La pasión pictórica de Lola Ferreruela

Pintura. Lola Ferreruela.

Galería Henarte. Málaga. C/ Comandante Benítez, 7. Hasta el 9 de junio de 2007.

Con un sentido instintivo y casi primario del color, con una encendida pasión en todo lo que hace, con un apego a la verdad que puede Lola Ferreruela, "Autorretrato", 2005. Óleo sobre tabla.  68 x 48 cm.considerarse el principio ético que sustenta su vida, los trabajos de Lola Ferreruela (Ávila, 1963) muestran tanto una denodada lucha por la existencia, casi por la supervivencia, como una predisposición natural por los ritmos de color, por la armonía secreta y la simbología oculta de los colores. Interesada en el Kandinsky de los años inmediatos a la Primera Guerra Mundial, en el orfismo de Robert Delaunay, en el expresionismo de Die Brücke, en el alfabeto geométrico de Torres-García y en la estética fauve, la obra de Lola Ferreruela lo mismo aborda con inusual decisión y energía cromática una interpretación de un autorretrato de Picasso que nos retrotrae a Munch y a una cierta estética situada entre la primera oleada expresionista y las ondulaciones del art nouveau, pero sin renunciar a una hondura psicológica en la expresión del personaje, que se entrega a realizar un autorretrato que es todo un catálogo refinado y resuelto de los cánones fauves. En este Autorretrato, más que en ninguna de sus otras obras, expresa Lola Ferreruela lo que para ella significa pintar: un modo de entender la vida, en realidad una actitud ante la existencia.

A esta mujer no es que no la deje indiferente el mundo, sino que siente pasión por todo lo creado y dotado de vida. Sus cuadros con círculos de color, girando y entremezclándose entre ellos, son una metáfora del curso de la vida, de la fusión del hombre con el cosmos, de la profunda necesidad de encontrar una armonía universal. Lola Ferreruela tiene sus ojos abiertos hacia el sufrimiento y la alienación, pero ansía la libertad, la concordia y la tolerancia. Su obra es un grito apasionado, moderado y sutil otras veces, en defensa de la vida y de la pintura, mejor aún, de la inextricable ligazón del binomio arte-vida.

 

 

 

 

 

 

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 8 de junio de 2007