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Dr. Erdmann Hanisch[1]. Historia de Rusia. Madrid, Espasa-Calpe, 1944. Traducción directa del alemán de Guillermo Sans Huelin.
*Comienza Hanisch recordando las palabras de la Crónica de Néstor: «Nuestro país es grande y rico, pero no existe en él orden alguno». Los tres principales linajes rusos son los grandes rusos (los eslavos orientales), los rusos blancos (los eslavos occidentales, es decir, la Rusia europea) y los pequeños rusos (los eslavos meridionales, esto es, Ucrania). Los eslavos orientales serían una ramificación de los occidentales y de los meridionales. *Hasta la etapa próxima a la decadencia del principado de Kiev, sigue Hanisch, en líneas generales, las indicaciones contenidas en la Crónica de Néstor o Relato de los años pasados, la fuente historiográfica más antigua conocida acerca de la Historia de Rusia, cuya primera compilación la hicieron monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev, hacia 1040, y cuya redacción definitiva se puede establecer en la segunda década del siglo XII, en el mismo monasterio. *Las condiciones geográficas y naturales, según se trate de bosque, río o estepa, condicionó las formas de vida, las costumbres y la actividad económica. El bosque proporcionaba caza, miel, leña, pieles y cera. En los terrenos llanos, predominó el cultivo y la ganadería. Los ríos sirvieron sobre todo como vías de transporte de mercancías, así como fuente de aprovisionamiento de pescado. *La escritura de los antiguos eslavos era bastante indiferenciada. Las particularidades idiomáticas avanzaron lentamente. *Las principales divinidades de la época precristiana eran Peruns (Perun), que era el dios supremo, dios del rayo y del trueno; Weles o Wolos, dios del ganado; Daschbog (Dazh’bog), dios del Sol; Swarog, dios del fuego; Stribog, dios del aire; Mokosch (Mokosh), invocado sobre todo por las mujeres; Chors (Jors), Semargl (Simar’gl) y Pereflut[2]. Culto a los antepasados. Complicación del ceremonial funerario. Inexistencia de templos. Los dioses habitaban el campo, los bosques y el agua. Sacrificios, y, en ocasiones, incluso humanos. Ídolos de madera. *El aumento de población y la extensión de los asentamientos fue permitiendo que los lazos de la sangre diesen paso a la dependencia territorial por comarca y tribu como principio de organización social. La independencia familiar supuso la repartición de la propiedad de la organización de parentela como bienes particulares familiares. *La asamblea de hombres libres capaces de llevar armas es el vece, wjetsche o veche, que se reúne bajo la dirección del más anciano, starosta. La relación entre diferentes distritos originó el volost o wolost, es decir, el país de una tribu o de una población con su hinterland. Con el incremento de la propiedad individual se acrecentó la estratificación social. *Importancia comercial de la vía fluvial del Dniéper, sobre todo para los eslavos orientales. Desde el principio de la existencia histórica de Rusia, se distinguen Kiev en el sur, junto al Dniéper, y Novgorod en el norte, junto al lago Ilmen. *Papel decisivo de los germanos vikingos procedentes de Suecia, los llamados varegos, que, después de cruzar el Báltico, se convirtieron en colonizadores del territorio de Rus y se hicieron pronto comerciantes. En este sentido hay que distinguir también entre las ciudades comerciales y los burgos fuertemente protegidos (gorosdisce). *La tesis historiográfica dominante es aquella que sostiene que son estos varegos los principales responsables de la fundación del Estado ruso, cuyo origen está en Kiev. Hanisch no comparte la opinión de que el término eslavo Rus procede del finlandés Ruotsi (= remeros, puesto que esos varegos o normandos llegaron remando desde el Báltico). Para Hanisch, el término varego proviene lingüísticamente de la Germania septentrional, de la palabra vaeringjar (confederados). Está claro que los varegos controlaron pronto la vía del Dniéper. Los caudillos y las mesnadas germánicas se vieron robustecidos por los eslavos, que la Crónica de Néstor llama druschinos (se refiere a la druzhina de un príncipe o caudillo eslavo, esto es, sus hombres de armas de confianza). *La dominación de los varegos se concreta en el Estado ruso de Novgorod al norte y el Gran Principado de Kiev al sur. *Según la Crónica de Néstor, hacia 862 tres hermanos llegaron como caudillos de los rusos suecos. De los tres sólo quedó Rurik (Rjurik), que controló extensos territorios: la región del lago Ladoga, del lago Ilmen, la ciudad de Novgorod, el SO del lago Onega y la ciudad de Isborsk (al oeste de Pskov y al sur de lago Peipus). Según la Crónica, dos fieles de Rurik, los nobles Askold y Dir, que no eran de la casta de Rurik sino que eran boyardos, le pidieron permiso para atacar Constantinopla. El ataque, que se produjo en el 860, aprovechando la ausencia del basileus Miguel III, fue un fracaso. En 879 muere Rurik. Como su hijo, Igor, era muy joven, lo puso bajo la tutela de Oleg, que era de la parentela de Rurik. Con Oleg se inicia la Historia de Rusia. *El dominio de Oleg se extendió desde el 879 hasta el 912. Según la Crónica protegió a Igor. El objetivo de Oleg el Sabio es dominar políticamente la vía comercial del Dniéper, que estaba económicamente bajo la influencia de los varegos. Smolensko, Tchernigov (Chernigov, a orillas del río Desna) y Kiev cayeron en sus manos. Logró unificar el norte (Novgorod) y el sur (Kiev). Se fue aproximando a Bizancio. Entre el Imperio y Kiev existía ya una relación que había hecho posible en esta ciudad la presencia de una comunidad cristiana. En 911 se firmó un tratado comercial entre Kiev y Bizancio. La colocación por parte de Oleg de personas de su confianza al frente de determinadas provincias, permitió el desarrollo, sin embargo, de un poder principesco de carácter local. A finales del siglo X, los ruríkidas habían logrado atraerse por la fuerza o por la astucia a la mayoría de estos príncipes locales, encontrándose así como únicos dominadores de Rusia. Los intereses económicos facilitaron la fusión de los germanos con los eslavos, quedando aquéllos, mejor dicho, su capa social superior, embebidos por éstos. *El sucesor de Oleg es Igor (912-945), el hijo de Rurik. No sabemos muy bien por qué no subió Igor al trono cuando tuvo edad de empuñar las armas. Igor se casó con Olga (Helga), natural de Pskov e hija de un príncipe normando. Cuando Igor subió al poder hubo revueltas, como la de los derewljanos (drevljane o drevlianos, por encima del curso alto del Dniéster), que fueron sofocadas. En general, Igor fue más débil que Oleg. El ataque contra Bizancio de 941 fracasó. Otro segundo ataque también fracasó en 944. Igor tuvo que pagar tributos a Constantinopla. Igor murió asesinado cuando pretendía con los suyos cobrar tributos entre los drevlianos. Se hizo cargo entonces de la regencia la enérgica Olga, su viuda, entre el 945 y el 964. Se vengó de los drevlianos y de su príncipe Mals, que proyectaba casarse con ella (la venganza tan germánica de Olga puede compararse con la de Krimilda por la muerte de Sigfrido). Puso orden en el reino y perfeccionó la recaudación de tributos, sobre todo en la región de Novgorod, muy descuidada por Igor. Un auténtico peligro lo constituían los Grandes, como Swenaldo, que durante un tiempo fue voivoda de Kiev a la muerte de Igor. El hecho trascendental, sin embargo, es el bautismo de Olga en Constantinopla en 957 (según la Crónica, en 955), bajo el reinado de Constantino VII Porfirogeneta, en el que adoptó el nombre de Elena, que era el de la emperatriz bizantina. La decisión de llevarlo a cabo en la capital del Imperio fue política, a fin de fortalecer las relaciones entre ambos Estados. Es incluso posible que Olga estuviese ya bautizada. No olvidemos que continuaba existiendo una reducida comunidad cristiana en Kiev. En 959 envió Olga una embajada a Otón I, para que le mandase un obispo y varios sacerdotes. El monje Adalberto de Trier (Adalberto de Tréveris), después obispo de Magdeburgo († 981), se presentó en Kiev, pero el hijo de Olga y de Igor, Sviatoslav, no tenía ningún interés en el cristianismo. La prueba de que Olga no se hizo cristiana por razones sólo políticas, es que hizo todo lo posible por la conversión de su hijo. *Sviatoslav se hizo cargo del reino entre el 964 y el 972. Había mucho en él todavía de germánico. La Crónica nos informa sobre su austero modo de vida y cómo lo compartía todo con su druzhina. También refiere la Crónica la respuesta que dio a su madre en relación a la conversión al cristianismo: «¿Cómo podría yo solo aceptar otra creencia? Mi druzhina se reiría de ello». Sin embargo, no impidió las conversiones. En primer lugar, Sviatoslav dirigió su atención hacia el este. Sus incursiones en la región del río Oka[3] (966) tuvieron éxito. También luchó contra tribus situadas al norte del Cáucaso. También se dirigió contra los búlgaros establecidos en la región del río Kama[4], conquistando su capital, Bolgar o Bulgar [5]. El Volga se encuentra ya en la zona de influencia rusa, pero el ocaso de los chasarios deja sin protección la entrada a la Rusia septentrional desde Asia. Cuando Sviatoslav regresó a Kiev de estas expediciones, encontróse con una embajada bizantina enviada por Nicéforo II Focas (963-969) que solicitaba su colaboración contra Pedro de Bulgaria (927-969). La pretensión de Bizancio era extender su influencia sobre los Balcanes, pero estaba debilitado por las luchas contra los árabes. El agente imperial Kakokyres (Kalokyros, † 971), que aspiraba al trono bizantino, le propuso a Sviatoslav el mando sobre Bulgaria. La Crónica dice: «Sviatoslav marchó por el Danubio contra los búlgaros y tomó 80 poblaciones situadas en el Danubio. Y se estableció allí como dominador en Pereyaslavets[6]». La opresión de Sviatoslav sobre los búlgaros, forzó el acuerdo de éstos con el basileus, que incitó a los pechenegos a atacar Kiev. Sviatoslav la salvó. Cuando su anciana madre Olga murió el 11 de julio de 967, Sviatoslav dejó la ciudad, quedándose en ella como príncipe su hijo Jaropolk (Príncipe de Kiev entre 972-980, en que cae asesinado); su segundo hijo, Oleg († 977), quedóse con los drevlianos (derevlianos o drevlyans), y su hijo ilegítimo, Vladímir, en Novgorod. Dirigióse Sviatoslav hacia Bulgaria, donde finalmente tuvo que rendirse debido a las acciones del nuevo basileus, Juan Tzimiskes (Juan Tzimisces, 969-978; [según Georg Ostrogorsky, hasta 976]). Murió luchando contra los pechenegos (primavera de 972), que «se apoderaron de su cabeza», dice la Crónica. Antes de morir, Sviatoslav había repartido el reino entre sus tres hijos. Pero entre ellos, Jaropolk, Oleg y Vladímir, surgieron enfrentamientos. En 977, Jaropolk se apoderó del territorio de Oleg. Vladímir huyó hacia Escandinavia, quedando así Jaropolk como único Príncipe. Con el apoyo de los normandos, Vladímir reconquistó Novgorod y se apoderó de Kiev. *El reino de la dinastía ruríkida quedó unido de nuevo, pues, bajo Vladímir I el Santo (980-1015). Este hijo de Sviatoslav y de la eslava Maluscha (Malfrida), había heredado el carácter de su padre. Ejerció la represión y protegió las fronteras. Con brutalidad eliminó a los príncipes de otras dinastías varegas que se le opusieron, como Rogvolod († 978) de Polozk[7]. Tomó por esposa a Rogned (Rogneda, 962-1002), hija de Rogvolod y que había estado prometida a Jaropolk. Realizó expediciones para asegurar las fronteras orientales hasta el Volga, así como otras para proteger el noroeste. En 981 tomó Przemysl[8] y Tscherwen[9]. A su tutor y tío Dobrynia (Dobrynya), hermano de su madre, lo instaló en Novgorod. La Crónica presenta a Vladímir de manera desfavorable cuando era pagano y favorable después de su conversión al cristianismo en 989. Las razones fueron sobre todo políticas, ya que las relaciones con Bizancio eran muy estrechas. Ante los apuros del basileus [10], Vladímir aprovechó la ocasión para pedir la mano de la hermana del emperador, Ana. El basileus le puso como condición que se hiciese cristiano, pero al intentar impedir la boda mediante subterfugios (se consideraba a Vladímir un bárbaro), el Príncipe de Kiev tomó Cherson (Kherson / Jerson), al NO de Crimea[11]. Finalmente, se avino el emperador bizantino, enviando a su hermana y algunos sacerdotes. Fue entonces cuando Vladímir se bautizó, exterminando de raíz el culto de los dioses paganos. Pero el cambio de religión no pudo hacerse de golpe. El Cristianismo era incompatible con muchos conceptos jurídicos antiguos. El Príncipe se decidió, aconsejado por la Iglesia, a pronunciar los fallos jurídicos, un paso que ampliaba su poder pero que iba en contra de la tradición de la Rus anterior. La influencia bizantina y de la Iglesia eslava de Bulgaria cortó los lazos con la patria germánica escandinava. La capa social elevada del norte de Rusia fue absorbida por el eslavismo e influida por Constantinopla, en oposición a la Iglesia de Roma, lo que produjo una tensión en el mundo eslavo entre la orientación hacia Bizancio y hacia Occidente. Además de asegurar bien la Galitzia, tuvo Vladímir que emplearse a fondo contra los pechenegos, en el sureste, erigiendo fortificaciones en el curso bajo del Dniéper. A sus hijos los nombró lugartenientes y administradores de las distintas regiones. Pero esto suponía también la peligrosa aparición de las tendencias centrífugas. Por ejemplo, Jaroslav (el futuro Jaroslav el Sabio), al que su padre había puesto al frente de Novgorod, buscó la protección del Gran Duque de Kiev (que era entonces otro hijo de Vladímir, Sviatopolk), para desligarse así de su padre, con el que terminó enfrentándose. Sviatopolk llegó a traer varegos del norte. La muerte de Vladímir el Santo en 1015 supone la desaparición de un príncipe que no escatimó ningún medio violento para imponer la influencia en Rus del mundo cultural cristiano-bizantino. Marcelo López Cambronero, en el estudio mencionado en la nota 10, se detiene en la importancia de la luz en la espiritualidad rusa, aspecto que también incide de manera decisiva en la pintura de iconos. El icono es más que una pintura y que una técnica; su elaboración es todo un ritual marcado por una perspectiva espiritual, de tal manera que la cuestión de los estilos en la pintura de iconos es más teológica que estética. En época de Vladímir el Santo, escribe Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022), una figura fundamental en la configuración de la religión ortodoxa rusa. Quería recuperar el sentir del cristianismo primitivo, y para ello insistió en la experiencia espiritual inmediata, en la contemplación extática de Dios que puede ser contemplada de modo sensitivo. Una auténtica mística, para Simeón, tiene que tener reflejos perceptibles desde el punto de vista sensitivo. Cuando la luz del Espíritu penetra en todos los aspectos del ser humano, puede tener lugar la deificación, la unión con la divinidad. La visión de la Luz es la conciencia de un encuentro con Cristo, que se establece en el corazón del hombre y lo llena de amor (ágape, esto es, el amor que surge por la obra del Espíritu Santo). Simeón rechaza la teología, pues las discusiones teológicas son engaños de la razón que no conducen a la verdadera Sabiduría. El camino para llegar a ésta no es el estudio, sino la Fe, el Bautismo y la Eucaristía. Sólo la mística, sólo el Espíritu Santo es vía de conocimiento del Altísimo. En sus Himnos, Simeón también muestra sus preferencias por la experiencia sentida y su rechazo por la teología catafática (es decir, aquella que estudia lo que Dios es). Aquí tenemos ya el rechazo de los rusos hacia el racionalismo occidental. En su libro Teología mística de la Iglesia de Oriente (Barcelona, Herder, 2009), Vladimir Lossky afirma que «la tradición oriental nunca ha distinguido netamente entre mística y teología, entre la experiencia personal de los misterios divinos y el dogma afirmado por la Iglesia». *Con la muerte de Vladímir el Santo se produce una gran confusión en la Rus de Kiev. Su hijo preferido, Borís, residía en Rostov[12]. Declinó la oferta de la druzhina de su padre para hacerse cargo de Kiev. Sviatopolk, que contaba con el apoyo del rey polaco, Bolesław I Chrobry, del que era hijo político, ordenó asesinar a sus hermanos, Borís y Gleb, que gobernaba en Murom (al este de Moscú). Ambos serían canonizados. Otro tercer hermano, Sviatoslav, que Vladímir el Santo había situado entre los drevlianos, fue víctima del miedo a Sviatopolk. Éste, sin embargo, no podía desembarazarse fácilmente de otro hermano, Jaroslav de Novgorod. Aunque al haber traído a los varegos, Jaroslav