Un esquema triádico y simbólico
ENRIQUE
CASTAÑOS
Con un dibujo firme
y seguro, delimitando con una gruesa línea negra los contornos de las figuras y
con una estructura compositiva sólida y simétrica ha construido Francisco
Hernández la pintura que servirá de matriz para el cartel de la Feria de Málaga
de agosto de
2008.
Sólo un gran artista puede llegar con tan pocos elementos a expresar e incluir
en su cuadro los aspectos esenciales que han definido el arte occidental durante
siglos, y lo hace, además, con un lenguaje que entronca en más de un aspecto con
la vanguardia histórica. El esquema compositivo es, al mismo tiempo, triádico y
altamente simbólico. Tres bailaores, un hombre en el centro y dos mujeres a los
lados, determinan ese carácter de tríada, ya que los tres seres están
estrechamente vinculados entre sí. Desde la tríada capitolina en la antigua Roma
hasta las tres personas de la Trinidad en el cristianismo, desde las tres
Gracias de la mitología griega hasta el monstruo tricéfalo que acompaña al dios
egipcio Serapis, el esquema triádico se ha repetido una y otra vez desde el arte
grecolatino hasta la grandiosa construcción hegeliana, y Hernández lo sigue
empleando con absoluta naturalidad, otorgándole ese substrato mediterráneo tan
consustancial a toda su pintura. El simbolismo de la pintura de Hernández no
sólo está relacionado con el número tres, sino también con el misterio del cante
y del baile flamenco, que es tanto como decir que estamos ante una danza de
carácter sexual, o al menos erótico. Por otro lado, el contraste entre los
arabescos del fondo y el clasicismo de las cabezas, entre el fondo neutro y los
perfiles coloreados de las figuras, pero, sobre todo, la composición piramidal,
de fuerte sabor renacentista, hacen posible este encuentro con la obra de un
verdadero maestro del dificilísimo arte de la pintura.

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 23 de julio de 2008
