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Sensaciones íntimas Pintura. Borja Fernández. Galería Nova. Málaga. Paseo de Sancha, 6. Hasta el 15 de noviembre de 2006.
La obra de la
pintora Borja Fernández (Palma de Mallorca, 1944), de una delicada intensidad
poética en la que se percibe una sutil evocación del pasado, una tenue nostalgia
del pretérito, transida por la fugacidad del tiempo, que no es más que la
plasmación de una
Borja Fernández está sin duda influida por los pintores de la escuela de Barbizon y por Corot, pues en sus lienzos advertimos una permanente predilección por el paisaje realista decimonónico, pero atenuada por la subterránea presencia de dos pintores fundamentales de aquel siglo, distanciados en el tiempo: William Turner y James Whistler. De Turner admira Borja Fernández sobre todo los cuadros de la última época, aquellos en los que las formas se disolvían en vapor de agua, destellos luminosos y velocidad, unos «instantes de luz» que anunciaban la abstracción en plena época romántica. Borja es mucho más concreta que Turner, pero recoge algunas de sus soluciones. De Whistler, «la continuidad sonora del color en disoluciones armónicas sobre las que destacan los timbres de unas pocas notas más intensas», que es la manera a que se refiere Giulio Carlo Argan sobre el modo que tiene Whistler de traducir en «correspondencias» la «poesía pura» de Mallarmé.
© Enrique Castaños Alés
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