se ganó la enemistad de los habitantes de Novgorod, éstos se reconciliaron con él cuando surgió el enfrentamiento con su hermano Sviatopolk de Kiev. Finalmente, Sviatopolk, que también había sido apoyado por Reinbern, obispo germano de la diócesis de Kolberg[13] entre 1000-1007, fue derrotado y huyó a Ljachen (Polonia). (antiguo nombre de Polonia). *Jaroslav el Sabio se convirtió así en Gran Duque de Kiev (1019-1054). Contra él se levantó otro hermano, Mstislav, que gobernaba en Tmutarakan (Tmutorokán) [14]. Mstislav se apoderó de parte del territorio situado al este del Dniéper, hasta que murió en 1036, convirtiéndose entonces Jaroslav el Sabio en dominador único. Se fomentó la propagación del cristianismo, se construyeron escuelas, se coleccionaron manuscritos y se tradujeron textos griegos al eslavo. Se fijaron nuevas prescripciones jurídicas (Rúskaya Pravda = La verdad rusa), pero no se menciona todavía una justicia administrada directamente por el príncipe. En una primera redacción se admite la venganza del asesinato como base del Derecho. En redacciones posteriores, se sustituye la venganza por el pago de una cierta cantidad en metálico. Luchó con éxito contra los polacos, arrebatándoles poblaciones de la región alrededor de Tscherwen (ver nota 9). La guerra contra Bizancio (1043-1046), motivada por causas comerciales, no se saldó con victoria alguna. En 1030 se erigió la fortaleza de Dorpat (hoy Tartu, en Estonia) contra los chudos (chud). El florecimiento económico y cultural de Rusia acentuó las relaciones, incluidos los enlaces matrimoniales de los príncipes, con Bizancio, Hungría, Polonia y Francia. En 1051 es nombrado Hilarión[15] metropolitano de Santa Sofía de Kiev. La posición de Jaroslav frente a la Iglesia era de superioridad. *La muerte de Jaroslav el Sabio en 1054 desata de nuevo las luchas fratricidas entre sus hijos. Al mayor, Iziaslav I de Kiev († 1078), le correspondió Kiev y Novgorod. Al segundo, Sviatoslav, la ciudad de Chernigov, al norte de Kiev. Al tercero, llamado Vsevolod (el preferido), las ciudades de Pereslavl (al norte de Moscú), Suzdal (al NE de Moscú) y Beloosero[16] (Bielosersk). Al cuarto hijo, Wjatscheslaw, le correspondió Smolensko. Al quinto, Igor, le correspondió la ciudad de Vladimiro (al sur de Suzdal) y la Volinia (Volhynia, región al oeste de la actual Ucrania). El Gran Ducado y la hegemonía estaban asociados a Kiev. El padre había dicho a sus hijos que obedeciesen al hermano mayor. El sistema de sucesión era complicado. A la muerte de un hermano, le sucedía el inmediatamente menor. Al morir Wjatscheslaw en 1057, Igor se estableció en Smolensko. Las complicaciones del reparto debilitaron el reino y dieron ánimos a los vecinos del norte y de las estepas meridionales. Es entonces cuando aparecen los cumanos (turcos polowtses o polovtsy), que la Crónica menciona en 1055. En 1061, Vsevolod es batido por estos cumanos, y en 1068 marchan contra ellos tres hijos de Yaroslav el Sabio: Iziaslav, Sviatoslav y Vsevolod. Pero los tres hermanos se atacaron entre ellos y el enemigo devastó el país. Este hecho originó la expulsión de Iziaslav de Kiev y la colocación en su lugar de Wseslaw de la ciudad de Polotsk (bisnieto de Vladimiro el Santo). Pero se mantuvo un año escaso en el poder en Kiev. Iziaslav, que había huido a Ljachen (= Polonia), consiguió de nuevo entrar en Kiev en 1069 con la ayuda del duque polaco Boleslaw II el Atrevido o el Generoso († 1081 o 1082). El hijo de Iziaslav, Mstislaw, reprimió con crueldad a quienes habían expulsado a su padre de Kiev, muriendo asesinados inocentes. La opresión ejercida en Kiev por los polacos que acompañaron a Iziaslav, provocó una revuelta contra ellos: muchos polacos fueron asesinados y Boleslaw II tuvo que regresar a Ljachen. Después de estos hechos, el ambicioso Iziaslav, con la ayuda de Wseslaw de Polotsk, pretendió arrebatarles el territorio a sus hermanos Sviatoslav y Vsevolod. Entre 1075 y 1076, gracias a la mediación del emperador Enrique IV de Alemania, Sviatoslav gobernó en Kiev, hasta su muerte en diciembre de 1076, instalándose en la codiciada ciudad su otro hermano Vsevolod, pero por poco tiempo. Con la ayuda otra vez de los polacos, Iziaslav recuperó Kiev el 15 de julio de 1077. Pero las luchas continuaron, comprándose el auxilio de los enemigos de Rusia, los cumanos. En estas contiendas cayó Iziaslav en octubre de 1078. *Con la muerte de Iziaslav, su hermano Vsevolod se convierte en Gran Príncipe de Kiev (1078-1093). Las luchas internas continuaron, así como las mantenidas contra los cumanos. La benignidad del Príncipe fue aprovechada por sus empleados (tinnen) para explotar al pueblo. *A Vsevolod le sucedió Sviatopolk II (1093-1113), hijo de Iziaslav. La amenaza de los cumanos continuó, hasta que Sviatopolk casóse con una princesa de ese pueblo llamada Olena. Las luchas intestinas no cesaron. El casamiento no sirvió de nada, y los cumanos volvieron a sus ataques. Se intentó una paz por parte de los príncipes rusos en 1097, en Ljubetsch (Lubecz, al norte de la actual Ucrania), junto al Dniéper, cerca de la ciudad de Chernigov. La paz duró poco. A la muerte de Sviatopolk, se hizo cargo del Gran Principado de Kiev, prescindiendo de los hijos de aquél, Vladimiro II Monomaco (Vladimir II Monomakh) (1113-1125). *El gobierno de Vladimir II Monomaco fue la última época de florecimiento de Kiev. Su política vigorosa garantizó la tranquilidad en el interior y en el exterior. Profesaba un sincero afecto a la Iglesia. Era una persona ilustrada que se distinguió en el terreno literario (sus célebres Instrucciones). Cortó la protección a los mercaderes judíos (que se remontaba a la época de Sviatopolk II) y evitó los ataques de los grandes terratenientes a los campesinos libres. Trató de atenerse a la legalidad, aprisionando a los boyardos disidentes. Se ocupaba de todos los asuntos, era el primero en cumplir con la legalidad y vigilaba con celo a sus empleados. Derrotó a los cumanos. Se interesó por los asuntos de Bizancio, a fin de asegurar el trono del Imperio de Oriente para su nieto Basilios[17], pero sin éxito. *A Vladimir II Monomaco le sucedió su hijo mayor, Mstislav I de Kiev (1125-1132). Los cumanos seguían siendo una amenaza. Pero su corto reinado, como el de su hermano y sucesor, Jaropolk II de Kiev (1132-1139), no permitió una política de altos vuelos. Las luchas internas entre los príncipes continuaron, debilitándose la posición de Kiev, aunque seguía siendo la pieza más codiciada. La decadencia de Kiev era de naturaleza sobre todo cultural, más que política. Las luchas internas favorecían una vez más a los cumanos. Incluso se les llamaba con tal de contar con ellos en la lucha fratricida entre los distintos príncipes. Las contiendas contra los cumanos, como la expedición emprendida por diversos príncipes rusos en 1185, fueron ensalzadas por un poeta anónimo, autor del Canto de la expedición guerrera de Igor, ejemplar único de la antigua poesía cortesana de la Rusia meridional (profundo contenido poético, riqueza de formas estilísticas, intenso sentimiento nacionalista ruso). En la segunda mitad del siglo XII cayó Perejaslawl (Pereyaslavl, al SE de Kiev, muy próxima al Dniéper) en poder de los cumanos. El tráfico comercial se restringió considerablemente, debiendo ser protegidas las caravanas. La miseria de la Rus kievita aumentó, desconectándose progresivamente del comercio mundial, que estaba activándose gracias a las Cruzadas. La decadencia de Kiev y de su hinterland benefició a Galitzia, Volinia, Suzdal y Novgorod, que prosperaron desde mediados del siglo XII, pero a costa de la unidad de Rusia. En Volinia dominaban los descendientes de Mstislav I de Kiev, que consideraban el territorio como su herencia paterna (= otcina o votcina). Un bisnieto de Mstislav I de Kiev, llamado Román, obtuvo el país de Galitsch (Halitsch)[18], en el Dniéster. La unión con Galitzia se produjo en 1199, pero la vecindad con los polacos produjo guerras que llevaron a Román a la muerte en 1205. Su hijo Daniel († 1264) gobernó el territorio con mano fuerte, en el interior y en el exterior. Este Daniel I de Galitzia (Danylo Halytskyi o Halizkij), sometió a los boyardos del territorio. Tenía enemigos en el norte (húngaros), en el oeste (polacos) y en el este (cumanos y tártaros). Finalmente, Galitzia fue dominada por los polacos durante el siglo XIV. En cuanto a Novgorod, siempre había sido un enclave muy importante para Rusia. Su proximidad al Mar Báltico, la predestinaba al comercio. Situada a orillas del río Vóljov[19] (Wolchow o Volkhov), disponía de un populoso barrio comercial. En su territorio había ciudades destacadas, como Isborsk (Izborsk, unos 30 km al oeste de Pskov) y Pskov (al sur del lago Peipus). Sus dominios se extendían hasta el Mar Blanco y los Urales. Los boyardos (propietarios terratenientes ennoblecidos) se dedicaban también al comercio. La Constitución por la que se regía era de carácter plutocrático, restringiéndose, después de la muerte de Vladimiro II Monomaco la autoridad del príncipe. La Asamblea del pueblo, formada por los ciudadanos independientes, era escuchada. Pronto dispuso Novgorod de obispo, ratificado por el metropolitano de Kiev. La merma del poder del príncipe se advierte en que el poder militar y policíaco correspondía al jefe de la ciudad (tysjazkij, tysjyackij o tysiatsky), mientras que las cuestiones administrativas y judiciales estaban en manos del burgomaestre (posadnik). Para asesorar a la Asamblea se creó un Consejo de Estado (gospodar o Council of Lords o Sovet Gospod), con amplia competencia política. La exclusión de este Consejo de las capas medias y bajas, así como la rivalidad entre las familias patricias, dieron lugar en ocasiones a luchas sangrientas. Ello explica en parte la decadencia de la República de Novgorod y el que ciudades como Pskov se independizasen. Mientras Novgorod tuvo que ver sólo con sus dispersos vecinos finlandeses y lituanos, prosperó. La división de Rusia estaba marcada por la tendencia de Novgorod de mirar al norte y al Báltico y de Kiev de mirar a Bizancio. La República de Novgorod fue una importante ciudad hanseática. Pero, además de las disensiones internas, el peligro provino también del exterior. En 1202 el obispo Alberto von Buxhöveden (Albert von Buxthoeven) (ca. 1165-1229) fundó en Riga la Orden de los Hermanos de la Nobleza de Cristo (Hermanos Livonios de la Espada o Schwertbrüderorden), que sojuzgó Livonia[20] y Estonia y se unió en 1237 a la Orden de los Caballeros Teutónicos. Otra amenaza para la República de Novgorod provenía del territorio de Suzdal-Rostov, de fértil suelo, que comprendía ciudades relevantes: Suzdal, Rostov, Murom, Klyazma[21], Vladimir, Moscú y Jaroslavl. Este territorio en ascenso estaba situado entre el río Oka y el Volga medio y superior. Toda esta región de la que estamos hablando, la región de Suzdal-Rostov, fue entregada por Vladimiro II Monomaco a su hijo más joven, Jurij Dolgorukij (Yuri Dolgoruki) († en 1157 como Gran Príncipe de Kiev). El hijo de Jurij, Andrej Bogoljubskij (Andrey Bogolyubsky, † 1174), renunció a Kiev, por su decadencia, y prefirió el dominio de la región norteña, estableciéndose en la ciudad de Vladimir. A diferencia de Novgorod, las ciudades del territorio no disponían de Asambleas que restringiesen el poder del príncipe. Era el caso de Vladimir, que tenía dificultades para desarrollarse como Novgorod y constituir una clase de boyardos (grandes comerciantes); de ahí el apoyo prestado por Andrej Bogoljubskij, que aspiraba al poder absoluto, a los artesanos y campesinos, embelleciendo de paso la ciudad (mandó erigir la maravillosa Catedral de la Dormición de la Virgen). Tanto unos como otros preferían seguridad a libertades democráticas. Las protestas de los boyardos no tuvieron consecuencias. Cuando consolidó su poder, intentó extenderlo al resto de Rusia, consiguiendo influir en el nombramiento de los príncipes de Novgorod. Para doblegar a la envidiada República, adoptó medidas económicas proteccionistas a favor de Vladimir. Saqueó Kiev en 1169 y le exigió sometimiento. Pero su despotismo propició su asesinato por sus propios partidarios en su residencia de Bogoljubow (de ahí su apodo). El asesinato de Andrej Bogoljubskij de Vladimir originó turbulencias. Al no tener hijos, terminó siendo llamado su hermano Vsevolod III (1176-1212), que gobernó con energía, y logró retener Novgorod y Kiev. Florecimiento de Suzdal. Con el tiempo, los derechos de herencia de los príncipes, con la consiguiente fragmentación del reino, hicieron disminuir el poder de la ciudad de Vladimir, y, con ella, de toda Rusia frente a las amenazas exteriores, especialmente de los mongoles.
EL DOMINIO DE LOS TÁRTAROS.
*Los mongoles aparecieron inesperadamente en el siglo XII. Su fortaleza se basaba en buena medida en la caballería. En época del Kan Temuzdin (Gengis Kan) se unieron y su dominio se extendió hasta China (1211), Armenia y el Mar Caspio. Sus avances les llevaron hasta las estepas del Mar Negro. El choque con los cumanos era inevitable. Los cumanos, que fueron derrotados, recurrieron a los eslavos, aliándose los otrora enemigos. La oferta de paz ofrecida por los tártaros a los eslavos, a fin de que no se aliasen con los cumanos, no fue atendida por los príncipes rusos. Los príncipes rusos de Kiev, Chernigov y Galitsch (ver nota 18), en unión con los cumanos, plantaron cara a los mongoles en el riachuelo Kalka (Kalmius), que desemboca en el Mar de Azov, pero los enfrentamientos entre los príncipes ayudaron a la aplastante victoria de los mongoles (1223). Inexplicablemente, los tártaros no se aprovecharon de la victoria, sino que retrocedieron hacia el Asia. En 1227 murió Gengis Kan, reservando para el mayor de sus hijos, Ugedej, el título de Gran Kan. Un sobrino de Ugedej, llamado Batu, recibió la orden de atacar la Rusia septentrional. En 1236 este Batu marcha a través del Volga helado hacia Riazán (al SE de Moscú, a orillas del río Oka). Después se dirigió a Suzdal y destruyó numerosas aldeas. El príncipe de Vladimir, Jurij Wsewolodowitsch (Yuri II de Vladimir), encontró la muerte en la batalla del río Sit (en el oblast de Jaroslavl) en 1238. A continuación, Batu, a través del río Tver, se dirigió hacia Novgorod, pero el deshielo se lo impidió. Retrocedió hacia el sur, donde derrotó a los cumanos, que huyeron hacia el oeste. Batu se esforzó por conseguir el sometimiento de la Rusia meridional. Las ciudades de Perejaslawl (Pereslavl) y Chernigov cayeron en manos de Batu en 1239. Kiev se entregó en 1240. Los príncipes rusos la abandonaron a su suerte. En 1245 Kiev era una población tan sólo de doscientas casas habitadas, pudiéndolo comprobar el enviado papal, Giovanni Piano Carpini (misionero franciscano, † 1252). En su avance hacia el oeste, los tártaros conquistaron Vladimir-Volynsk, en Volinia, y Galitsch, llegando a invadir Hungría y Polonia. Pero en 1241, retrocedieron de nuevo a las estepas rusas, hecho que puede explicarse por la muerte del Gran Kan en diciembre de ese año. Batu retrocedió hasta el Volga, estableciendo sus campamentos entre ese río y el Don. Su dominio de estos territorios se conoce con el nombre de la Horda de Oro, estableciendo la capital en Saray, en el Volga inferior. Distribuyó a sus representantes (Baskaken) con guarniciones militares por las residencias de los príncipes rusos, obligando a realizar un censo a fin de perfeccionar la tributación. Siempre que los príncipes rusos pagasen el tributo estipulado, los mongoles no se inmiscuyeron en los asuntos internos rusos, ni siquiera en los religiosos y eclesiásticos. Alejandro Nevski († 1263), gran príncipe de Vladimir y príncipe de Novgorod, consiguió mediante violencias que se pagase el tributo a los mongoles. La propia extensión del dominio tártaro exigía la tolerancia religiosa; de ahí la libertad de que gozó la Iglesia rusa. Tanto el clero secular como los monjes se vieron libres del pago de impuestos. Lo mismo ocurrió con las posesiones eclesiásticas y sus domésticos. A finales del siglo XIII dejó de ser una obligación para los príncipes rusos la recaudación de los impuestos para los tártaros, creándose así las bases del poder absolutista de aquéllos. La nobleza rusa emparentó con los tártaros, penetrando la vida cultural de éstos en la aristocracia rusa. A ello hay que sumar la influencia de Bizancio. Las clases populares rusas se dejaron influir en medida mucho menor. Pero la decadencia del sur sería aprovechada por el norte de Rusia, ligado a la vida comercial del Báltico. Sólo podía surgir en el norte un nuevo Estado ruso fuerte. Ese honor le corresponderá a Moscú.
