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Entre la suplantación y la duplicidad Pintura. Nono Bandera. Beauty is a rare thing. Galería Casaborne. Antequera. Callejón La Gloria, 1. Hasta el 14 de noviembre de 2008.
Los
fundamentos teóricos y estéticos, mejor dicho, antiestéticos, de la pintura de
Nono Bandera (Málaga, 1958) se encuentran en el dadaísmo y en el surrealismo de
la vanguardia histórica, aunque tampoco son totalmente transparentes esas
conexiones, ya que el autor
La inspiración dadaísta procede, sin duda, de Duchamp, pero no tanto de los ready-mades, aunque también, como del acto de travestismo que llevó a cabo Duchamp al crear el personaje de Rrose Sélavy. La inspiración surrealista procede de los collages de Max Ernst de 1929-1930, cuando transformaba, a base de recortes de catálogos, de ilustraciones de libros y de revistas, una determinada ilustración, alterando por completo su sentido. Un ejemplo increíble del quehacer de Bandera es Mundo viejuno, un cuadro hecho en 1944 por un desconocido Teodoro Carrasco e «intervenido» en 2006 por nuestro pintor, y donde se representa a D. José de Caso, un personaje provinciano asimismo desconocido, a la edad de 88 años, ya próximo a la muerte y entregado a sus lascivos recuerdos juveniles. Las intervenciones de Nono son inequívocas: levantar la manga de la chaqueta para que se vean los huesos del brazo, el ojo postizo con la pisada, la escena amorosa del ángulo, el libro abierto, las frases escritas por todo el lienzo. Ironía, sarcasmo, burla, el mundo desquiciado, canalla, irreverente, perverso y erótico de Nono Bandera tiene algo también de buñuelesco. © Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 10 de octubre de 2008
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