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Los cuatro elementos Pintura, grabado y dibujo. José Ganfornina. Centro Cultural Provincial. Málaga. C/ Ollerías, s/n. Hasta el 9 de septiembre de 2005.
Pintor lento y
pausado, de elaboración minuciosa y de disciplinada entrega al dibujo, José
Ganfornina (Málaga, 1955) gusta de emplear, junto al óleo y el acrílico, algunas
técnicas tradicionales como el temple, y eso forma en él parte de su inclinación
natural, al lado del elemento puramente creativo e
Pero las dos principales referencias estéticas de Ganfornina, aparte de esa predisposición hacia el estudio y observación de la naturaleza que es propiamente heredada del Renacimiento, y que también es muy patente en sus estudios de ramas y flores, como en el caso de Durero, son el panteísmo del romanticismo nórdico, especialmente alemán, y la pintura china. Sobre esta última, predomina el acercamiento, de una parte, hacia el lavado sobre papel ligeramente realzado con colores de uno de esos rollos atribuidos a Tong Yuan, de los siglos X-XI, y, de otra parte, hacia los paisajes hechos en tinta sobre seda de Kuo Hi, de mediados del siglo XI, cuyas teorías, transmitidas por su hijo, también podrían aplicarse a Ganfornina: necesidad de concentrarse, de vaciar su alma de todo afán antes de ponerse a pintar, de ser dueño de su pincel y de su tinta y no su esclavo, de coordinar una obra en sus tres dimensiones. En cuanto al sentimiento de lo sagrado ante la inmensidad de la naturaleza sobrecogedora, son ineludibles las referencias al Friedrich de Amanecer sobre el mar, Ángeles en adoración y Cruz y catedral en las montañas. Tampoco es despreciable la influencia del surrealismo, tanto en sus procedimientos técnicos como en la etapa más lujuriante y exuberante de la pintura de motivos vegetales de Max Ernst. © Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 9 de septiembre de 2005
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