|
El secreto rumor de la materia Una estupenda selección de lurras, gravitaciones y obra gráfica del gran escultor vasco. Escultura, collage y grabado. Eduardo Chillida. Sociedad Económica de Amigos del País. Málaga. Plaza de la Constitución, 7. Hasta el 22 de noviembre de 1997. En
un bellísimo y, a la vez, penetrante texto sobre la obra de Eduardo Chillida
(San Sebastián, 1924), decía Octavio Paz en 1979 que «sus esculturas no
reflejan los cuerpos de la geometría en un espacio intemporal, pero tampoco Sería un error creer que el desarrollo de estos conceptos necesita ineludiblemente de la gran escala para transmitir la idea y la sensación de monumentalidad, peculiar carácter de toda la obra del escultor vasco que deriva no del tamaño de las piezas sino de la concepción misma del espacio que representan, así como de su inserción en el espacio que las acoge y las dota de presencia y sentido. Para corroborarlo, nada mejor que acercarse a esta muestra, integrada por una extraordinaria selección de lurras, gravitaciones y grabados. Las lurras (término que significa «tierra» en eusquera) están realizadas en tierra chamota, un material arcilloso que se granula y puede cocerse a altas temperaturas, adquiriendo una consistencia granítica. En ellas, con su particular alquimia en donde parecen resonar los ecos de los cuatro elementos, la poética chillidiana del espacio interior obtiene perfiles de una intensa emoción. En las gravitaciones, singular modo de empleo de la noción de collage donde sólo se usan el blanco y el negro, cual metáforas de una dialéctica cósmica, Chillida redime y otorga cualidad estética a un material de por sí humilde y sencillo, hojas de papel de rugosa textura hecho a mano y recortado, cuyo ensamblaje (por el que los planos gozan de completa autonomía) y suspensión inciden delicadamente sobre los conceptos de levedad y gravitación, tan recurrentes en la obra de este autor, sea en dos o en tres dimensiones. En cuanto a los grabados, según advierte él mismo, prolongan de modo natural una línea de reflexión en el plano de las obsesiones que determinan el conjunto de su obra escultórica. ©Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 15 de noviembre de 1997
|