EL DESARROLLO DE LA VIDA OFICIAL INTERIOR EN LA RUS DE KIEV. *Las cuestiones que interesaban a la comunidad se sometían a las deliberaciones de la asamblea popular (veche), que tenía atribuciones consultivas y resolutivas (como en Kiev), o bien elegía a los funcionarios y al príncipe (en la República de Novgorod). El veche evolucionó con el tiempo, influyendo en ello la personalidad del príncipe. Al principio, el veche estaba constituido por los varones más antiguos de las parentelas y después por los padres de familia, así como todos los hombres libres, si bien los derechos de que gozaban éstos diferían (los padres tenían más que los hijos). La participación en la asamblea no era obligatoria. Las resoluciones no eran inmutables y no había votaciones. La asamblea podía ser convocada por el príncipe o por cualquier miembro de la comunidad de hombres libres. La complicación creciente de los asuntos políticos y económicos fue disminuyendo el poder de la asamblea y aumentando el del príncipe. Este poder del príncipe (kniaz) existía ya entre los eslavos antes de la llegada de los normandos. La dinastía ruríkida concedió gran importancia a la druzhina. A finales del siglo XI existían tres directrices para la ocupación de un principado: a) el llamamiento por el pueblo, apoyado en el derecho consuetudinario; b) la transmisión patriarcal de la propiedad; c) la pretensión por el derecho de primogenitura. Pero al final solía imponerse el derecho del más fuerte. Había funcionarios (tiune) del príncipe que se ocupaban de asuntos de gobierno y de justicia de menor importancia. Al principio, la druzhina estaba dominada por elementos germanos, pero poco a poco se incrementó el número de los eslavos. Los individuos armados de una druzhina oscilaban entre 300 y 3000. Los individuos jóvenes de la druzhina eran los otroki (categoría inferior que desempeñaba tareas sencillas en el gobierno de la Casa del príncipe) y los detskie (guerreros y empleados de superior categoría). Estos destkie podían llegar a ser posadnik y llegar a boyardos. Los empleados en los menesteres de la Corte eran designados como Dworjanin (dvoryanin en singular y dvoryane en plural; de dwor = Corte). Los hijos de los boyardos podían aspirar a ocupar altos puestos, dando lugar a una nobleza (Dvorjanstvo o Dvoryanstvo) de poder creciente. Confluían, pues, al servicio del príncipe, los boyardos y los miembros de la vieja druzhina. Podía ascenderse de la joven a la vieja druzhina, como revelan los gridba o grid (guerreros). Además de la druzhina, el príncipe contaba con un Consejo (Duma) formado sobre todo de boyardos. Entre estos consejeros (dumcy) abundaba el elemento eclesiástico. La influencia del príncipe en la administración de justicia fue en aumento. También la influencia del Cristianismo y del Derecho bizantino suavizó la legislación de la Rúskaya Pravda. Ello se comprueba bajo Vladimiro el Santo. Los hijos de Jaroslav el Sabio suprimieron la muerte por apaleamiento de los convictos de asesinato. Los decretos o leyes (ustav) del príncipe fueron tomados en consideración como fuente de Derecho (por ejemplo los de Vladimiro II Monomaco). En la Rúskaya Pravda destaca el príncipe como juez supremo y legislador. A pesar de los intentos de acomodar el antiguo Derecho a los principios cristianos, hubo notables divergencias (juicio de Dios o prueba del hierro; carencia de personalidad jurídica del esclavo). *Las pequeñas localidades (prigorod) próximas a las ciudades, se inclinaban hacia ellas. Cuando la decadencia de Kiev, puede notarse en el norte, sobre todo en época de la República de Novgorod, una multiplicidad de poderes que, a veces, entraban en colisión: tysjazkij (jefe de la milicia ciudadana), posadnik, veche y príncipe. Una comarca muy amplia se llamaba wolost, donde, además de capitales de segunda categoría estaban también las aldeas (verv), que, en ciertos casos, evolucionaron hasta convertirse en pogost (puntos centrales administrativos y de tributación). *La moneda se denominaba grivna kunaresan, y sólo en 1317 aparece el rublo de plata (= 200 dengi). Los impuestos, en principio, comprendían todo lo aprovechable: bosque, campo y río. Se podían cobrar por cabeza, por arado o por hogar. También estaban los tributos procedentes de los derechos aduaneros, de la administración de justicia y de la propiedad particular del príncipe. En un principio se confundía el Tesoro público y el privado del príncipe. *En cuanto a la clasificación social, la más simple de la Rúskaya Pravda era entre hombres libres (ljudi o muzi) y siervos (cholopen). Entre los hombres libres predominaban los boyardos, en principio grandes propietarios dedicados posteriormente al comercio. Tampoco deben ser confundidos con los miembros de la mesnada del príncipe (druzhina). La segunda categoría de hombres libres eran los ognischt, que poseían grandes tierras y esclavos. Entre las capas medias destacan los forasteros (gosti) y los comerciantes (kupcy o kuptsy). El comerciante nativo al por mayor era designado con los términos kupec o torgovec. Los campesinos libres eran denominados smerden. Tenían que hacer el servicio militar (una carga pesada, pues muchos eran arrendatarios, no propietarios) y soportaban el peso de la tributación. Sus adversarios naturales eran los grandes terratenientes. Las circunstancias eran muy penosas para los arrendatarios que debían pagar al gosudar (amo) un cuarto de la cosecha en concepto de arriendo, siendo muy gravosas las condiciones para rescindir un contrato de arrendamiento. En las ciudades había artesanos y trabajadores libres (cern o cernye ljudi), «gente negra» (black folk). Los que contraían deudas se convertían en mercenarios del acreedor, y se les llamaba zakup o naimit. Con frecuencia eran oprimidos. No perdían la libertad, pero si trataban de eludir sus compromisos podían ser reducidos a la esclavitud, hasta que abonasen la deuda. Por lo que atañe a los cholopen (singular: cholop), su número era muy grande. Procedían sobre todo de los prisioneros de guerra y de aquellos que no podían pagar sus deudas. En la práctica vivían como esclavos. También los familiares eran reducidos a la condición de esclavos. Mientras el zakup podía restablecer su personalidad jurídica, el cholop era un mero objeto. La Iglesia intervino moderadamente para aliviar los casos más injustos. El esclavo liberado pasaba a la condición de izgoj. Pero estas costumbres, a pesar de la influencia de la Iglesia, permanecieron arraigadas durante siglos. En época del dominio tártaro, la Iglesia sostiene la idea de la unidad rusa. Al principio, la Iglesia rusa dependía del patriarcado búlgaro de Octrida (Ochrida, Ocrida u Ojrida)[22], y más tarde de los patriarcas ecuménicos de Constantinopla, pero pronto consiguió su estructura jerárquica bajo un metropolitano, del que dependían cinco obispados. Los obispos rusos desempeñaban funciones distintas a las de los obispos occidentales, aunque su influencia e ilustración superior se correspondían con la situación occidental. Durante mucho tiempo, los metropolitanos de Kiev eran griegos, salvo Hilarión († hacia 1054) en el siglo XI y Clemente (Kliment Smoliatich, metropolitano entre 1147-1154, conocía la obra de Homero, Platón y Aristóteles) en el siglo XII. El clero inferior estaba poco instruido y podía contraer matrimonio. El alto clero instruido se encontraba en los monasterios. Los monasterios están subordinados al metropolitano. Mención especial merece el Monasterio de las Cuevas de Kiev (Kiev Pechersk Lavra o Petscherskaja Lawra), fundado en 1051. Se denomina así por sus celdas establecidas en cuevas. Está magistralmente descrito en la Crónica de Néstor. Pronto se convirtió en el centro espiritual y cultural de la vieja Rusia. Bajo el higúmeno Feodosij (Feodosii Pečerskij) (1062-1074) se introdujo en él la regla de los studitas[23]. Los bienes de la Iglesia rusa estaban bajo la protección de la jurisdicción eclesiástica, que seguía las normas de la Iglesia, codificadas en el Nomokanon o Nomocanon (publicado por el Patriarca de Constantinopla, John Scholasticus, que ocupó la sede entre 565 y 577, y que en buena medida es un extracto en 87 capítulos de las Novelas de Justiniano). También se fundaron escuelas para la formación de los servidores eclesiásticos. Con la Iglesia griega llegó a Rusia el arte religioso bizantino en arquitectura, escultura y pintura. Muchos lugares de culto cristiano se edificaron sobre antiguos centros de culto pagano. Vladímir el Santo mandó erigir entre 989-996 la iglesia Desjatinnaja de Kiev (Church of the Tithes o Church of the Dormition of the Virgin), esto es, la iglesia de los Diezmos (Desyatinnaya Tserkov o Cerkov), porque la décima parte de sus rentas fue asignada por el citado príncipe. Un gran florecimiento constructivo tuvo lugar bajo Jaroslav el Sabio. Fundó la Catedral de Santa Sofía, la iglesia de la Santa Madre de Dios, y los monasterios de San Jorge (Yuri) y Santa Irene, todo ello en Kiev. También hay que mencionar la iglesia del Salvador de Chernigov (Chernihiv), construida en 1036. El declive de Kiev propició el desarrollo artístico en el norte, en la región de Novgorod-Suzdal[24]. En la pintura, destaca el monje Alimpios Petscherskij (Alipi, † 1114), notable pintor de iconos del Monasterio de las Cuevas de Kiev. Una imagen muy venerada fue la de la Madre de Dios llevada en 1155 a la Catedral de Vladimir (realizada en Constantinopla a finales del siglo XI). También deben mencionarse las miniaturas del Evangelio Ostromir (Ostromir Gospels) (1056-1057), que fueron hechas por el diácono Gregorio (Grigorij) para su patrón, el posadnik Ostromir de la ciudad de Novgorod. Se trata de un aprakos, o sea, un libro de evangelios que contiene sólo los relatos evangélicos de domingos y días feriados según el orden de año eclesiástico. Los estilos artísticos varían en un territorio tan extenso, sobresaliendo los lenguajes creados en Kiev, Vladimir-Suzdal y Novgorod. En cuanto a los libros y a la liturgia, el rito oriental no excluyó el uso de un lenguaje eslavoeclesiástico, esto es, eslavo del sur. Conocemos la Instrucción de Luka Schidjata, obispo de Novgorod entre 1035-1060, dirigida a sus hermanos «espirituales». La Crónica de Néstor, ya referida, es la más antigua conocida. La investigadora Patricia Varona Codeso ha hecho una serie de precisiones sobre ella en su artículo «Las crónicas griegas y la entrada de los rusos en la Historia». Minerva. Revista de Filología Clásica, 20 (2007), 93-109. En síntesis, dice lo siguiente: *De los dos géneros en que se divide la cronística rusa, la crónica y la analística, el Relato de los años pasados (Povest vremmenyj let) pertenece por su estructura a la analística. Se trata del testimonio más antiguo de la historiografía rusa que se conserva. También se conoce como Crónica primaria o Crónica de Néstor. Se suele atribuir a un monje, Néstor, del monasterio de las Cuevas de Kiev. Se conocen tres importantes recensiones del Relato de los años pasados. La primera, del propio Néstor, fue compilada hacia 1113; la segunda, fue la revisión que de la primera recensión hizo el abad Silvestre, del monasterio de San Miguel de Vydubitski, en 1116; la tercera, la que se hizo en el propio monasterio de las Cuevas, para el príncipe Mstislav, en 1118. *El núcleo primitivo de la Crónica de Néstor, según Dimitri Lijachov (Dmitry Sergeyevich Likhachov, 1906-1999), sería la Leyenda de difusión del cristianismo en la Rus, redactada hacia 1040 por monjes de Kiev. A este núcleo inicial se le añadirían distintas informaciones por el monje Nikon del monasterio de las Cuevas de Kiev hacia 1073. Nuevos añadidos se producirían entre 1073 y 1095, conocidos como Códice inicial, que se conserva como parte de la Primera crónica de Novgorod, que a su vez sería la base de la recensión de Néstor, la más antigua que conservamos. *Quienes fueron redactando la Crónica de Néstor en sus distintas fases, se sirvieron de diversas fuentes escritas: a) las crónicas griegas de Juan Malalas (siglo VI); b) las crónicas de Simeón Logoteta (ca. 942) que continúan las iniciadas por Jorge el Monje (ca. 842); c) la Vida de Borís y Gleb, del propio Néstor; d) la Revelación de Metodio de Patara, que es un apócrifo bizantino; e) la Instrucción de Vladímir Monómaco (en la transición entre el XI y el XII); f) la Paleia (texto resumido y explicado del Antiguo Testamento); g) el Paremiinik (compendio de fragmentos de distintos libros de la Biblia). Vladimiro II Monomaco (1113-1125) escribe, como se ha dicho, las Instrucciones para mis hijos (de inspiración cristiana: modestia, amor al prójimo, caridad; la Gracia Divina se obtiene con obras pías; censura al movimiento anacorético, que prolifera en las escarpadas orillas del Dniéper, en la región de Kiev). De otro lado, está el Laurentian Codex o Laurentian Chronicle (1073), copiado por el monje Laurentius de Nizhegorod (Nijni Novgorod) para el príncipe Dimitri Konstantinovich en 1377. Los hechos bíblicos estaban traducidos al eslavo en una recopilación de 1076 denominada Isbornik, Izbornik o Sbornik, que se apoyaba en la edición búlgara traducida del original bizantino. Este Sbornik presenta artículos teológicos, filosóficos y pedagógicos, comenzando con un artículo instructivo sobre el valor de la lectura de libros. Un Sbornik (recopilación) más antiguo aún es el redactado en 1073 por el diácono Juan (Johannes)[25] para el príncipe Sviatoslav II Jaroslavich (Swjatoslaw II Jaroslawitsch) de Kiev († 1076), hijo de Yaroslav el Sabio. En cuanto a la música religiosa, llegó a Rusia al mismo tiempo que el Cristianismo, por intermedio de la Iglesia bizantina. Paulatinamente se fue produciendo una independencia respecto de los cantos eclesiásticos griegos.
EL ESTADO MOSCOVITA.— 1. Los comienzos de Moscú. *La fundación de Moscú en torno a 1147 aparece ligada con Jurij Dolgowkij (Juri Dolgoruki, † 1157), el hijo más joven de Monomaco. Moscú se hizo principado independiente después de Alejandro Nevski. El hijo más joven de éste, Daniel, obtuvo el principado de Moscú en 1263. Su largo gobierno, pues murió en 1303, le permitió asegurar su posesión y extender sus dominios con la conquista de Perejaslawl (Pereslavl). El príncipe Daniel se convirtió así en el tronco progenitor de la dinastía moscovita de los Danilowitschen, una rama lateral de los ruríkidas. El hijo y sucesor de Daniel, llamado Jurij († 1326), se apoderó de varias ciudades de la región del río Moskowa (Moskwa, afluente del Oka), tales como Smolensko, Kolomna y Riazán. Todo este espacio, con una posición central muy favorable, servía de intermediario para el comercio hacia el Volga y hacia Novgorod. En un principio, la economía moscovita se basa en el aprovechamiento del bosque, del campo y del agua. Al morir sin hijos, a Jurij le sucedió su hermano, Iwan Danilowitsch Kalita (Iván Kalita). Sometió la ciudad de Tver, y con ello se ganó la voluntad del Kan y la dignidad de Gran Príncipe de Moscú (1328-1341). Consiguió del Kan, además, recaudar él mismo los tributos destinados a los tártaros. Kalita se esforzó por hacer de Moscú el centro religioso de Rusia. El orden interior lo mantuvo férreamente, causa en parte de la prosperidad económica. Adquirió las poblaciones de Uglitsch (Uglitch), Beloosero (Bielosersk) y Galitsch (Galitch), las tres al norte de Moscú. Numerosos boyardos entraron al servicio del príncipe. Decidió repartir su herencia entre sus tres hijos: Simeón, Iván y Andrés. Antes de ocuparnos de estos príncipes, hagamos un excurso sobre la vida espiritual, siguiendo a Marcelo López Cambronero. En su citado estudio introductorio (págs. 25-28), se refiere a la influencia de Simeón el Nuevo Teólogo en Gregorio el Sinaíta († 1346) y en Gregorio Palamas († 1359). Según Palamas, la luz de Dios es una energía increada que desciende desde Él hacia toda la creación, llega hasta las almas piadosas y produce en ellas una transformación, una inundación de luz inusitada. Será famosa su disputa con el monje Barlaam de Calabria (ca. 1290 – 1348). El telón de fondo era el asunto del Filioque (suscitado porque en el Credo de Nicea, según los latinos, el Espíritu Santo «procede del Padre y del Hijo», lo que fue interpretado por la teología ortodoxa como una minusvaloración de la Tercera Persona de la Trinidad). Barlaam defendía a Aristóteles y a los neoplatónicos, quienes habrían sido iluminados por Dios, mientras que Palamas trata de desacreditar la filosofía griega. El discurso escolástico de Barlaam es rechazado por Palamas. Siguiendo a Aristóteles, para Barlaam no podía distinguirse entre la esencia de Dios y su actividad, lo cual suponía un duro ataque a la doctrina de las energías increadas. Palamas, por su lado, insiste en la diferencia entre la esencia inaccesible de Dios (más allá de lo cognoscible, pero también más allá de lo incognoscible) y sus energías increadas. Los partidarios de Palamas serán llamados Hesychatas (quietistas), y se afirman en considerar la Iglesia romana como herética por seguir la filosofía griega y en particular la aristotélica. No obstante, el Concilio de Constantinopla de 1351 declaró ortodoxa la teología de Gregorio Palamas, con lo que se terminará incluyendo la escolástica entre los aspectos demoníacos del Occidente cristiano. Asistimos, pues, a la primacía de lo espiritual sobre el mundo de lo visible. *Simeón el Orgulloso (1341-1353), continuó la política de mano férrea de su padre para mantener el orden interno. Aumentó la influencia y el poder de Moscú. Con ayuda del Kan pudo desviar el peligro procedente del oeste, del lituano Olgerd (Olgierd o Algirdas, † 1377). *A Simeón le sucede su hermano, Iván II el Hermoso (1353-1359), un hombre débil que, sin embargo, estuvo bien aconsejado por el metropolitano Alexei. Tanto el clero como los boyardos reconocieron la supremacía de Moscú. Entre el clero y la nobleza se vivió una época de entendimiento que se transmitió al pueblo y favoreció la prosperidad. *Al morir Iván II con treinta años, le sucedió su hijo, Dimitri Iwanowitsch Donskoi (Dmitry Ivanovich Donskoy, 1359-1389), que, al tener entonces sólo diez años, estuvo primero bajo la regencia tutelar del metropolitano Alexei. El intento del príncipe Dimitri, de Suzdal, de disputarle el poder a Donskoi, fracasó, sellándose la reconciliación con el casamiento de éste con la hija de aquél (1365). Desde 1362, Donskoi tiene la mayoría de edad, debiendo también someter a la ciudad de Tver, que había contado con el apoyo de Lituania. Desde la muerte de Olgerd en 1377, habían surgido complicaciones en Lituania. Habiéndole correspondido la parte oriental del país, Olgerd extendió su poder hacia el este (conquista de Smolensko) y el sur, siguiendo el curso del Dniéper, hasta hacerse con Kiev. En el norte, su esfera de influencia se extendió hasta Novgorod y Pskov. Olgerd diose cuenta que su gran rival era el poder de Moscú. Intentó conseguir de Bizancio un metropolitano para Lituania y para toda Rusia, siéndole concedido en 1376 para Kiev, pero Olgerd murió al año siguiente. Además, se había aproximado geográficamente mucho a los tártaros. Por entonces, la Horda de Oro estaba sometida a discordias internas. De vez en cuando, los tártaros realizaban expediciones de piratería en Rusia. Una vez que Donskoi se libra de Olgerd, se preocupa del peligro tártaro. En 1378 tuvo lugar una batalla, en el río Woscha (Vozha)[26], en la región de Riazán, entre el príncipe Donskoi y el tártaro Mamaj (Mamai, † 1380), siendo éste derrotado. De nuevo lo intentó, aliándose esta vez con Lituania y con Riazán contra Moscú, que era apoyada sobre todo por Tver. La batalla tuvo lugar el 8 de septiembre de 1380 en Kulikowo Polje (Kulikovo Pole o Kulikovo Field, en el oblast de Tula), en la desembocadura del Neprjadwa (Nepryadva, en la margen derecha del Don superior). Los tártaros fueron completamente derrotados. Los rusos habían contado con la bendición de san Sergio, abad y fundador del monasterio de la Santísima Trinidad y San Sergio (Troitse-Serguieva Lavra, a 71 km al nordeste de Moscú, en la antigua ciudad de Zagorsk, hoy Serguiev Posad). El impacto de esta victoria fue muy grande en toda Rusia. El poder de Moscú se incrementó extraordinariamente, y el príncipe Dimitri tomó de aquí su apodo: «Donskoi» (del río Don). A pesar de ello, en 1382 Moscú sería destruida por los mongoles, debiendo huir el príncipe Donskoi y dejar como rehén a su hijo Wassilij. Este Wassilij o Vasili (Basilio I), sucedió a su padre, y gobernó largos años (1389-1425). Contó con los boyardos y conquistó Suzdal, Murom y Nijni-Novgorod. Hacia 1417 puso en grave aprieto a Novgorod y Pskov reconoció su superioridad. Wassilij contó con el favor de Tochtamysch (Tokhtamysh, guerrero mongol descendiente de Gengis Kan y enemigo de Tamerlán que falleció en 1406). En 1395, la expedición de Timur Lenks (Timur Lenk o Tamerlán, conquistador turco-mongol que reinó entre 1370-1405) contra Tochtamysch devastó parte del principado moscovita, pero Moscú se salvó y rehusó el tributo. Witold († 1433) de Lituania intentó una cruzada contra los tártaros que terminó en derrota en 1399 en el río Worskla, en la región de la ciudad de Poltava[27]. De nuevo en 1408 los tártaros devastaron el territorio moscovita, debiendo huir Wassilij, aunque no cayó Moscú. La expansión de Moscú por el Dvina y el Dniéper fue motivo de fricción con Lituania, a pesar de los lazos de parentesco entre los príncipes (Wassilij era yerno de Witold). A imitación de su tío Olgerd, también Witold miró hacia el este, pero le surgieron complicaciones en la oposición polaca, pues su primo Jagiellos (Jagellón) [28] se había casado con Hedwig (Jadwiga)[29], heredera del trono de Polonia. Sin embargo, Witold defendió los intereses de Lituania frente a los tártaros y frente al expansionismo de Moscú. Suegro y yerno llegaron a un tratado amistoso en 1408, estableciéndose la frontera en el río Ugra[30]. De este modo, Smolensko quedaba bajo influencia lituana. También quiso Witold un centro religioso independiente de Moscú. Al quedar vacante en 1406 la sede de Moscú, gestionó Witold para Kiev una sede metropolitana. Entonces fue entronizado Focio como metropolitano de Moscú y de toda Rusia. En 1415 consiguió Witold que la zona lituana de Rusia eligiese metropolitano de Kiev al búlgaro Grigorij Zamblak (Gregory Tsamblak o Gregorije Camblak), lo que promovió una situación cismática en la Iglesia rusa, pues Zamblak era partidario de la unión con Roma. Al morir Zamblak en 1419, recuperó Moscú su condición de centro religioso de Rusia. *La muerte de Basilio I originó una lucha por el poder entre su hermano Jurij de Galitsch[31] (cerca del río Kostroma) y su hijo Wassilij II Wassiljewitsch (Basilio II, 1425-1462), que contaba con el apoyo de Focio, el metropolitano de Moscú, y con el de su abuelo Witold de Lituania[32]. La lucha fue cruel. El Kan, que no se decidía por ninguno, finalmente se inclinó por Wassilij II, gracias a la habilidad del boyardo moscovita Wsewolodskij (Ivan Vsevolzhsky o Iwan Wsewolschski). El hijo de Jurij de Galitsch, llamado Wassilij el Bizco, se levantó contra su primo moscovita Wassilij II en 1435. Un hermano de el Bizco, el príncipe Dmitrij Schemjaka (Dmitriy Yurievich Shemyaka), ordenó sacar los ojos a Wassilij II, expulsándolo (1446). Pero éste se sobrepuso a su primo y Schemjaka murió envenenado en 1453 en Novgorod por orden de Wassilij II, que se aseguró el trono. Estos sucesos están relacionados con el peligro tártaro, una amenaza ya sólo en forma de incursiones de piratería, pues la Horda de Oro estaba en proceso irreversible de descomposición. En 1445, Wassilij II fue hecho prisionero de los piratas, y hubo que pagar un fuerte rescate. Éste originó descontento popular, aprovechado por Schemjaka para su despiadada acción. Mientras que la Iglesia y los boyardos apoyaron a Wassilij II el Ciego, sólo contaba Schemjaka con el apoyo de Novgorod, lo que motivaría una expedición contra ella, que resultó fatal para su condición de República libre. De este modo, Wassilij II promovió la unión nacional rusa. También promovió la unión religiosa, defendiendo a la Iglesia rusa de los intentos de aproximación por parte del Papado (Concilio de Florencia de 1439). El peligro turco sobre Constantinopla es el que favoreció la actitud unionista del metropolitano Isidoro de Moscú, sucesor de Focio. En realidad, Isidoro llega a Moscú como enviado, como el último griego que intenta la unión. Fracasó y tuvo que huir. Moscú se mantuvo inflexible, desoyendo al propio Patriarca de Constantinopla (Gennadios II, 1453-1459; nacido como Georgios Kourtesios Scholarios, ca. 1400 – ca. 1473), también favorable a la unión con Roma. Al huir Isidoro, fue nombrado metropolitano de Moscú el obispo de Riazán, Jonás. La sede de Kiev se mantuvo durante bastante tiempo separada de la orientación de Moscú.
