Historia de España

Introducción a la época de los descubrimientos y las conquistas (1400-1570) [Joseph Pérez. Tomo XVIII de la Historia de España Menéndez Pidal. Madrid, Espasa-Calpe, 1998].

 

 

La expansión colonial de Europa en la transición entre la Edad Media y la Moderna, responde a tres características:

-         Fue iniciada desde la Península Ibérica, que conservó hasta principios del XIX una indiscutible preeminencia;

-         Portugal se adelantó en casi cien años a Castilla;

-         La expansión castellana, aunque más tardía, fue más profunda que la portuguesa.

El descubrimiento fue posible, en primer lugar, gracias a los avances científicos y técnicos de la época (cartas de navegación, carabelas).

Situación de la Península en torno al paralelo 40, lo que significa que está próxima a los alisios que soplan desde el NO en dirección a las Canarias; luego, de octubre a marzo, vientos de oeste permiten a los barcos regresar desde las Azores hasta las costas de Portugal.

Motor de los descubrimientos: las esperanzas y exaltaciones mesiánicas en una nueva cristiandad (intentos de alianza con el Kan mogol en la segunda mitad del siglo XIII y con Tamerlán a principios del XV para formar una tenaza contra los turcos otomanos; supuesta existencia de cristianos en Asia y África que se pensaba resultarían aliados decisivos en la expansión del cristianismo); el gusto por la aventura y la hazaña individual; el espíritu de lucro.

Motivación económica: [la navegación atlántica había sido iniciada en el siglo XIII por los comerciantes italianos, deseosos de abrir una ruta más barata y competitiva que la terrestre a través de los Alpes con los mercados de la Europa nórdica] interés de los portugueses en África (trigo, oro, azúcar, esclavos). El proyecto de Portugal era circunnavegar África para llegar a Asia, burlando así el monopolio de los venecianos en el comercio con oriente (en 1488 marinos portugueses doblan el cabo de Buena Esperanza y en 1497 Vasco de Gama llega a la India).

Si Castilla se incorpora más tarde a la expansión atlántica es porque fue presa de luchas intestinas durante buena parte del siglo XV, mientras que Portugal logra antes su unificación nacional y su sociedad es más abierta (elites emprendedoras bajo la nueva dinastía de los Avis).

La mayoría de los que participaron en los descubrimientos procedían del centro y sur de la Península, algunos apenas sabían leer y escribir, eran gentes sin fortuna, procedentes de las clases inferiores de la sociedad y eran sinceramente creyentes, algunos rayanos en la superstición. Huían de una patria que no les ofrecía salida, por afán de aventura, de  gloria, de riqueza y de prestigio social. El dinero no era muchas veces un fin en sí mismo, ya que algunos que se enriquecieron, regresaron a las Indias y lo perdieron todo. Para muchos, influyó también la mentalidad desarrollada durante la Reconquista, que se trasladó y fue prolongada en las tierras descubiertas (apego a la encomienda[1], prioridad dada a las minas sobre la agricultura). El deseo de ganar almas para Dios no cuenta mucho en la mentalidad de los conquistadores.

La sustitución de los conquistadores por funcionarios venidos de la Península para ocupar los puestos de responsabilidad gubernamental y administrativa, está en el origen del resentimiento de los criollos.

Tres etapas en la conquista:

-         las Antillas, entre 1492 y 1515 (con la segunda expedición de Colón en 1493 se pasa del descubrimiento a la colonización; la población de las Antillas decae rápidamente debido a las matanzas, trabajos forzados, impacto psicológico y epidemias; en 1516 se les había sacado todo el jugo);

-         México a partir de 1520 (Cortés zarpa de Cuba el 18 de noviembre de 1518 con 11 naves, 150 hombres, 200 o 300 indios y negros, unos 15 cañones y otros tantos caballos; Malinche intérprete; alianza con la tribu de Tlaxcala; ocupación definitiva de Tenochtitlán en agosto de 1521);

-         El Perú a partir de 1530 (caída de Cuzco en noviembre de 1533).

Causas de la rápida victoria de los españoles:

-         superioridad técnica;

-         factores religiosos (menor resistencia psicológica de los indios);

-         factores políticos (menor dificultad en los imperios azteca e inca, mayor con tribus independientes, como los araucanos y los apaches).

La conquista de aquel inmenso imperio no costó casi nada a la Corona. Salvo excepciones, la financiación de las expediciones fue privada, después de haber obtenido los correspondientes permisos.

Las Indias se administraron con muy pocos efectivos militares y de una manera bastante autónoma. La Corona se reservó el monopolio del comercio y la explotación del subsuelo. El monopolio sevillano se mantuvo a pesar de sus detractores.

Problema jurídico y político: ¿Con qué derecho los españoles han conquistado y dominado las Indias? [querella de los justos títulos]

Problema económico y moral: ¿Tienen algún derecho los españoles a reducir los indios a esclavitud o a obligarlos a trabajar? [problema de la esclavitud, del trabajo forzoso y de la encomienda]

Estos dos problemas vienen a cuestionar el concepto de colonización: ¿tiene una nación derecho a conquistar otra y a ejercer una tutela sobre sus habitantes?

Leyes de Burgos [legalización del trabajo forzoso de los indios](1512-13):

-         respetar el estatuto del indio, súbdito libre de la Corona (teóricamente, el indio encomendado no es esclavo);

-         evangelizar a los indios; son los encomenderos los que tienen que facilitar esta labor;

-         desarrollar los territorios conquistados, utilizando la mano de obra indígena.

En la junta de 1550 en Valladolid [controversia]se trata de averiguar:

-         un problema de hecho: ¿tienen los pueblos que se creen superiores derecho a someter, aunque fuera de modo provisional, los pueblos que ellos consideran como inferiores?;

-         un problema de hecho: ¿son los indios de América inferiores a los europeos? ¿Son bárbaros que convendría evangelizar y civilizar para que lleguen a un grado superior de desarrollo?

Las dudas de los españoles no tendrán su correspondencia en las de otras potencias colonizadoras.

España no podía renunciar a esas alturas de las Indias.

Con ese debate se relativizaron los conceptos de civilización y barbarie.


 

[1] La encomienda consiste en la cesión por parte del rey y a favor de un súbdito español (encomendero) de la percepción del tributo o trabajo que el súbdito indio debía pagar a la corona. A cambio de ello, el encomendero debía cuidarse de la instrucción y evangelización del indio (encomendado).