses environs, escrito por Léon Ewig (París, 1836, cap. VIII). También debe consultarse el Étude sur Sainte-Périne (Forêt de Compiègne), de Paul Lambin (Compiègne, 1904).[7] Algunos de estos últimos animales fabulosos aparecen descritos en un voluminoso estudio de Alfred Louis Auguste Franklin (1830-1917), bibliotecario, historiador y erudito francés, titulado Vie privée d'autrefois, un total de 27 volúmenes publicados entre 1887 y 1902. La parte dedicada a La zoologie aux treizième et quatorzième siècles (París, Plon, 1897), está publicada en internet. Este vasto estudio, que también hace numerosas referencias a escritores medievales, sin duda era conocido de Huysmans. [8] Puede consultarse, del abate Jean-Baptiste Ladvocat, el Dictionnaire historique portatif, Basle (Basilea), Libraire de Jean-Jacques Schorndorff, 1758, volumen 2, pág. 680.[9] Aunque Huysmans no lo cita, es seguro que conocería otra importante referencia de la vida de Christine de Stumbèle. Nos referimos a Joseph von Görres (1776-1848). La mystique divine, naturelle et diabolique, París, 1854, tomo III, livre cinquième, chapitre XXVI (“Christine de Stumbèle. Dominique de Jésus-Marie”), págs. 403 y ss. [10] Pierre Grimal, en su Diccionario de mitología griega y romana (Barcelona, Paidós, 1984, págs. 303-304), dice sobre Lamia: 1. Que es hija de Posidón y que tuvo con Zeus a la Sibila Libia. 2. Que es un monstruo femenino del que se decía que robaba a los niños y que las amas lo empleaban para asustarlos. Hay varias leyendas asociadas a este monstruo. Los autores que hablan de Lamia, cuyos exactos pasajes menciona Grimal, son varios, entre ellos Pausanias, Plutarco, Apolodoro de Rodas, Aristófanes, Diodoro Sículo, Estrabón y Filóstrato. [11] El aurochs o Bos primigenius primigenius, un bóvido de la época del Paleolítico. [12] Sobre esta ardua cuestión en torno a la identidad de María Cleofás, consúltense mis anotaciones sobre las visiones de Ana Catalina Emmerich en relación a la Pasión de Cristo. Están publicadas en los Recursos de Geografía e Historia de la Plataforma virtual del Instituto Politécnico de Málaga (www.politecnicomalaga.com/aulavirtual), en la sección de Teología y de Religión. En esos mismos Recursos hay publicado un extenso Power Point, complementario de estas anotaciones sobre la novela La Cathédrale, elaborado asimismo por Enrique Castaños.
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