2. Fundación de la autocracia zarista. *A Wassilij II el Ciego le sucedió su hijo, Iván III Wassiljewitsch (1462-1505), quien estuvo asociado al poder por deseo de su padre, dada la limitación física de éste, desde muy pronto, lo que le proporcionó una gran experiencia en la administración del reino. Una de sus principales preocupaciones fue la expansión y unión de Rusia. El príncipe de Riazán hizo testamento a favor de Moscú, mientras que otras ciudades, como Jaroslavl, Rostov, Tver y Novgorod, fueron incorporadas por testamento, por compra, amistosamente o por la fuerza. No obstante, esos príncipes asociados políticamente a Moscú continuaron gozando de sus respectivos principados. El caso de la República de Novgorod merece atención aparte. Acosada por Moscú y por Lituania, la clase de los propietarios, liderada por el posadnik Borezkij (Dmitry Isakevich Boretsky), se adhirió a Lituania (1471), incluso después de ser Borezkij apresado y ejecutado ese mismo año después de la batalla de Shelon (en el río del mismo nombre, que desemboca en el lago Ilmen), pues su labor la continuó su esposa Marta (Marfa Boretskaya)[33]. El soberano de Lituania y de Polonia, que era por entonces Casimiro Jagiellonczyk o Casimiro IV Jagellón[34] (Cracovia, 1427 – Grodno, al oeste de la actual Bielorrusia, 1492; hijo de Ladislao II de Polonia y de Sophia de Halshany o Sonka Olshanskaya, su cuarta y última esposa; recordemos que la primera fue Hedwig), apoyó de mala gana a Novgorod, pues sus intereses miraban hacia el oeste. En cuanto a las clases populares de Novgorod, consideraron un escándalo religioso la alianza del patriciado con la católica Polonia y se inclinaron del lado de Moscú. Estas disensiones internas debilitaron la posición de la república. Las mismas divisiones se reflejaban en la provisión del obispado, inclinándose los partidarios de Lituania por el sometimiento a la sede de Kiev, y sus adversarios por la sede de Moscú. Al someter a la Orden Teutónica, el rey Casimiro había logrado el acceso al Báltico. Grandes extensiones de Rusia estaban bajo mando lituano (Smolensko, Kaluga, Tula, Orel, Kursk y Kiev)[35]. Finalmente, Novgorod fue sometida a Moscú en 1478. Una sublevación posterior en la antigua república, provocó no sólo que Iván III procediese con dureza contra los rebeldes, sino que castigase su actividad comercial, base de su riqueza. Entró en tratos con los daneses y en 1494 fue suprimido por la fuerza el comercio alemán de Novgorod, que dejó de ser ciudad hanseática. De otro lado, Iván III extendió el poder de Moscú más aún hacia el este, alcanzando los Urales (posesión de Wjatka en 1489 y de Perm)[36] e incluso traspasándolos, llegando hasta los ríos Irtysch (Irtish o Irtysh)[37] y Obi. Otro asunto fundamental era la definitiva liberación de los tártaros. En el siglo XV se habían hecho independientes los kanatos de Kazán (ciudad al este de Nizhni-Novgorod y a orillas del Volga) y de Crimea. El Kan de Crimea, Mengli Girej (Meñli I Giray o Menkli Khan Girai, 1445-1515), se alió con Iván III frente a la Horda de Oro. En 1487 ya era tributario de Moscú el kanato de Kazán. Respecto de la alianza con Mengli Girej, pretendía Iván III explotar la oposición de ambos a la Horda de Oro y conseguir apoyo frente a Lituania. Además, al estar el kanato de Crimea bajo la hegemonía turca, Mengli Girej tenía en Iván III un apoyo frente a los otomanos y el zar un intermediario para restablecer las relaciones económicas con los turcos. Pero Iván III no fue lo suficientemente enérgico respecto de la Horda Dorada. Incluso llegó a temer un sitio de Moscú y se puso, junto con su familia, a salvo en el norte. La Horda Dorada sería aniquilada en 1502 por los tártaros de Crimea, sobreviviendo un pequeño grupo en el kanato de Astrakán (la ciudad de Astrakán está en el delta del Volga). La prudencia de Iván III se explica por el apoyo de Lituania a los tártaros y por la oposición secreta de sus hermanos y primos que eran príncipes en Rusia. Casimiro IV Jagellón de Polonia-Lituania estaba entregado sobre todo a sus asuntos occidentales. Este abandono de la zona oriental hizo que sus nobles rusos se inclinasen hacia Moscú, aumentando así la rivalidad entre el reino moscovita y Lituania. Muerto Casimiro en 1492, entró a gobernar en Polonia su hijo Juan Albrecht (John I Albert, rey de Polonia entre 1492 hasta su muerte en 1501) y en Lituania su hermano [hermano de Casimiro] Alejandro (Alejandro I Jagellón, nacido en Cracovia en 1461 y muerto en Vilnius o Vilna en 1506; Gran Duque de Lituania entre 1492-1506 y rey de Polonia entre 1501-1506). Iván III vio aquí una oportunidad para su política expansionista. Casó a su hija Elena con Alejandro I Jagellón, pero los recelos persistieron. Una nueva guerra entre el Estado moscovita y Polonia tuvo lugar entre 1500-1503, cuyo pretexto fue la ofensa sentida por Elena en sus creencias ortodoxas. Iván III contó con el apoyo del kanato de Crimea y Alejandro con el de Wolter von Plettenberg, Gran Maestre de la Orden de los Hermanos Livonios entre 1494-1535. Las exigencias de Iván se vieron cumplidas en la firma de la paz. Una de las principales causas del éxito de Iván III en su política exterior se debe al reforzamiento de su autocracia en el interior, frente a sus hermanos y los príncipes opositores. Con él Rusia amplió sus relaciones con Hungría, Venecia, el Emperador alemán (en 1490 concertó una alianza con Maximiliano I frente a Polonia-Lituania) y las mantuvo con Dinamarca y Turquía. El aumento de poder de Moscú también debe mucho al colapso de Bizancio. El metropolitano de Moscú entre 1491-94, Zósima, era un decidido partidario de la idea de Moscú como «Tercera Roma». Iván III apareció como el representante de Dios en la tierra. Después de morir en 1467 su primera esposa (Maria Borisovna de Tver), Iván III se casó el 12 de nov de 1472 con Zoe (Sofía), hija del déspota Tomás de Morea[38], hermano del último basileus Constantino Paleólogo. Impulsor de este enlace fue el papa Paulo III, protector de Zoe, quien la había puesto en manos del cardenal de origen griego Basilius Bessarion († 18 nov 1472), que la educó en el principio de la unión religiosa. A Iván le interesaba el aspecto político del matrimonio, pero con Zoe se vio reforzada su autocracia. Ingenieros y arquitectos griegos e italianos se desplazaron a Moscú para emprender obras de construcción (ampliación del Kremlin) y enseñar nuevas técnicas y maquinaria militar. La autocracia del zar impidió la libertad de movimientos de los boyardos a su servicio. Recibieron éstos tierras para su provecho personal (pomestie) durante el tiempo que duraba el servicio. Esta propiedad no podía transmitirse, a diferencia de la herencia paterna, la tierra wottschina (votcina). La propiedad eclesiástica fue secularizada en 1500. La nueva codificación legislativa recibió el nombre de Sudebnik (= libro de justicia), aprobada en 1497. La sucesión resultó complicada. En un principio eligió como sucesor a su nieto Dmitrij Ivanovich (1483-1509), hijo de su hijo Iván Ivanovich (Ivan Molodoy, † 1490), nacido de su primera esposa, Maria de Tver. Pero esta elección no fue bien vista por Zoe. A pesar de que Dmitrij Ivanovich fue proclamado Gran Príncipe de Moscú (1492-1502), en abril de 1502 proclamó Iván III como su heredero definitivo al hijo que había tenido con Zoe, Wassilij III (Basilio III). Dmitrij Ivanovich fue encerrado en prisión hasta su muerte. Con esta decisión sucesoria el concepto del Estado prevaleció sobre el Derecho civil, saliendo reforzada la autocracia. *Wassilij III (zar entre 1505-1533) prosiguió la política autocrática y expansionista de su padre Iván III. Se apoderó de Pskov (1510), del resto del principado de Riazán y de Starodub[39] y Novgorod-Severok[40] (Novgorod-Sieversk o Novgorod-Siverskyi). La política de Wassilij III atrajo a algunos señores rusos bajo dominio lituano. Fue el caso de Miguel Glinskij (Michael Glinski o Mikhail Lvovich Glinsky, 1460-1534), Gran Duque de Lituania, sospechoso ante el rey Segismundo I de Polonia (Segismundo I Jagellón el Viejo, rey de Polonia entre 1506-1548), que huyó junto al zar moscovita. Entre 1507-1509 y 1512-1522 hubo guerra entre Polonia y Rusia. De parte de Moscú se pusieron la Orden de los Caballeros Alemanes (bajo Albert de Hohenzollern entre 1510-1525) y la Orden de los Hermanos Livonios, así como Bogdan III, hospodar («señor») de Moldavia entre 1504-1517. Temporalmente, el emperador Maximiliano I, que veía amenazadas por Polonia sus aspiraciones hereditarias en Bohemia-Hungría. Conocemos numerosos aspectos del conflicto por el libro escrito por el embajador Freiherr v. Herberstein enviado por Maximiliano I a Moscú en 1517, Rerum Moscoviticarum Commentarii (Viena, 1549). Polonia sólo contaba con la ayuda de los tártaros de Crimea. El príncipe Miguel Glinskij pasóse de nuevo al bando de Segismundo, pero fue encarcelado por Wassilij III. La guerra terminó en armisticio (1522), permaneciendo Smolensko en manos rusas. Otra amenaza para Wassilij III era la de los tártaros de Crimea y de Kazán. Una vez liquidada la cuestión lituana, pudo Moscú ocuparse de este peligro en 1531, neutralizando Kazán. En cuanto al kanato de Crimea, su alejamiento aconsejaba por el momento precaución militar. Dado que el matrimonio de Wassilij III con Solomonija Soburow[41] fue estéril, a pesar de la oposición desatada, decidió volverse a casar, esta vez con Elena Glynskaya (Glinskaya), sobrina del todavía encarcelado Miguel Glinskij, casamiento que contó con el beneplácito del metropolitano Daniel. Elena le dio un hijo en 1530, Iván, y después otro, Jurij. * Iván IV el Terrible (en ruso: Grosnyg o Groznyj) (1547-1584). Al morir Wassilij III, su esposa Elena se hizo cargo de la regencia hasta que Iván pudiese gobernar. Se apoyó en el favorito Ivan Feodorovich Ovchina-Telepnev-Obolensky, deshaciéndose de sus oponentes, especialmente de los hermanos de su marido difunto. Hubo luchas entre familias principescas, sobre todo los Schujskij (Chúisky o Shuysky) contra los Belskijs (Belsky o Gediminid, de origen lituano). La regente murió en 1538, quizás envenenada. Ante los ojos de los dos príncipes, todavía niños, se sucedieron espantosas escenas de violencia producidas por la rivalidad entre las familias principescas. Los Schujskij llegaron a saquear en varias ocasiones el tesoro familiar de los zares. La personalidad del joven príncipe Iván, rodeada de mentiras, insidias, violencias y falta de cariño, empezó a adquirir perfiles crueles. A los trece años permitió que sus perros despedazasen al príncipe Andrés Schujskij (1543). Los Glinskijs, que le habían inducido a cometer esa acción, se apoderaron de la regencia, permitiendo que Iván se abandonase a una vida instintiva y sin freno. El metropolitano Makarij (Macarius, metropolitano de Moscú desde 1542 hasta su muerte en 1563), su sincero auxiliar, sin embargo, despertó en él la conciencia de la posición de Moscú como «Tercera Roma» y de un Imperio ortodoxo. El 16 de enero de 1547 fue coronado Iván como «zar y autócrata de toda Rusia». Ese mismo día se casó con Anastasia Romanowna Zacharjina-Jurjewa (Anastasia Romanovna, 1530-1560), hija del boyardo Román Zajarin. En junio de ese año se declaró un devastador incendio en Moscú, encauzándose la rabia popular contra los Glinskijs y causando una profunda impresión en el joven zar. Es el momento del ascenso del pope Silvestre y del cortesano Adaschew (Alexis Adachev), que tuvieron desde ese momento un gran ascendiente sobre Iván. La colaboración entre Silvestre e Iván IV se prolongó hasta 1553. Durante este periodo también perteneció al «Consejo escogido» del zar el príncipe Andrés Kurbskij (Andrey Mikhailovich Kurbsky, 1528-1583; terminaría convirtiéndose en un opositor frontal a Iván IV y exilándose en Polonia). En 1550 fue convocado el sobor (asamblea de boyardos y eclesiásticos), para asesorar en materia legislativa. Se estimó anticuado el Sudebnik de la época de Iván III. En 1551 se redactó el nuevo reglamento eclesiástico, en cien capítulos (de stoglaw: sto = 100; glava = capítulo) (también llamado Moralkodex o hunder Kapitel). Se suprimió la organización medieval del Kormlenie (feeding), una tasa que gravaba a la población rural en beneficio de los funcionarios locales. La población local pudo elegir a sus propios funcionarios de la administración local y de justicia. Los vecindarios debían pagar un tributo (okup) para el pago de los sueldos de los funcionarios. Los vecinos escogían a los más ancianos (starosta). Se amplió, pues, la autonomía administrativa local. Se reorganizó la lucha contra los bandidos y criminales, instalándose distritos criminales (guby) que no tenían por qué coincidir con los municipios rurales. El servicio de seguridad recaía en un starosta elegido por ese mismo distrito criminal. Aun a pesar de esta autonomía administrativa en materia de justicia, los asuntos importantes pasaban a Moscú. Wojewode (voivoda): comandante militar de una demarcación; prikaschtschik: administrador de las propiedades públicas en las ciudades. El derecho a un cargo (mestnicestvo, de mesto = cargo) que correspondía a los nobles en función de la herencia paterna, no fue suprimido del todo. El Ejército fue dividido en compañías de cien lanzas (sotnias) y en octubre de 1550 se creó una guardia de corps de 1.000 hombres, provista de propiedad pomestje (pomestie)[42]. Se crearon unidades de infantería (strelcy, streltzi, streltsy o strelzy = tiradores) con fusiles y unidades de artillería que aumentaron la capacidad de combate del Ejército. Se establecieron nuevas normas relativas a la obligación de presentarse al servicio militar en el frente, según el tamaño de las propiedades pomestie y wottschina. La autocracia del zar, que se extendió también a la industria, comercio y campesinado, no se vio limitada ni por el sobor ni por la duma. Todas estas reformas militares guardaban conexión con los acontecimientos exteriores. Hasta 1550 los kanatos de Kazán y Astrakán no fueron molestados por Moscú. En 1552 cayó Kazán y en 1556 Astrakán, con lo que el poder ruso llegó hasta la desembocadura del Volga, incrementando así los contactos comerciales con Asia. No obstante, en 1556 fracasaría un intento de someter el kanato de Crimea. Las desavenencias entre Iván y el pope Silvestre tienen su origen en la grave enfermedad padecida en 1553 por el zar, siendo su deseo que le sucediera su hijo Dmitrij (que, sin embargo, falleció en junio de ese año), a lo que se opusieron miembros de la nobleza y Silvestre, que apostó por el príncipe Wladimir de Stariza (Vladimir Andreyevich, 1533 – 9 oct 1569)[43]. Desde que el zar se repuso, cambió por completo su forma de ser. Siete años esperó a desembarazarse por completo del círculo de Silvestre[44]. Contó con el incondicional apoyo de su esposa Anastasia (Anastasia Romanovna Zakharyina-Yurieva, 1530 – 7 agosto 1560). En 1558 se inició la guerra de Livonia, una empresa que disgustaba a otras potencias europeas, aunque el objetivo del zar era entrar en contacto con los adelantos técnicos occidentales. En 1553, después de desembarcar en el Dvina buscando un paso hacia China, llegó a Moscú, por deseo de Iván, el navegante inglés Chancellour (Richard Chancellor, † 1566), quien favorecerá las relaciones comerciales entre Rusia e Inglaterra. Las discordias internas de Livonia, que controlaba el comercio de Moscú por el Báltico, quiso aprovecharlas Iván, sobre todo las que había entre el obispo de Riga y la Orden de los Hermanos Livonios. Livonia se encontraba sola una vez que Polonia hubiese vencido a los Caballeros Teutónicos, aliados de la Hermandad Livonia. La guerra se prolongó hasta 1583. Narva (en el extremo NE de Estonia, en la desembocadura del río homónimo) y Dorpat pasaron a manos rusas. El obispo de Riga acudió a los polacos, pero esto dividió a la Hermandad Livonia, entre los partidarios de Rusia y los de Polonia (la cuestión religiosa era fundamental). Los suecos intervinieron (1559-1561), estableciéndose en Estonia. Los daneses tomaron la isla de Ösel[45] y penetraron en Curlandia[46]. En la Orden de los Hermanos Livonios se impuso la facción pro polaca. El comendador de la ciudad de Dünaburg [47], Gotardo Kettler (Gotthard von Kettler, 1517-1587), después de ser elegido Gran Maestre de la Orden Livonia, se puso de acuerdo con el obispo de Riga bajo la protección de Polonia. Las regiones de Curlandia y Semgallen (Semigallia o Semgallia)[48] fueron secularizadas. Kettler se convirtió en duque de ambos territorios bajo soberanía polaca. Lo más que pudo Iván IV es tomar Polozk o Polotsk, al norte de la actual Bielorrusia (1563). Lituania deseaba la paz, pero el sobor en Rusia se pronunció por la continuación de la guerra (1566). No hubo ya resultados decisivos. En 1570 se iniciaron conversaciones de paz y se firmó un armisticio por tres años. Aprovechando la guerra en el oeste, el sultán turco, Selim II, auxiliado por los tártaros de Crimea, realizó una incursión en Rusia en 1569 para restablecer los kanatos de Kazán y Astrakán. Moscú fue destruido y llegaron a las puertas del Kremlin (1571), salvando la situación el príncipe Worotynskij (Mikhail Vorotynsky). Se reforzó la línea del río Oka, mientras que los cosacos de las estepas de Ucrania, al mando de sus jefes (atamanes), atacaron y se defendieron de los mongoles. El sucesor de Segismundo (Sigismund II Augustus, rey de Polonia hasta su muerte en 1572) en el trono polaco, Esteban I Báthory (rey de Polonia entre 1576-1586), intentó detener la penetración rusa en el oeste, aliándose con Dinamarca y aproximándose a Finlandia. Pero Polonia carecía de flota de guerra, lo que debilitaba su posición en el Báltico. En 1577 consolidó Báthory su posición en Danzig, tomó Polozk y se adelantó hasta Pskov (1581). Los príncipes Iwan y Wassilij Schujskij defendieron Pskov, pero los suecos tomaron Narva y la contigua Iwangorod, que había sido construida por Iván III para sustituir el tráfico comercial de la sometida Novgorod. El zar simuló una aproximación a Roma, siendo enviado a Rusia como legado pontificio al jesuita Antonio Possevino. Báthory se inclinó por la paz, pero para Iván fue un fracaso completo. Por la paz de Jam Zapolski [49] de 1582, Polozk y Livonia pasaron a Polonia. Esta paz sería rota cuando los polacos invadieron Rusia en 1605. También la paz con Suecia en 1583 fue desfavorable para Iván. Los suecos se apoderaron de Narva, Jam[50], Kaporje[51] y Korela[52]. Donde sí se abrían amplias perspectivas era en el este. La familia de comerciantes de los Stroganov, desde 1550, con autorización del zar, adquirió posesiones en la zona de los ríos Kama y Ural medio, con el privilegio de proteger sus propiedades del kanato de Tobolsk. Las actividades de los Stroganov se extendieron más allá de los Urales. Los militares que les protegían eran cosacos del Don. En 1582 estas tropas, al mando del atamán Ermak Timofegew (Yermak Timofeyevich, † agosto 1584, en batalla contra los tártaros de Kutschum) fueron contra el kan siberiano Kutschum (Kuchum Khan, cuyo accidentado gobierno se extendió entre 1563-1598), alcanzando los ríos Irtysch y Obi y ocupando todo el kanato, incluida la capital, Sibir [53]. La Siberia reconquistada cayó bajo el Gobierno de Moscú en 1584, volvió a perderse en 1586 y se ganó definitivamente en 1588. Las transformaciones radicales en el interior de Rusia tuvieron lugar después de la muerte de la zarina Anastasia en 1560. El zar dio rienda suelta a una indescriptible crueldad. Alexis Adaschew murió en prisión, en Dorpat, en 1561. En diez años, el zar se casó siete veces. El príncipe Andrey Mikhailovich Kurbsky se exilió en Polonia en 1564. Al final de este año, el zar abandonó secretamente Moscú, en compañía de sus fieles y de su familia, en dirección a la colonia de Alexandrowskaja[54] (en la región de Vladimir, detrás del monasterio Troitse-Serguieva Lavra), rehusando a la Corona. Al suplicarle el pueblo que no abandonase el trono, exigió venganza sin límites, instituyendo la tristemente célebre opritschnina (Opríchina), término que designa en principio la posesión especial de tierras concedida a quienes formasen parte de esta organización policíaca y represora. Rusia quedó dividida en dos partes: la propiedad territorial oficial (semschtschina) y el territorio de la opritschnina, que no hacía más que aumentar de forma arbitraria a costa de la otra parte. La nueva guardia del zar, los opritschniks, llegaron a ser 6.000, estándoles prohibido mezclarse con los semsken, es decir, los propietarios de las tierras de la semschtschina. Sobre esta drástica separación nos informa Heinrich von Staden[55], un burgués alemán que estuvo en la corte de Iván IV entre 1578-1582. Las grandes fincas de los príncipes sospechosos podían ser repartidas entre los opritschniks, quienes llevaban un traje especial. Con 300 hombres creó Iván, según el viajero alemán, un remedo de orden monástica, donde la depravación y el homosexualismo eran moneda corriente. Las persecuciones llevadas a cabo por los opritschniks eran frecuentes y de una extrema violencia; se trataba de auténticas masacres. El caso más conocido quizá sea la devastación, saqueo y asesinatos en masa en Novgorod en 1570, sospechosa de amistad con Polonia. El metropolitano Philip II de Moscú, que censuró esta barbarie, fue depuesto y asesinado en 1569. El nuevo metropolitano, elegido en 1568, fue Cirilo (Cyril IV, metropolitano hasta su muerte en febrero de 1572), archimandrita del monasterio de Trojzkaja-Lawra (Troitse-Serguieva Lavra). La actuación de la Opríchina estaba debilitando la misma autocracia, especialmente frente al exterior (Polonia y Suecia). Sólo en el este, al sur del río Oka, se fortaleció el poder moscovita. A finales del siglo XVI, las fuentes de los ríos Donetz[56] y Worskla (ver nota 27) quedaron aseguradas para Moscú. Sólo los cursos inferiores del Don y del Donetz quedaron como refugios de cosacos. A pesar de lo dicho, la autocracia quedó reforzada a la muerte de Iván IV, así como el fortalecimiento del Estado y la penetración hacia el sur y hacia el este. Las masas, que no comprendían su actuación, lo consideraban un endemoniado (groznyj), uniendo el temor a la veneración. *Después de la muerte de Iván IV en marzo de 1584, le sucedió el segundo hijo de su primera esposa Anastasia Romanovna, el débil de cuerpo y falto de inteligencia Feodor Iwanowitsch (nacido en 1557, fue zar entre 1584-1598), antítesis de su padre, pues se caracterizaba por su mansedumbre, religiosidad y falta de energía. El hermano de su madre Anastasia, su tío Nikita Romanowitsch, lo dirigía, aunque desde muy pronto empezó a adquirir una influencia decisiva Boris Feodorowitsch Godunow (Boris Fyodorovich Godunov, ca. 1551 – abril 1605), hermano de la zarina Irene (Irina Feodorovna Godunova, más tarde Alexandra, 1557–1603, casada con Feodor en 1580 o 1581), hombre enérgico, prudente y ávido de honores. Godunov despertó los recelos de los boyardos, y hubo un complot en 1585 de los Schujskijs, que contó con el metropolitano Dionisij (Dionysius II, metropolitano entre 1581-87), para que el zar anulase su matrimonio con Irene, y así neutralizar a Godunov, complot que finalmente fracasó. El poder de Godunov se fortaleció y en 1587 colocó en la sede metropolitana a su amigo Hiob[57]. Ese mismo año, Godunov fue promovido a regente, compartiendo con Irene los asuntos internos y externos del Estado. El zar pudo entregarse a su devoción religiosa. Por un decreto de 1597, los pequeños propietarios de terrenos que habían huido podían recuperar sus tierras de manera legal. Con estas medidas, trataba Godunov de atraerse a los campesinos medios y pequeños. Sus relaciones con la Iglesia también eran buenas, no sólo por su amistad con Hiob, sino porque desde 1589 elevó a Patriarcado la sede moscovita con el beneplácito de Constantinopla. Se fundaron cuatro nuevas sedes metropolitanas. Pero surgió un severo contratiempo: el supuesto asesinato en mayo de 1591 en Uglitsch del joven pretendiente al trono, Dmitrij[58], que era hermanastro del zar Feodor. La familia de la zarina María Nagaja (o Nagaya) era adversaria de Godunov y de su secretario en Uglitsch, el Djak Bitjagowskij[59], que fue muerto por la multitud. Una comisión investigadora desplazada a Uglitsch, presidida por el metropolitano Gelasij[60] y por el príncipe Wassilij Iwanowitsch Schujskij (Vasíliy Ivánovich Shúyskiy, que sería zar entre 1606-1610 con el nombre de Basilio IV), determinó que se había tratado de un accidente, debido a la enfermedad epiléptica del zarévich muerto. Los participantes en los disturbios fueron ejecutados o desterrados; María Nagaya recluida en un convento. El grave peligro de la unión de los tronos polaco y sueco fue conjurado por las diferencias religiosas. Después de un ataque, por la Paz de 1595 Rusia recupera Iwangorod, Jam, Oresek[61] y Korela.
3. La decadencia del Estado moscovita en la «Época de las revueltas» (Smuta). Al morir el zar Feodor, desaparecía la regencia de Boris Godunov, pero, contra todo precedente jurídico, el zar no había previsto sucesor. El sobor sólo podía tomar en consideración a Godunov y al primo del zar fallecido, Feodor Nikititsch Romanow (Feodor Nikitich Romanov)[62], sobrino de la zarina Anastasia Romanovna. Al predominar en el sobor el clero y la nobleza baja, fue elegido Boris Godunov. En septiembre de 1598 fue coronado zar. Su conducta fue la misma que durante la regencia: el mantenimiento de la ley y el orden, con vistas al florecimiento económico, así como la asimilación de la cultura occidental. Sobre todo en este último aspecto tuvo enfrente al clero ortodoxo, sin olvidar la resistencia de la alta nobleza a su persona. A fin de consolidar su poder, copió actos de violencia de Iván IV, esta vez contra sus enemigos los Romanow. Feodor Nikitich Romanov fue recluido en un convento, donde tomó el nombre de Filaret. A pesar de la capacidad de Godunov, el pueblo seguía viendo en él a un usurpador. Circularon rumores sobre su implicación en los sucesos de Uglitsch que acabaron con la vida de Dmitrij. La hambruna que se desató en 1601 fue considerada como un castigo de Dios. A pesar de la organización de los auxilios, bandas de hambrientos se entregaban al saqueo; eran los prolegómenos de la smuta. En medio de esta situación, como terreno abonado, se propagó la idea de que Dmitrij había escapado en realidad de sus asesinos y, llegado desde Polonia en el otoño de 1604, reclamaba el trono que le pertenecía. El príncipe polaco Adam Wisniowecki (Adam Wiśniowiecki, ca. 1566 – 1622) le acogió, presentándole a Jorge Mniszek (Jerzy Mniszech, ca. 1548 – 1613), voivoda de Sandomir (Sandomierz)[63], que le ofreció como esposa a su hija Maryna (Marina Mniszech, ca. 1588 – 24 dic 1614). Además, al pasarse el usurpador (samoswanez) al catolicismo, contaba con el apoyo del Papa. El camino en Rusia a este falso Demetrio lo preparó el monje Grischka Otrepew (Grigory Otrepyev, nacido Yury Bogdanovich)[64], huido del convento de Tschudowo (Chudovo o Chudov, en el recinto del Kremlin), que, por su parecido con el falso Demetrio, quiso pasarse por él, siendo todo descubierto por Boris Godunov. En la aldea Dobrynitschi, al NO de Nowgorod-Sewerskij (Novgorod-Sieversk), fue deshecho el ejército del falso Demetrio, quien huyó a Putiwl (Putyvl o Putivl, al NE de Ucrania). La lucha continuó en los alrededores de la ciudad de Kromy[65]. Pero la muerte el 13 de abril de 1605 de Boris Godunov, lo trastocó todo. El Patriarca Hiob y el alto clero apoyaron al hijo de Godunov, Feodor Borisowitsch (Fyodor II Borisovich Godunov), que sería derrocado el 1 de junio por los Golyzins (Golitsyns, Golitsins o Galitzines)[66] y los Schujskijs. Dos semanas más tarde, el 20 de junio, fueron asesinados Feodor Borisowitsch y su odiada madre, Maria Grigorjewna, viuda de Boris Godunov (Maria Grigorievna Skuratova-Belskaya). Hiob fue depuesto, ocupando su lugar el arzobispo de Riazán, el griego Ignatij (Ignatius, Patriarca de Moscú sólo hasta 1606). El príncipe Wassilij Iwanowitsch Schujskij se desdijo ahora de su investigación del suceso de Uglitsch, presentando al falso Demetrio como al verdadero Dmitrij, el hijo de Iván IV. Lo único que pretendían los grandes magnates con esta maniobra era afianzar sus intereses. En medio de grandes turbulencias el falso Demetrio se convirtió en zar [67]. Sus costumbres nada rusas, su sospechoso origen polaco, el deseo de usar un título occidental (serenissimus ac invictissimus imperator), y, sobre todo, su casamiento con la católica, y, por tanto, herética, Marina, terminaron de arrebatarle el apoyo popular. Su política a favor de Polonia y del Papa, propició el levantamiento provocado por el príncipe Wassilij Iwanowitsch Schujskij, que supuso la muerte del impostor y la prisión para su esposa. El príncipe Wassilij Iwanowitsch Schujskij se convirtió en nuevo zar (Vasili IV, 1606-1610). Se atrajo con falsas promesas a los magnates para conseguir su objetivo, posteriormente incumplidas. De nuevo cambió su postura ante el suceso de Uglitsch, diciendo que el zarévich Dmitrij había sido asesinado. Pero las turbulencias no cesaron. Ucrania, hasta Astrakán, se levantó contra el zar, considerado inductor del asesinato del falso Demetrio. Surgieron impostores y aspirantes al trono por doquier. El desorden fue atroz. Destacó en estos desórdenes el aventurero Iwan Bolotnikow (Ivan Isayevich Bolotnikov, 1565-1608), quien en el otoño de 1606 secundó la rebelión del voivoda de Putiwl, Schachowskoj (Grigory Shakhovskoy). En la marcha de Bolotnikow sobre Moscú se le unió la nobleza de Riazán bajo el caudillaje de los hermanos Ljapunow (Zakhary Petrovich Lyapunov, † después de 1612, y Prokopy Petrovich Lyapunov, asesinado en julio de 1611). Pero al adquirir la rebelión de Bolotnikow connotaciones sociales, los príncipes de Riazán acudieron al zar Vasili IV, que en Tula derrotó a los rebeldes. Bolotnikow marchó entonces hacia el sur, donde fue aniquilado por cosacos sublevados al mando de otro samoswanez llamado Petruschka (el falso Pedro). Los restos de la banda de Bolotnikow se unieron a otro falso Demetrio, quien en el verano de 1608 avanzó contra Starodub y Moscú. Este nuevo pseudo Demetrio (Dmitri II, de nombre Bogdasko[68] y de modestísimo origen, fue asesinado por un tártaro en Kaluga el 11 de diciembre de 1610) estableció su Corte en Tuschino (Tushino), cerca de Moscú. Vasili IV se vio abandonado por muchos de los suyos, siendo el centro de su apoyo el monasterio de Troitse-Serguieva Lavra. Conocemos bien los tumultuosos y confusos acontecimientos gracias a la descripción del publicista Avraamij Palizya (Abraham Palitsyn)[69], después partidario de los Romanov. El nuevo usurpador, llamado el «ladrón de Tuschino», contaba con el apoyo polaco, lo que exasperó a los suecos. Un pariente de Vasili IV, Miguel Skopin-Schujskij (Mikhail Vasiliyevich Skopin-Shuisky, 1587 – 23 abril 1610), fue enviado a Suecia. Los suecos mandaron tropas auxiliares a Vasili IV, mientras que un ejército formado en Nijni-Novgorod expulsó a los leales del usurpador de las ciudades de Vladimir y de Suzdal. Los partidarios del pseudo Demetrio abandonaron el cerco a Troitse-Serguieva Lavra y el samoswanez huyó a Kaluga. A comienzos de 1610 se vio salvado Moscú. El auxilio sueco decidió la intervención del rey polaco Segismundo III (Sigismund III Vasa, rey entre 1587-1632) en septiembre de 1609. Las diferencias polaco-suecas se dirimieron en terreno ruso. Polacos de la Corte de Tuschino se desplazaron para colaborar en el sitio de Smolensko. Los de Tuschino, al quedarse sin jefe con la huida del usurpador a Kaluga, entablaron negociaciones con el rey polaco, a fin de ofrecerle la corona de Rusia a Wladislao (Władysław IV Vasa, rey de Polonia entre 1632-1648), hijo de Segismundo III. La embajada estaba presidida por Filaret y por el príncipe Ivan Mikhailovich Saltykov. Los principales adversarios de Vasili IV eran los dos hermanos Ljapunow. Apoyados por éstos, pretendía llegar a ser zar Wassilij Wassiljewitsch Golizyn (Vasili Golitsin, † 1619). La situación era muy confusa en junio de 1610. Finalmente, Vasili IV fue destituido. Se hizo cargo del Gobierno una Junta de siete boyardos. Mientras la embajada negociaba con Segismundo III, los polacos entraron en Moscú y ocuparon el Kremlin. El pueblo de Moscú apoyaba al «ladrón de Tuschino», mientras que Smolensko era el punto de apoyo de Moscú para la soberanía polaca. En Moscú se hizo cargo de la situación el Hetman[70] polaco Zolkiewski (Stanisław Żółkiewski, 1547–1620). El destronado Vasili IV fue enviado a Varsovia, donde murió prisionero el 19 de julio de 1610. Este hecho humilló profundamente a los rusos. El asesinato del «ladrón de Tuschino» alivió la situación. En 1611 el Patriarca Hermógenes (o Germogen, † 17 feb 1612) desencadenó un movimiento popular. Se estaba poniendo de manifiesto el contraste infranqueable entre Rusia y Polonia, entre el este y el oeste. En marzo de 1611 la situación de la guarnición polaca en Moscú era peligrosa. Los polacos se llevaron prisionera la embajada rusa de Smolensko a su país. Cuando la guarnición polaca preparaba una matanza en Moscú, el Ejército ruso, en representación de toda Rusia, nombró delegados que asumieron las funciones de un Semskij Sobor (Zemski Sobor o Parlamento), declarando ilegítima la Junta de boyardos. Asumieron el mando Prokopy Petrovich Lyapunov, Trubezkoj (Dmitry Timofeyevich Troubetzkoy, † 24 mayo 1625)[71] e Iwan Saruzkij (Ivan Martynovich Zarutsky o Iván Zarutski, atamán de los cosacos del Don). Como se ha dicho, Lyapunov fue asesinado en julio de 1611. La falta de disciplina aumentaba, por el abandono de los nobles del Ejército. Smolensko cayó en junio de 1611 en manos polacas. La situación en Rusia era desesperada. En Moscú reinaba la anarquía. Hermógenes se puso claramente en contra de los cosacos, mientras los monjes de Troitse-Serguieva Lavra esperaban salvar el país con la ayuda de Dmitry Troubetzkoy y de Iwan Saruzkij. Los suecos ocuparon Novgorod. El movimiento liberador, por fin, partió de Nijni-Novgorod, con Kusma (Kuzmá o Kozmá) Minin[72] al frente. El nuevo Ejército estuvo dirigido por el príncipe Dmitrij Michajlowitsch Poscharskij (el ruríkida Dmitri Mijaílovich Pozharski o Dimitri Pojarsky, 1578 – 1642), encarnando su «Consejo popular» la nueva Rusia. El movimiento se dirigía también contra los cosacos de Moscú; entre tanto, había surgido en Iwangorod un tercer y último samoswanez. A comienzos de 1612 se inició la marcha de Poscharskij para liberar Moscú. El Patriarca Hermógenes fue condenado a morir de hambre en Moscú (febrero de 1612). Las luchas internas entre cosacos y polacos reforzaron a Poscharskij, quien, al acercarse, provocó la huida de Marina Mniszech y de Iwan Saruzkij[73] hacia Astrakán, comenzando a disolverse los polacos. Se formó un Gobierno común de Poscharskij y de Trubezkoj. En 1612 se rindieron los polacos de Moscú. En enero de 1613 tuvo lugar una Asamblea electiva, con participación de todas las clases sociales, prevaleciendo la decisión de elegir como zar a un príncipe nativo. En la elección del 21 de febrero (3 de marzo) de 1613 fue proclamado el hijo de Filaret, el joven de diecisiete años Mijaíl Feodorowitsch Romanow. Los boyardos, comprometidos con el Gobierno polaco anterior, se retiraron por completo.
4. El restablecimiento del Gobierno legítimo de los zares con los Romanov. *Mijaíl Feodorovich Romanov (1613-1645), hijo de Filaret y de Marfa (Kseniya Ivanovna Shestova, † 1631), era un hombre bondadoso, blando de carácter y enfermizo. Su madre ejerció sobre él una gran influencia, al igual que los Saltykov, parientes maternos. Mediante la Paz de Stolbova (junto al lago Ladoga), en 1617, se recupera Novgorod, que estaba en manos de Suecia, aunque ésta sigue controlando el territorio costero de Narva. Las complicaciones ruso-polacas eran más difíciles. En 1618, mediante el armisticio de Deulino (una aldea junto al monasterio de la Trinidad y San Sergio, en Serguiev Posad), Smolensko permaneció en manos polacas. En 1619 Filaret fue nombrado corregente, además de Patriarca de Moscú, con lo que el poder espiritual y el temporal de Rusia quedó en sus manos, hasta su muerte en 1633. Enérgico y capacitado, Filaret impuso su voluntad. Ante todo, se trataba de terminar con los abusos de la época de la Smuta. Había que restablecer las cargas fiscales y los servicios. Se elaboró con ese fin un nuevo Catastro. Se copiaron muchos modelos organizativos occidentales, especialmente el militar. Se desarrolló la industria, la minería, la técnica de la fortificación, la artillería y la fabricación de armas. Los ingenieros y técnicos occidentales estableciéronse en una colonia cercana a Moscú (Nemetskaya Sloboda). Los médicos y profesores que llegaron eran casi todos protestantes. Mediante la Paz Perpetua de 1634, Smolensko y Chernigov siguieron siendo polacas y Moscú renunció a Livonia, aunque Ladislao IV renunció al trono de los zares. La guerra con Polonia y su fracaso había precipitado la muerte de Filaret. Pronto se desvió la atención de Rusia hacia el sur (la zona del Mar de Azov). *A Miguel I Romanov le sucedió su hijo Alejo I (1645 – 1676), también de buen carácter y religioso como su padre, aunque más inteligente. Al principio estuvo bajo la influencia del violento y egoísta boyardo Boris Ivanovich Morozov, su profesor. El nuevo zar se casó en enero de 1648 con María Miloslavskaya (1624 – 1669). El inglés Samuel Collins, médico del zar Alexis I, recopiló sus impresiones en sus Memorias moscovitas, donde habla de la arbitrariedad que existía en la aplicación de las leyes. Procedióse a codificar de nuevo el Derecho, estando el nuevo Código (ulozenie o uloschenie) terminado en enero de 1649 e impreso en mayo. En 1655 se emprendió una dudosa reforma monetaria, que produjo una desvalorización de la moneda de cobre y una fuerte inflación. Después de la Unión impuesta en Brest-Litovsk, en 1596, por la Mancomunidad polaco-lituana (también llamada República de las Dos Naciones), mediante la cual el Metropolitano de Kiev y toda la Galitzia rompían con el Patriarcado de Constantinopla, a fin de evitar la sumisión al de Moscú, acercándose a la Iglesia de Roma, los ortodoxos que permanecieron en Polonia fueron muy oprimidos, si bien las capas inferiores y sobre todo los cosacos se mantuvieron firmes en la ortodoxia. El Gobierno polaco intentó crearse una firme defensa de la frontera mediante una inscripción de los cosacos. La amenaza polaca propició la temible revuelta de los cosacos en 1648, bajo la dirección del hetman Bohdan Jmelnitski (1595 – 1657), quien había sido ofendido gravemente por un noble polaco, no se le hizo justicia y huyó a Zaporog, el campamento de los cosacos del Dniéper, donde fue elegido hetman. La rebelión de Jmelnitski iba fundamentalmente contra la Szlachta, esto es, la alta nobleza católica polaco-lituana. Para ello no dudó en aliarse con los tártaros de Crimea. Muchos campesinos polacos oprimidos se sublevaron (campesinos sublevados = haidamaken o haidamaka), uniéndose a los cosacos rebeldes. Todo el encono de los campesinos dirigióse contra los nobles polacos del SE, contra los judíos opresores del pueblo y contra el clero católico. Al morir en 1648 Ladislao IV de Polonia, sucedióle Juan II Casimiro (rey de Polonia y gran duque de Lituania hasta septiembre de 1668) como nuevo monarca de la Mancomunidad polaco-lituana. El momento era delicado y la resistencia contra la rebelión cosaca resultó infructuosa. De ahí que se concluyese en 1649 una paz firmada en Zborov [Sboriw o Sborow] (entre Lemberg, esto es, Lvov, y Ternopol [Ternopil o Tarnopol], en el oeste de Ucrania), bajo severas condiciones: aumento del número de cosacos inscriptos; reconocimiento de Jmelnitski como hetman; los voivodatos de Kiev, Chernigov y Brazlaw [Bratslav, en Podolia, a orillas del Bug] debían verse libres de tropas polacas y en los tres sólo habría empleados exclusivamente ortodoxos; los jesuitas y los judíos serían expulsados de la zona de los cosacos y el metropolitano ortodoxo de Kiev debía ser llamado al Senado de la Mancomunidad. Pero la paz de Zborov no contentó en el fondo a nadie. Las hostilidades entre los cosacos y Polonia se rompieron de nuevo en 1651. En esta ocasión Jmelnitski no salió tan favorecido. El kan de Crimea lo abandonó. Sufrió una severa derrota al sur de Lutsk, en la región de Volinia. Los polacos tomaron Kiev y en las negociaciones posteriores, cerca de esta ciudad, Jmelnitski aceptó que el número de cosacos inscriptos en territorio polaco se redujese a la mitad, obviándose las exigencias ortodoxas. Desde la época de Iván III los zares habían considerado Ucrania un territorio que les correspondía. Alexis I terminó cediendo a la petición de protección de Jmelnitski. En enero de 1654, Moscú tomó juramento de fidelidad a los cosacos en Perejaslawl (al SE de Kiev), concediéndoles su independencia, aunque no podían tratar diplomáticamente con Polonia y con Turquía. Ese mismo año estalló la guerra entre Moscú y Polonia. Smolensko, Vitebsk y Vilna cayeron en manos rusas, haciéndose Jmelnitski con Lublin. El zar se vio apoyado por el victorioso ataque de Carlos X Gustavo de Suecia a Polonia (enmarcado dentro del control del Báltico). Los suecos se apoderaron de Varsovia, de Cracovia y de una gran parte de Polonia, mientras Lituania quedaba bajo mando ruso. Polonia había quedado deshecha. Pero las divergencias entre Suecia y Moscú por Lituania permitieron a los polacos llegar con el zar a un armisticio en Vilna en 1656. Los polacos conservarían la Rusia blanca y el oeste de Ucrania. Polacos y rusos atacaron los territorios bálticos de Suecia, apoderándose los rusos de Dorpat (Tartu). El ataque de Dinamarca a Suecia permitió al Gran Elector de Polonia (apoyado ahora por el Emperador alemán) abandonar a los suecos, que quedaron aislados, teniendo que pactar con los daneses y llegar a un armisticio con los rusos cerca de Narva (30 de diciembre de 1658). Mediante la paz de Cardis (Kärde, aldea de Estonia) entre Moscú y Suecia, de 1661, los rusos renunciaban a sus conquistas en Livonia. Al morir Jmelnitski en agosto de 1657, polacos y rusos se entendieron respecto de Ucrania. Durante la minoría de edad de Yuri Jmelnitski, hijo de aquél, el Estado cosaco de Zaporog estuvo dirigido entre 1657-59 por el hetman Iván Vihovski (Vyhovsky), quien en 1658 concertó con Polonia un tratado que favorecía a los cosacos (mantenimiento de los tres voivodatos de Kiev, Chernigov y Brazlaw; libertad religiosa y confirmación de los privilegios). Pero la concesión a los jefes cosacos de un rango similar al de la Szlachta (alta nobleza) polaca, fracturó la igualdad originaria cosaca. Apareció una estratificación social que resultaba diferenciada por la burguesía y el clero. Los elementos aristocráticos derivados de los jefes (starsina o Consejo de Ancianos) entraron en oposición con la masa democráticamente dirigida. Esta capa inferior, dirigida por Yuri Jmelnitski, se unió a Rusia, aunque los triunfos polacos la obligaron a alinearse con Polonia. La tensión entre polacos y rusos trasladóse a Ucrania y a la elección del hetman. Ambos bandos llegaron a un armisticio en 1667. Rusia controló Kiev, la orilla izquierda del Dniéper y Smolensko, mientras que Polonia continuó dominando la orilla derecha, Vitebsk y Polotsk. El Estado cosaco quedó así dividido en Ucrania: el este para Moscú y el oeste para Polonia. Otro acontecimiento de gran importancia fue la grave revuelta de los cosacos del Don bajo el mando de Stenka (Stepán) Razin, extendida entre 1668 y 1671. A estos cosacos agregóse también un gran número de campesinos rusos descontentos. Las zonas de pillaje preferidas por estos cosacos eran las orillas del Volga desde Saratov (al norte de Volgogrado) hasta Tzarytzyn (Tsaritsyn, hoy Volgogrado) y la ribera oeste del Mar Caspio. Los cosacos de Stenka Razin tomaron la ciudad de Yaik (Yaitsk = Uralsk = Oral, en el extremo NO de la actual Kazajstán; esa ciudad de Yaik se llamaba así por el río homónimo, que, desde 1775, por orden de Catalina II, se denominó río Ural) y rechazaron a Yakov Bezobrazov, voivoda de Astrakán (1668). Al llegar al Caspio, intranquilizaron la costa comprendida entre Derbent (Derbend, al norte de Bakú) y Bakú. En 1670, un nuevo avance hacia el Volga proporcionó a Stenka Razin las ciudades de Astrakán, Tsaritsyn, Saratov y Samara (al NE de Saratov). La rebelión iba en aumento y empezó a tener un cariz social grave. La finalidad era conseguir la igualdad de los cosacos en la vida oficial. Pero en Simbirsk (Ulianovsk, al sur de Kazán) varió la suerte de Razin. En octubre de 1670 fue completamente derrotado por las tropas del zar, que procedieron de inmediato a una durísima represión de los insurgentes, especialmente de los campesinos. A finales de 1670 la rebelión estaba prácticamente acabada. Stenka Razin fue capturado en abril de 1671 y trasladado a Moscú, donde, después de ser torturado, fue descuartizado (16 de junio). Junto a esta rebelión, el gobierno de Alexis I viose sacudido por perturbaciones religiosas de gran trascendencia para el futuro. En 1652 el zar ofrecióle el patriarcado de Moscú a Nikon, hombre inteligente, ambicioso y enérgico, quien aceptó a cambio de ejercer de facto una corregencia. Ésta se hizo visible cuando la ausencia de Alejo durante la guerra con Polonia. El nuevo patriarca estaba convencido de la superioridad espiritual de su cargo frente al poder temporal del zar. Estas ideas plasmáronse con toda claridad en un escrito de Nikon redactado en 1662, pero para entonces las diferencias entre ambos eran manifiestas, pues Nikon fue destituido en 1658. En ese escrito comparaba Nikon a la Iglesia ortodoxa con el Sol y al poder temporal con la Luna, que recoge la luz del Sol, estando obligado el zar a proteger mediante la espada el poder espiritual de la Iglesia. Desde el acceso al cargo en el verano de 1652, Nikon manifestó un acercamiento al boato y ceremonial de la Iglesia bizantina, algo inusual en Rusia. Introdujo reformas en el servicio divino, como en el canto y en la representación iconográfica de los santos. Llamó a asesores griegos, prescindiendo del elemento eclesiástico autóctono. Sacerdotes griegos y de Kiev se encargaron de la reforma de los textos sagrados, provocando un gran escándalo. La ortodoxia moscovita no aceptaba la opinión de estos griegos ilustrados. Entre los reformadores rusos moderados con los que contó Nikon en un principio, estuvieron Iván Neronov, Petrov Avvakum y Stephan Vonifatiyev, confesor del zar. Comenzaron a explicar el sermón, algo desacostumbrado en la Iglesia ortodoxa rusa. El propio Nikon había pertenecido al círculo de tales reformadores, que incluso lo ayudaron en su elección como patriarca, pero su helenofilia lo alejó de ese círculo, que se le volvió en contra e incluso se radicalizó en la defensa de la tradición religiosa. Signos y símbolos externos los diferenciaban (los griegos se santiguaban con tres dedos y cantaban tres veces el Aleluya, mientras que los rusos lo hacían con dos dedos y repetían ese cántico también sólo dos veces). Más grave fue todavía la discrepancia en el número de hostias durante la consagración (cinco o siete), la orientación solar del recorrido de las procesiones (los rusos las iniciaban dirigiéndose hacia el Sol, mientras que los griegos seguían su curso de este a oeste) y el bautismo (por inmersión o por aspersión). Nikon asesoróse con el concurso de patriarcas orientales, estando los de Antioquía y Alejandría presentes en el Concilio de 1666-67. Pero la Iglesia reformada de Nikon no conectaba con las creencias de las masas populares. El material que servía de base a las reformas también era insuficiente, pues el único modelo para el ritual ruso fue de hecho un eucologio (devocionario) griego aparecido en Venecia en 1603. Las usurpaciones litúrgicas de Nikon en 1653 suscitaron la oposición del círculo de Neronov y de Avvakum. El pueblo y el bajo clero le dio la espalda a Nikon. Neronov fue recluido en un monasterio y Avvakum desterrado a Tobolsk, en el oeste de Siberia. Los adversarios de la Reforma se opusieron no sólo a Nikon, sino también al zar. La Reforma produjo un Cisma (Raskol), llamándose raskolniki a los disidentes o «viejos creyentes». No obstante, el zar comenzó a formarse su propio juicio, acelerándose la ruptura con Nikon, que se consumó en 1658. El patriarca abandonó el cargo y se trasladó al monasterio moscovita de la Nueva Jerusalén, mandado construir por él mismo en 1656. Pero la ruptura de los raskolniki con el Estado fue radical y completa. Fueron perseguidos con verdadera saña y crueldad. La persecución extendióse en el tiempo. Avvakum fue quemado vivo el 14 de abril de 1682, al final del reinado de Feodor III, hijo de Alexis I. Una de las rebeliones más enérgicas y duraderas fue protagonizada por los monjes del monasterio de la isla de Anzersk, en el archipiélago Solovetsky, en el Mar Blanco, iniciada en el verano de 1668 y sofocada con una matanza en enero de 1676. El sucesor de Alexis I fue su hijo Fedor (Fiodor) III (1676 – 1682), si bien hubo una facción en la Corte que apoyaba la ascensión al trono de Pedro, hermano de padre de Fedor, pues era hijo de la segunda esposa de Alexis, Natalia Kirilovna Naryschkina. Desde su nacimiento en 1672, el futuro Pedro el Grande era ya un bebé fuerte y saludable, mientras que Fedor era de constitución enfermiza. La Iglesia se inclinó por Fedor. Los que apoyaban a Pedro, principalmente Artamon Matveyev (quien llegó a ser hombre de la máxima confianza de Alexis I y en 1671 fue designado por éste como jefe de su Consejo privado) y los Naryshkin (parientes de la zarina Natalia Kirilovna), fueron desterrados; los Miloslavsky (parientes de María Miloslavskaya, primera esposa de Alexis I) también se decepcionaron. El principal consejero del nuevo zar fue el príncipe Vasili Golytsin (1643 – 1714). La supresión del mestnicestvo (derecho a un cargo; ver supra) se consumó en 1682. Lo decisivo era ahora la persona, no el cargo. Fedor, educado a la europea y admirador del antiguo Bizancio, proyectó traducir al ruso el Corpus Iuris Civilis, la célebre compilación del Derecho romano hecha por orden de Justiniano. Las complicaciones ucranianas no cesaban. La región al oeste del Dniéper se despobló cada vez más. En 1681 el zar cedió, con excepción de Kiev, el área comprendida entre el río Bug y el Dniéper, con el propósito de que fuese neutral. A los veinte años murió Fedor III sin hijos. Por derecho, la sucesión le correspondía a su hermano Iván (1666 – 1696), hijo de Alexis I y de María Miloslavskaya. Pero Iván estaba enfermo de cuerpo y de espíritu. Su hermana de padre y madre, la enérgica Sofía Alekseyevna Romanova (1657 – 1704), apostó por él, contando para ello con el apoyo del citado príncipe Vasili Golytsin y de los descontentos regimientos de los streltsy, el antiguo cuerpo de infantería moscovita (ver supra). La zarina Natalia Kirilovna Naryschkina permanecía neutralizada. A mediados de mayo de 1682 prodújose un levantamiento de los streltsy, siendo asesinados Artamon Matveyev, varios Naryshkin y muchos boyardos. Bajo la presión de los streltsy fue convocado el sobor (ver supra), siendo designado Iván V como primer zar y Pedro I como segundo zar, aunque la incapacidad del primero y la minoría del segundo llevaron a Sofía a hacerse cargo de la regencia el 29 de mayo (la mantuvo entre 1682-1689). El incapaz, pero ambicioso, Ivan Andreyevich Khovansky, fue elegido como favorito, no teniendo más remedio Sofía que contar al principio con los turbulentos streltsy. Éstos estaban alineados con los raskolniki y bajo su presión tuvo Sofía que convocar una Comisión de Cultos (julio). Su situación era crítica, pero no se atemorizó. Consiguió el apoyo de algunos streltsy, que ejecutaron a los más peligrosos. En este contexto, Khovansky pretendió hacerse con el poder, pero, mediante engaños, Sofía, que se había alejado por prudencia de Moscú junto con su hermano Iván, se deshizo de Khovansky y de su hijo mayor en septiembre. La revuelta propiciada por otro hijo suyo fue aplastada por la nobleza, que llevó a cabo una dura represión. Abatido definitivamente el poder de los streltsy, la regente y el zar pudieron regresar a Moscú. La política interior y exterior de la regente era de signo prooccidental y de carácter ilustrado. Contó con el apoyo incondicional del culto príncipe Vasili Golytsin, pero éste, que era un hombre pacífico, en el fondo se hallaba aislado en Moscú, sin conexión eficaz con Occidente. En 1689, Golytsin consiguió fijar el río Amur como límite con China; al mismo tiempo, la colonización rusa había avanzado mucho, llegando hasta la península de Kamchatka. En 1684, la Santa Sede, Polonia, Venecia y el emperador alemán se coaligaron frente a los turcos otomanos, un acuerdo en el que deseaban contar con Moscú. El rey polaco, Juan Sobieski, envió con este fin en 1686 a un representante a Moscú, el voivoda de Posen (hoy Poznan, al oeste de Polonia). Se le reconocía a Moscú el armisticio de 1667, con lo que se accedía a que permanecieran definitivamente en manos rusas Kiev, Smolensko y Chernigov. Ahora bien, a cambio debía Moscú intervenir en favor de la Cristiandad católica europea. Esta política supuso el apoyo de Golytsin y de la regente a propagar el catolicismo en Rusia, con lo que se atrajeron la oposición de los dirigentes ortodoxos, que se aproximaron a Pedro. En su lucha contra los tártaros de Crimea, por su parte, Golytsin cosechó severas derrotas en 1687 y en 1689, disminuyendo así su prestigio. Al cumplir Pedro los diecisiete años, estaba plenamente facultado para el gobierno. En el verano de 1689 se exteriorizó el enfrentamiento con su hermana Sofía, la regente, quien ya no gozaba de una posición de poder tan firme como antes. A finales de septiembre logró Pedro derribar a su hermana, a la que recluyó en un convento, mientras que Vasili Golytsin fue desterrado al Norte. Con la bendición de Joaquín, el Patriarca de Moscú, Pedro y su hermano Iván tomaron las riendas del Gobierno.
5. El desarrollo de la vida oficial interior. En su esfuerzo para considerar como votcina (posesión hereditaria paterna segura) el territorio del Dniéper, se hizo Moscú adversario de Lituania. El desarrollo del poderío de los Grandes Duques de Moscú encontró un decidido apoyo en el clero, sobre todo cuando el metropolitano trasladó definitivamente su residencia a Moscú, a mediados del siglo XIV. No obstante, Lituania consiguió una segunda sede metropolitana en Kiev, pero su occidentalismo y el deseo de unión con Roma fortalecieron al Gran Duque de Moscú, que se erigió así en defensor de la ortodoxia. La unión del Gran Duque de Moscú con la más alta autoridad eclesiástica abría la perspectiva para aquél de la herencia bizantina. Aunque resulta evidente que la autocracia zarista se refuerza con Iván III, en asuntos religiosos no podía el zar tomar una decisión unilateral, pues eran de la competencia de la Iglesia. Eso sí, se presentaba como protector de la ortodoxia, especialmente cuando convenía a sus intereses, según se demostró en la política exterior, pero Iván III era reacio a combatir con energía la herejía, debiendo, a veces, ser estimulado a ello por la jerarquía eclesiástica. Una fuerte limitación del poder del zar la representaba la institución del mestnicestvo (el derecho a un cargo, que correspondía a la alta nobleza en función de la herencia paterna o votcina). Ya hemos visto cómo en 1681 Vasili Golytsin ensayó la supresión del mestnicestvo. El Gran Duque de Moscú logró un gran refuerzo a su poder con el apoyo que le prestó José Volotsky († 1515), abad del Monasterio de Volokomansk (a unos 17 km al NE de la localidad de Volokolomansk, entre Tver y Moscú), fundado por él en 1479. Joseph Volotsky veía compatible el monacato con la posesión territorial de los monasterios, postura que no compartía otro monje destacado, Nilo de Sora (1433 – 1508), fundador del célebre monasterio de Kirillov, junto al lago Beloye, en el actual oblast de Vologda. Poseído del espíritu de los monjes del monte Athos, entre los que residió, Nilo de Sora tuvo un enemigo en José Volotsky, y aunque finalmente se impusieron las tesis de Volotsky, pronunciándose a favor de ellas la Asamblea eclesiástica de 1503, Nilo de Sora no perdió nunca la protección del zar. La evolución del concepto del poder del príncipe, en el sentido del reforzamiento de la autocracia, dependió de manera decisiva de la doctrina bizantina, transmitida por el clero, relativa al origen divino de dicho poder. El término gosudar (amo), que se aplicaba a los «señores» al referirse a sus bienes, comenzó a aplicársele también a Iván III, en cuanto que era gosudar de toda Rusia. Como hemos adelantado, con Iván III se sientan las bases para un nuevo orden autocrático, cuya expresión completa se alcanzará con Pedro I el Grande. A mediados del siglo XVI se recompensaba al servidor del Estado con una propiedad pomestie. De este modo se sujetó a los guerreros nobles a la tierra y se les obligó simultáneamente a ser propietarios. Esta propiedad pomestie era inalienable y no heredable; sólo era utilizable durante el tiempo que duraba el servicio; al terminar éste, tal propiedad volvía al Estado. La inseguridad en las fronteras exigía un gran número de guerreros, y, por tanto, de la disponibilidad de este tipo de propiedad pomestie. Ello hizo preciso el nombramiento de una autoridad especial (prikaz) para estos asuntos.
Los boyardos y la baja nobleza ingresaron también en el sistema pomestie. La nobleza moscovita era tan acaudalada que en muchas ocasiones podía renunciar a la pomestie. De esta nobleza procedían quienes desempeñaban los cargos oficiales más importantes. No obstante, tanto la nobleza como los campesinos vieron limitada su libertad para cambiar de residencia. Los campesinos y los siervos que habían huido, debido a sus pésimas condiciones de existencia, colonizando en muchos casos las estepas del sur, fueron obligados a volver desde mediados del siglo XVII, una vez sofocadas las revueltas cosacas, de igual modo que se tomaron medidas a fin de evitar nuevas huidas. Las haciendas pomesties exigían una renovación de la mano de obra; de ahí la elaboración de un censo de los campesinos, necesario para los propietarios y para el Gobierno. El único día que les quedó a los campesinos para cambiar de residencia fue el de la festividad de San Jorge (26 de noviembre), siempre y cuando hubiesen saldado sus deudas y cumplido con sus obligaciones.
En la segunda mitad del siglo XVI se generalizó el pago en dinero a los propietarios de una parte de las rentas de alquiler. El resto del pago se efectuaba en especie. La situación de los campesinos arrendatarios no era nada fácil. Los propietarios trataban de aprovecharse de su posición ventajosa. Los arrendatarios debían hacer frente al pago de subsidios y restar tiempo al trabajo físico de la explotación arrendada. Hubo un cierto peligro de caer en la esclavitud por impago. Pero esto no le interesaba al Estado, pues los esclavos estaban exentos del pago de impuestos. También los préstamos estaban a un interés muy alto (rondaban el 20 %). La Iglesia se opuso a este tipo de préstamos abusivos, no pudiendo llevarlos a cabo el clero regular y el secular. Ello dio pie a que Nilo de Sora se opusiese a los bienes raíces de los monasterios.
En términos generales, la situación de los campesinos libres empeoró a lo largo del siglo XVII, aumentando los lazos de servidumbre y la dependencia respecto de los propietarios. Los campesinos fueron siendo desasistidos de la protección del Estado y cayendo bajo la arbitrariedad de sus amos. A finales de ese siglo, la clase campesina, originariamente libre, había descendido al mismo nivel que los esclavos cholopen (ver supra).
En cuanto a las ciudades, prevaleció el carácter de centros administrativos y militares de las mismas al de centros de actividad económica. Novgorod fue durante un tiempo una de las principales excepciones. La población trabajadora y comerciante se alojaba fuera del recinto fortificado. Este alojamiento se llamaba posad. El comercio estaba ligado a determinadas poblaciones, a fin de controlar mejor las cargas fiscales y los derechos aduaneros. Los ricos comerciantes gozaban de privilegios. Determinados productos estaban sujetos a monopolios introducidos por el Gran Duque o el zar. Entre los comerciantes, el rango más destacado lo ostentaban los gosti, rango otorgado por el príncipe. Su número era reducido y normalmente se trataba de moscovitas. Las personas del alojamiento posad no se veían exentos de cargas públicas. Al revés, eran cargas elevadas. Otra desventaja para los contribuyentes posad fue la institución de los slobods (sloboda era un barrio próximo a una ciudad donde vivía una población mercantil e industrial sujeta a una mínima tributación o exenta de la misma). De ahí que en las ciudades era común distinguir tres grandes barrios: el militar y administrativo, el distrito posad y el sloboda. Los habitantes del posad estaban en clara desventaja contributiva frente a los que vivían en el sloboda. El Stoglaw Sobor (o «Consejo de los Cien Capítulos», Consejo eclesiástico reunido por vez primera en Moscú en 1551: ver supra) hubo de dictar disposiciones en contra de los privilegios de los slobods. A pesar de ello, si durante el curso de este periodo los campesinos estaban cada vez más encadenados a su gleba, la población urbana lo estaba a su posad.
La falta de libertad efectiva de las masas aumentó durante todo el periodo (desde Iván III hasta la llegada de Pedro I). Se multiplicaron las revueltas. La época más turbulenta fue la de la Smuta (1605-1612). Tampoco pueden desdeñarse las mencionadas rebeliones de cosacos. La esclavización de facto aumentó desde mediados del siglo XVI. La libertad personal la perdieron muchos campesinos que tenían que saldar deudas, pasando muchas veces a una situación de esclavitud efectiva. Las deudas pasaban a sus herederos. La servidumbre efectiva se extendía cada vez más. La situación cambiaba en función del rigor o falta de humanidad del amo.
Una posición especial y muy dudosa tomaron los bienes raíces eclesiásticos propiedad de los monasterios. La oposición que suscitaban era sobre todo porque estaban exentos de tributación. Además de los monasterios de las ciudades, muy numerosos, estaban también los que desde el siglo XIV se fundaron por ardorosos creyentes en lugares apartados o despoblados, como el de Nilo de Sora junto al lago Beloye. Estos últimos monasterios llevaron a cabo intensas tareas de colonización, con el consiguiente establecimiento de aldeas campesinas. La nobleza vio una clara competencia, en general, en los monasterios, a pesar de que un número estimable de ellos eran fundados por príncipes y grandes nobles. De hecho, los grandes príncipes favorecieron la exención de tributos de los monasterios. Pero la riqueza de los mismos llegó a ser un grave problema para el Estado. La tercera parte de los bienes totales era de propiedad eclesiástica. Desde el siglo XIV hasta finales del XVI hubo bruscos antagonismos. El alto clero y muchos monasterios ricos se enfrentaron a las tesis de Nilo de Sora, partidario de prescindir de los bienes raíces.
Como hemos dicho, el príncipe Andrey Mikhailovich Kurbsky fue un firme opositor de la despótica autocracia de Iván IV el Terrible. Los llamados «josefínicos» o partidarios del abad José Volotsky, apoyaron a este zar. La Duma o asamblea de boyardos declinaba. A lo ya dicho sobre Iván IV, añadamos que elegía cuidadosamente a sus consejeros. Las opiniones de la Duma eran cada vez menos tenidas en cuenta. Bajo Iván III todavía podían los miembros de la Duma expresar sus opiniones, pero bajo Iván IV éstas debían manifestarse con cautela. La Duma fue adquiriendo un carácter burocrático y técnico. El zar fue rodeándose crecientemente de un círculo privado de consejeros, marginando a la Duma. A finales del siglo XV aumentó el número de prikazes o Cancillerías, equivalentes a los Ministerios de la Época Moderna. Cada prikaz se ocupaba de asuntos específicos, bien fuesen exteriores o administrativos. A finales del siglo XVI eran ya treinta. Sirvieron a la centralización del Poder. El jefe de la Cancillería era el Djak.
La situación moral de esta burocracia era muy baja, pues los cargos conllevaban una fuente de ingresos de tributos. Los sobornos y las traiciones eran moneda corriente. La administración de las tierras no pertenecientes al soberano, esto es, los bienes raíces de la Iglesia y de los particulares, así como las tierras sujetas a tributación de los campesinos, era realizada por lugartenientes y administradores volost (= distrito rural con su propio hinterland; ver supra). Los lugartenientes administraban las ciudades con las comunidades campesinas anejas; el administrador volost un distrito, correspondiente a una comunidad rural. Justicia y administración no estaban separadas. Las decisiones esenciales eran dictadas por los prikazes o Ministerios moscovitas, a fin de evitar abusos.
Los distritos fronterizos, después de la Smuta, quedaron en manos de los voivodas o gobernadores, a fin de reforzar la centralización; lo mismo ocurrió con los territorios interiores de Rusia. Los voivodas dependían directamente de Moscú. Pero a los voivodas se les fue retirando la competencia en materia de justicia y criminal. El administrador de justicia en cada voivodato será ahora un starosta o starost (literalmente, «anciano»). La nueva policía criminal será la guba, en íntima conexión con el Estado. También se comenzó a ceder en usufructo un distrito administrativo como recompensa a los mejores guerreros, diseminando por toda Rusia las fuerzas armadas. En caso de guerra, estos dirigentes administrativos incorporábanse a las ocupaciones propiamente militares. El sistema pomestie (ver supra) garantizaba una rápida movilización militar. A pesar de lo dicho, bajo Miguel I y bajo Fedor III los voivodas fronterizos en el oeste, sur y sureste, gozaron de plenos poderes civiles y militares. Bajo Alejo I el sistema de recaudación de impuestos contenía numerosas imperfecciones.
Bajo Iván IV el Sobor, que en un principio había tenido una connotación eclesiástica, incluyó al alto clero y a la Asamblea o Duma de los boyardos. El Sobor, en cuanto Asamblea principal de Rusia, no representaba propiamente al pueblo. En los tiempos difíciles del siglo XVII se incorporó al Sobor la alta burocracia de los servicios centrales, los voivodas, la nobleza en servicio y los grandes comerciantes. Pero el zar no estaba sujeto a las opiniones del Sobor o de la Duma de boyardos. El Sobor se convocaba por el zar en caso de necesidad, que se apoyaba en el Sobor propiamente eclesiástico. A la muerte de Iván IV, el Sobor reunióse en 1584, atribuyéndose competencias sucesorias, creciendo así su prestigio durante la Smuta o «Época de las revueltas». El Sobor desempeñó tareas asesoras con Miguel I, al menos hasta 1622, aunque continuó convocándolo. Siempre contó con esa Asamblea. Aunque la alta nobleza había disminuido numéricamente en el Sobor bajo Iván IV, Basilio III y Boris Godunov, ingresaron después en él nuevos grupos sociales, especialmente la nobleza en el servicio y las clases financieras y mercantiles. Con Alejo I y con Fedor III, en cambio, disminuyó la importancia del Sobor, que se intensificó con la corregencia de Iván V y de Pedro I desde 1682, si bien por razones ya expresadas la regencia de Rusia quedó durante varios años en manos de Sofía, hermana del primero y hermanastra del segundo. El Sobor eclesiástico, convocado por el zar y por el Patriarca de Moscú, se ocupaba de asesorar en materia eclesiástica. Los miembros de esta Asamblea procedían del clero regular. La falta de ilustración teológica era notable. Sobre el Raskol promovido indirectamente por el Patriarca Nikon desde 1652, ya hemos hablado anteriormente. La occidentalización religiosa de Rusia fracasó por completo. Ya durante la Smuta fue quemado el sloboda moscovita, esto es, el barrio mercantil e industrial, diseminándose los extranjeros por la ciudad. El zar Miguel I ordenó su reconstrucción. A pesar de la resistencia eclesiástica, las ideas occidentales fueron penetrando muy lentamente a través de libros latinos y polacos desde 1672, modificándose también la apariencia externa en el vestir y en el mobiliario de las viviendas de las clases elevadas. Con Alejo I la arquitectura moscovita asistió a un renacer importante. Ya durante el tránsito entre el siglo XIV y el XV se apreció la impronta gótica en las iglesias. No obstante, el estilo arquitectónico del periodo en que los principados de Vladimir y Suzdal eran relevantes, ejerció una gran influencia en las iglesias moscovitas, así como en la arquitectura de los numerosísimos monasterios. Las primitivas iglesias de madera fueron sustituidas por las de piedra. Monasterio de capital importancia fue el de la Trinidad y San Sergio, en Serguiev Posad, al NE de Moscú. Las iglesias urbanas construyéronse sobre una plataforma, siendo necesaria una escalinata para acceder. La influencia occidental en la arquitectura se dejó sentir bajo Iván III, en parte por la mediación de Zoe (Sofía Paleóloga, su segunda esposa), construyendo el italiano Aristóteles Fioravanti, entre 1475-79, la Catedral de la Dormición de la Virgen (Koimesis) en el recinto del Kremlin. En la pintura asistimos a un renacimiento durante los siglos XIV y XV, sobre todo en Pskov y Novgorod. El bizantino Teófanes el Griego (ca. 1340 – ca. 1410) influyó en la pintura de iconos moscovita. En cuanto a Andrei Rublev, nació ca. 1360 y murió entre 1427-1430. Es difícil saber si fue discípulo de Teófanes el Griego. De todos modos, parece ser el fundador de una nueva escuela moscovita, opuesta a la dependencia bizantina. Decoró la Koimesis de la ciudad de Vladimir en 1408. Es célebre su icono de La Trinidad para el Monasterio de la Trinidad y San Sergio, en Serguiev Posad, pintado en el primer tercio del siglo XV y guardado hoy en la Galería Tretyakov de Moscú. En Rusia, desde principios del siglo XV, asistimos a la representación pictórica de santos locales, como podemos ver en la Catedral de la Anunciación en Moscú (dentro del Kremlin), donde aparecen en el iconostasio (muro trazado de norte a sur que dividía en las iglesias ortodoxas el santuario propiamente dicho, al este, de la nave; en ese muro solían colocarse iconos) hasta once figuras, todas ellas de Teófanes el Griego, de ca. 1400. En el centro de este iconostasio encontramos una representación de la Déesis (Cristo entre la Virgen y San Juan Bautista). Moscú se convirtió en el siglo XV en el punto de partida para toda Rusia de estos iconos colocados en el iconostasio de las iglesias. Discípulo de Andrei Rublev fue el gran maestro Dionisio, quien, hacia el año 1500, realizó un ciclo de frescos en el convento de Ferapontov (en el oblast de Vologda, unos 20 km al NE de la ciudad de Kirillov), fundado en 1398 por el monje Teraponto de Belozersk. Composición, colorido y dibujo se perfeccionan en los iconos rusos respecto de los bizantinos. Pero durante el siglo XVI la pintura rusa de iconos tiende a la afectación y al rebuscamiento. Durante el XVII comienza la influencia occidental en la pintura rusa de iconos, especialmente en la perspectiva y en la composición, con los problemas derivados de una falta de asimilación de estos procedimientos. De otro lado, desde Iván IV existía una pintura profana, aunque con fuerte influencia religiosa. Un buen ejemplo es el relieve del trono de ese zar en la Catedral de la Koimesis en el Kremlin. En el siglo XVI surgieron afamadas escuelas pictóricas patrocinadas por familias ricas como los Stroganov y los Godunov. Ambas escuelas alcanzan su apogeo en el siglo XVII, bajo la influencia occidental. La técnica de la Escuela Stroganov procede de los artistas de la Academia de Arte (Oruzejnaja Palata) fundada en Moscú por Alejo I. La pintura de iconos original entró en decadencia con Pedro I en el siglo XVIII. Como protector de la tradición se presentaba el clero. Un cuadro tétrico de esta situación nos lo ofrece el Djak Grigori Kotoschichin (Grigory Karpovich Kotoshikhin, ca. 1630 – 1667, ejecutado en Estocolmo, donde se había refugiado) en su libro Rusia durante el gobierno de Alexis Mijailovich, redactado en Estocolmo antes de morir. La obra no está exenta de gran animadversión. En ella, remontándose al tiempo de Iván IV, nos habla de muchas cosas, tales como la ceremonia de coronación del zar Alejo I, la vida en la Corte, la acogida a los embajadores y el modo de vida de los boyardos, cuya incultura fustiga. También se detiene en el bajo nivel espiritual de Rusia. Otra obra interesante de esta época es El Imperio ruso hacia mediados del siglo XVII (Politika, 1666), redactada por un sacerdote católico croata, Yuriy (Jurij) Krizhanich (ca, 1617/18 – septiembre 1683), considerado por muchos como el primer paneslavista. Entre 1659 y 1677 residió en Moscú actuando en favor de la unión de las Iglesias, sufriendo por ello largos castigos en Siberia. Deseaba el desarrollo económico, cultural y moral de Rusia. Vio en el zar el sostén del mundo eslavo. Trató de crear un idioma eslavo común, siendo muy importante la Gramática que elaboró con este fin. Abogó por una suavidad del régimen autocrático y por el rechazo de la tutela alemana del mundo eslavo, aunque especialistas germanos debían acudir a Rusia para mejorar el nivel de vida. Sus ideas no fueron comprendidas. No obstante, la penetración de las ideas occidentales acrecentóse desde los tiempos de Alejo I, bien sea por las relaciones con Polonia-Lituania, por el comercio anglorruso, por el avance hacia el Báltico y por los esfuerzos unionistas con Roma. El serbio Cipriano, metropolitano de Kiev entre 1376 y 1380, y metropolitano de Moscú hasta 1406, desarrolló una actividad literaria que dejó una influencia serbia en los escritos rusos de su época. Trajo numerosos manuscritos serbios a Rusia. No llegó a entenderse bien con Dmitry Ivanovich Donskoy, Gran Duque de Moscú entre 1359-1389. Al huir el príncipe de Moscú en 1382 con motivo de la invasión tártara, el metropolitano abandonó la ciudad, estableciéndose primero en Tver y después en Kiev. Regresó a Moscú después de la muerte de Donskoy. Cipriano era hombre de refinada cultura y se propuso ilustrar al clero con sus escritos y traducciones del griego. Había residido y estudiado en el monasterio de Studion, en Constantinopla. Asimismo, Genadio, arzobispo de Novgorod (1484 – 1506), persiguió a la secta de los judaizantes. La incultura de los clérigos favorecía la expansión de las más variadas herejías. Los herejes, en cambio, sí poseían mayor ilustración. Los judaizantes se aferraban a la Biblia, pero ésta no estaba traducida en su totalidad al ruso. Los judaizantes sólo se referían a los textos bíblicos indispensables para el uso litúrgico. Genadio, en 1499, tradujo al ruso una buena parte de la Vulgata, completando así los textos que faltaban. Las tensiones entre los partidarios de la vieja ortodoxia intransigente con los proclives a la penetración de los textos occidentales, se acentuaron. Así pudo constatarlo Máximo el Griego (1480 – 1556), que procedía de Albania. Pasó treinta años encarcelado, víctima de la lucha religiosa. El zar Basilio III lo protegió durante un tiempo, nombrándolo su bibliotecario. Pero su oposición al nuevo matrimonio del zar, así como supuestos errores en la traducción que había efectuado de ciertos textos religiosos, le acarrearon la condena en 1525 del Tribunal eclesiástico de Moscú. Fue recluido en diversos monasterios hasta su muerte. No obstante, encontró apoyos respecto de sus traducciones en el Stoglaw Sobor eclesiástico (ver supra). Sin embargo, la confusión desastrosa de los textos religiosos no hizo más que aumentar durante la época de Iván IV. Las imprentas fueron atacadas por los fanáticos, incluso a mediados del siglo XVII. Acontecimientos notables de la vida de Iván IV los conocemos gracias a la historia que sobre la vida de este zar hasta 1578 escribió el príncipe Andrey Kurbsky, enemigo de aquél, y que, por ello, tuvo que exiliarse a Polonia. Lo que más le reprocha es el haber prescindido de los magnates como consejeros, asesorándose, en cambio, de gente sencilla, como el pope Silvestre. A éste último se le atribuye un tratado de educación familiar, el llamado Domostroy, que refleja la rigidez e intransigencia religiosa de Moscú frente a Kiev.
[1] Historiador alemán (1876-1953), Profesor en la Universidad de Breslau (hoy Wroclaw, en Polonia). La redacción del libro estaba completada a finales de 1935. El primer tomo se publicó en alemán en marzo de 1940. En cuanto al traductor, Guillermo Sans Huelin (1883 - 1967), era científico y nació en Córdoba, estando directamente emparentado con los Huelin de Málaga. Al finalizar la guerra civil española, fue director accidental del Real Observatorio Astronómico de Madrid [Las aclaraciones relacionadas con los topónimos geográficos de este amplio resumen del libro de Hanisch, así como la mayoría de las precisiones cronológicas, las distintas grafías de los nombres propios de los personajes históricos, ciertos añadidos que completan la actividad de éstos y las referencias a estudios posteriores a la fecha de edición del libro, se deben a Enrique Castaños, Doctor en Historia del Arte]. [2] Inés García de la Puente, en su artículo «La cristianización de la Rus’ kievita según el “Relato de los años pasados”» (Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones, Anejos, Universidad Complutense de Madrid, 2004, XIII, págs. 63-73), menciona como las cinco principales divinidades del panteón eslavo precristiano a Perun, Jors, Dazh’bog, Stribog, Simar’gl y Mokosh. [3] Afluente del Volga que desemboca en Nijni-Novgorod. [4] El mayor afluente del Volga por su margen izquierda. Tiene unos 1.805 km de longitud. [5] A unos 400 km al este de Nijni-Novgorod. [6] En la desembocadura del Danubio. Su nombre deriva del nombre de la capital de Bulgaria de esa época, Preslav. Por tanto, «pequeña Preslav». [7] Polozk o Polazk (Polotsk), al norte de la actual Bielorrusia, a orillas del Dvina. [8] Al SE de la actual Polonia. [9] Chervyen, en Bielorrusia, en el oblast de Minsk. [10] Marcelo López Cambronero (en su estudio introductorio a la antología de textos La idea rusa, Granada, Nuevo Inicio, 2009, pág. 16) se refiere a otro testimonio histórico para explicar los pormenores de la solicitud de ayuda del emperador bizantino Basilio II (976-1025) a Vladímir en 987. Es el testimonio de Yahya de Antioquía († 1066), un cristiano árabe melquita (es decir, seguidor de la fe del basileus bizantino). El término «melquita» es adjudicado desde el Concilio de Calcedonia de 451 por sus oponentes los monofisitas. Precisamente Yahya es quien habla de esos subterfugios y dilaciones por parte de Basilio II. [11] Muy cerca de la desembocadura del río Dniéper. [12] Junto al lago Nero (54 km2), en el oblast de Jaroslavl, al NE de Moscú. [13] Kolberg, Kholberg o Kolobrzeg, pertenece hoy a la provincia eclesiástica polaca de Szczecin-Kamień (archidiócesis formada por las ciudades de Szczecin y de Kamień). La referencia al obispo Reinbern la hace Marcelo López Cambronero (en su estudio introductorio a la antología de textos La idea rusa, Granada, Nuevo Inicio, 2009, pág. 58). [14] Se trata de la antigua colonia griega de Hermonassa, en la península de Taman, junto al estrecho de Kerch, en la orilla opuesta a la península de Crimea y al sur del Mar de Azov. [15] En el mencionado estudio introductorio (págs. 52-56), Marcelo López Cambronero hace una síntesis del escrito de Hilarión o Illarion, del año 1049, titulado Discurso sobre la ley y la Gracia, que se considera el más antiguo del pensamiento en Rusia. Para Illarion, a) el cristianismo ha sido bien recibido en Rusia y ha fermentado entre la población reemplazando a las creencias paganas, aunque con la presión del Príncipe; b) el desarrollo del cristianismo entre los rusos es una manifestación de su existencia como pueblo y del amor que Dios les profesa; 3) la transformación operada se debe a Bizancio. Asimismo, Illarion vincula estrechamente la fe ortodoxa cristiana con la identidad nacional rusa, que, además del rechazo de la herejía latina, supone la consideración de Rusia como pueblo elegido y defensor de la fe. El discurso de Illarion está reproducido íntegramente, traducido por Olga Novikova Monterde, que es a su vez la responsable de la magnífica selección, en el volumen La Tercera Roma. Antología del pensamiento ruso de los siglos XI a XVIII, Madrid, Tecnos, 2000, págs. 5- 29. [16] Junto al lago Beloye, unas 100 millas al sur del lago Onega. [17] Hijo de Leo, que era el hijo del basileus Romano IV Diógenes (1068-1071). La hija de Vladimiro II Monomaco se había casado con Leo. Por tanto, ese Basilios era nieto de Monomaco y de Romano IV Diógenes. [18] Halitsch = Halicz o Halych, ciudad en el oeste de Ucrania, a orillas del alto Dniéster. Dio nombre a la región de Galitzia. [19] El río Vóljov comunica el lago Ladoga, al norte, con el lago Ilmen, al sur. [20] Entre el golfo de Riga y el golfo de Finlandia, ocupando parte de las actuales Letonia y Estonia. [21] Hoy, una pequeña localidad al NE de Moscú, muy próxima. Hay también un río Klyazma, afluente del Oka, que nace muy cerca de la ciudad homónima. En el Gran Atlas Aguilar, en cambio, el río Klyazma aparece como tributario del río Moskva, el que atraviesa Moscú. [22] Hoy esa ciudad se llama Ohrid, y se encuentra en la República de Macedonia, a orillas del lago del mismo nombre. [23] El nombre proviene de Teodoro Studita (Constantinopla, 759 – en un monasterio en Bitinia, 826), monje del monasterio de Studion (el más importante de Constantinopla, cerca de la Propóntide o Mar de Mármara), escritor y teólogo bizantino, que estableció ciertas normas para los monjes (castidad, estabilidad y pobreza), que, además, debían cambiar de hábito cada semana. [24] Sobre la arquitectura de este periodo, puede consultarse el libro de Víctor Nicolsky, Arte ruso, Barcelona, Labor, 1935, págs. 69-79. [25] Conservado en el State Historical Museum de Moscú. [26] En el oblast de Riazán, afluente del Oka. [27] La ciudad de Poltava (en ruso = Полта́ва) está bañada por el río Worskla (en ruso = Bopckna), afluente del Dniéper. Situada en la mitad oriental de Ucrania. [28] El Gran Duque Jagellón de Lituania (1377-1401), había nacido hacia 1351, y, por su casamiento con Hedwig se convierte en rey de Polonia con el nombre de Ladislao II (1386- 1434). Venció a los Caballeros Teutónicos en Grunwald en 1410. Grunwald se llamó después Tannenberg, en la Prusia oriental. Hoy está en Polonia y se llama Stebarsk o Stebark. [29] Hedwig o Jadwiga de Polonia, nació en 1373 o 1374 y fue reina entre 1384 y 1399, año de su muerte. [30] El río Ugra desemboca en el Oka cerca de la ciudad de Kaluga. [31] Esta Galitsch o Galich tomó su nombre de la homónima ciudad ucraniana. Actualmente en el oblast de Kostroma, se encuentra a orillas del lago Galichskoye. [32] Recordemos que Basilio I estaba casado con una hija de Witold de Lituania. [33] Obligada en 1478 a entrar en un convento de Nijni-Novgorod. Se desconocen la fecha y circunstancias de su muerte. En la Introducción del Diario de un escritor, Dostoyevski se refiere a este personaje al mencionar el estudio del historiador Nikolai Mijailovich Karamzim titulado Marfa Posádnitsa (véase la edición de las Obras Completas de Dostoyevski de la editorial Aguilar, Madrid, 1961, tomo III, pág. 609). [34] Gran Duque de Lituania (1440-1492) y rey de Polonia (1445-1492). [35] Kaluga y Orel están situadas a orillas del río Oka. La ciudad de Tula está entre Kaluga y Riazán. A unas cien millas al sur de Orel está Kursk, en la actual Rusia. [36] Wjatka o Vyatka es la soviética Kirov, de nuevo hoy Viatka, situada a orillas del río homónimo, afluente del Kama. En cuanto a Perm, muy cerca de las estribaciones de los Urales, está bañada por el río Kama. [37] El río Irtysh es afluente del río Obi. [38] Morea es el nombre medieval, el topónimo veneciano de la península del Peloponeso. [39] Starodub es una pequeña localidad de la actual Federación Rusa, casi en la frontera con el norte de Ucrania, situada entre Smolensko y Chernigov. [40] Novgorod-Sieversk, al norte de la actual Ucrania, está situada a orillas del río Desna o Desnia, tributario del Dniéper, en el que desemboca cerca de Kiev. [41] Santa Solomonia Yuryevna Saburova, ca. 1490-1542; se casó con el zar en 1505, decidiendo Wassilij divorciarse en 1525, siendo forzada a ingresar con el nombre de Sofía en el convento Rozhdestvensky o de la Natividad de la Virgen de Moscú, del que pasó al monasterio de la Intercesión de Suzdal, donde murió. [42] Ver supra. [43] En 1569 fue acusado de alta traición, siendo obligado junto con sus hijos a ingerir veneno en la residencia del zar en Alexandrov. Su madre y su esposa, que residían en el convento Goritsy (o Goritsky, en el oblast de Vologda), fueron ahogadas varios días después en el río Sheksna (en el oblast de Vologda, afluente del Volga y principal emisario del lago Beloye). [44] El pope o arcipreste Silvestre murió desterrado en 1565 o 1566 en el Monasterio de Kirillov (Kirillo-Beloserski-Kloster o St. Cyril of Beloozero's Monastery, junto al lago Beloye). Antes estuvo recluido en el monasterio Solowezkij (Solovetsky), en el Mar Blanco. [45] Es la isla que cierra el golfo de Riga. Pertenece hoy a Estonia y en estonio se llama Saaremaa. [46] Región histórica situada al oeste de la actual Letonia. [47] A orillas del Dvina. Hoy en Letonia, llamándose Daugavpils. [48] Región histórica de la actual Letonia, al este de Curlandia. [49] Localidad también llamada Zapole, en el oblast de Pskov, en la actual Federación Rusa, cerca de Velikiye Luki o Wielkie Luki. [50] Jam = Jama = Kingisepp = Yamburg; a orillas del río Luga, unos 20 km al este de Narva. Hoy pertenece a la Federación Rusa, en el oblast de Leningrado. [51] Kaporje = Koporye = Koporiye; actualmente en el oblast de Leningrado, unos 100 km al oeste de Petersburgo y 12 km al sur de Koporye Bay, en el Báltico. La ciudad está a orillas del río Koporka. [52] Korela = Priozersk; en el oblast de Leningrado, en el istmo de Karelia, junto al lago Ladoga, en la región de Ingria (Ingermanland). En sueco su nombre es Kexholm, en ruso Корела y en finlandés Käkisalmen. [53] Sibir (en tártaro, Qashliq, Qasliq o Iskär), a 17 km de Tobolsk. [54] Más tarde Alexandrov, a unos 120 km al NE de Moscú. [55] En su libro Aufzeichnungen über den Moskauer Staat (en inglés, The Land and Government of Muscovy: A Sixteenth Century Account). [56] Donetz o Donets, afluente del río Don. [57] Job, nombrado posteriormente Patriarca de Moscú en 1589, cargo que ocupó hasta 1605, falleciendo en junio de 1607 en el monasterio de la Asunción de la ciudad de Staritsa, junto al Volga, a 77 km al SO de Tver. [58] Dmitry de Uglich, hijo de Iván IV y de María Nagaya, nacido en octubre de 1582. [59] Kogda d'yak Uglicha Mihail Bityagovskii o Mijaíl Bitiagovskii († 1591), había sido voivoda de Kazán en 1586. [60] Gelasii o Gelasio, obispo de Krutitsa (actual oblast de Orlovskaya, en Rusia, al norte de Ucrania). [61] Oresek = Oreshek = Oreschek = Schlüsselburg, en la cabecera del río Neva, junto al lago Ladoga, en el actual oblast de Leningrado.
[62] El que después sería Patriarca Filarete de Moscú y padre del primer zar de la dinastía Romanov, Mijaíl. [63] Ciudad de Polonia al NE de Cracovia, entre ésta y Lublin. [64] En el monasterio de Chudovo había sido secretario del Patriarca Hiob. La huida se produjo en 1582. [65] Situada en el actual oblast de Orlovskaya o de Oryol, en la Federación Rusa, cerca del norte de Ucrania, a unos 36 km al SO de la ciudad de Oryol (Orel). [66] Familia principesca rusa de origen lituano. En el periodo de la smuta destacó Vasili Golitsin († 1619). [67] Su reinado duró tan sólo del 21 de julio de 1605 al 17 de mayo de 1606, día en que fue asesinado en el Kremlin. A través de un representante, Afanasy Vlasiev (per procura), se había casado en noviembre de 1605, en la Catedral de Cracovia, con Marina Mniszech. Ésta fue coronada como zarina el 8 de mayo de 1606 en la Catedral de la Dormición de la Virgen, en el interior del recinto del Kremlin. [68] Bogdaško, Bogdan o Bohdan, que significa en ruso «regalo de Dios». [69] Abraham Palitsyne, Abraham Palitsine, Avraamy Palitsyn o Abraham Palitzyne, cuyo verdadero nombre era Averki Ivanovitch Palitsyne, de familia noble, fallecido en el Monasterio Solovetsky, en el Mar Blanco, en 1625. [70] En la Polonia de los siglos XV-XVIII el segundo comandante militar, después del rey. [71] Dmitry Timofeevich Troubetskoy, fallecido en el Monasterio Troitse-Serguieva Lavra. [72] Kosme Zajárich Mínin-Sujorúky, mercader de Nijni-Novgorod, † 1616. [73] Este Iván Zarutski sería empalado en 1614, al mismo tiempo que ahorcado el pequeño Iván, hijo de Marina Mniszech y de Dmitri II el Falso (el «ladrón de Tuschino»).
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